Maura, una víctima real, no se victimiza. Rompió esquemas en su momento, y los rompe ahora. Ahora asume en una entrevista en El Mundo que las cosas han cambiado a mejor y que vivimos en uno de los países más libres. Y, como hizo con el revisionismo sobre la Transición, ha renegado de este pseudo feminismo que pretende victimizar a la mujer por el mero hecho de serlo. Ha puesto sentido común entre tanto alarmismo, sentimentalismo y puritanismo. Ella, que sufrió una violación, ha salido en defensa de los hombres con el mismo espíritu conciliador de la Transición.