
Sean Baker: el realismo social nunca fue tan bello
Con un micrófono en la mano y la otra en el bolsillo, Sean Baker está de pie y sobre una pequeña tarima frente a decenas de personas. A su derecha hay un cartel promocional de un metro y medio de alto por uno de ancho y tiene una imagen de la película, The Florida Project, impresa sobre el papel. El público está literalmente a la espera de la proyección. A la sala de cine de la Academia, situada en el edificio contiguo a la sede del Partido Popular en Madrid, no le falta detalle: uno se siente más en un teatro que en una sala comercial y la calefacción está demasiado alta.































