
Mortal y Umbral
Umbral murió hace diez años y a fe que le sigo echando de menos. Fue el primer escritor al que imité, algo por cierto no muy difícil, porque los genios son fácilmente parodiables (lo que es imposible de plagiar es la mediocridad). Luego esa voz me cansó, y hasta preferí registros opuestos, pero Umbral nunca dejó de ser uno de mis héroes. Yo era de esos que hubieran comprado el periódico sólo para leer su columna, que despachó a diario durante décadas, como quien da alpiste a pájaros adictos que saben que si faltan a su cita pueden perderse un artículo hecho en alejandrinos.






































