
Alain Badiou nos corrompe: ¿cuál es la verdadera vida?
¿Qué podemos esperar los jóvenes de la vida? ¿De qué manera los afecta la tecnología? estas son algunas preguntas con las que reflexiona Alain Badiou

¿Qué podemos esperar los jóvenes de la vida? ¿De qué manera los afecta la tecnología? estas son algunas preguntas con las que reflexiona Alain Badiou

“El comunismo ya no es el enemigo principal de la democracia liberal -de la libertad-, sino el populismo”, escribe Mario Vargas Llosa en el prólogo del libro ‘El estallido del populismo’ (Planeta 2017), un análisis extenso y profundo del fenómeno populista, que en palabras del Nobel de Literatura es “el gran enemigo y la enfermedad de la democracia”.

El escritor español Juan Goytisolo ha muerto hoy en Marrakech, según ha confirmado hoy desde su domicilio Ricard Parise, amigo personal del escritor, informa EFE.

Chris Pueyo llevaba tiempo escribiendo porque se trata de una manera de canalizar sus vivencias. Ahora presenta es el poemario Aquí dentro siempre llueve.

La escritora británica Karen Armstrong ha sido galardonada este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2017. La autora especializada en la historia comparada de las religiones, es colaboradora habitual del Departamento de Estado de Estados Unidos y del Foro Económico Internacional.

Los Reyes y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, han inaugurado este viernes la 76º edición de la Feria del Libro bajo lema “Madrid, ciudad de la lectura”. La feria contará con 367 casetas y cerca de 500 expositores que se instalarán en el Retiro hasta el 11 de junio.

Es cierto que la tradición vampírica no nació con Bram Stoker, pero es innegable que fue él quien la puso en el mapa internacional. Con la publicación de Drácula, un día como hoy de 1897, ha extendido en el imaginario colectivo el mito del ser que vive en las sombras, siempre sediento de sangre humana, vulnerable a los símbolos sagradas y a las estacas bien dirigidas.

A los 85 años, ha muerto el escritor Philip Roth. El implacable crítico literario Harold Bloom había incluido al autor de La carretera en un selecto grupo de cuatro nombres que él consideraba los mejores novelistas vivos estadounidenses. Un privilegio que compartía con Thomas Pynchon, Cormac McCarthy y Don DeLillo. Y, sin embargo, Roth se muere sin premio Nobel, a pesar de sonar siempre en las casas de apuestas. No es el primero. Ni será el último. En un año en el que la Academia Sueca no otorgará el mayor premio de la literatura por los escándalos sobre abusos sexuales, el autor de Pastoral americana se une a una incómoda lista de escritores que murieron sin haber recibido el mayor reconocimiento literario del mundo. Estos son algunos:

La escritora canadiense es la tesis de una mujer prolífica y decidida del siglo XXI

En su nueva novela Nuestra casa en el árbol, Lea Vélez hace un canto a la infancia como un momento crucial de la vida de todo ser humano.

Los epónimos son tan antiguos como el purgatorio de Dante o las excursiones del Quijote. Es fácil que lo que se ha escrito se convierta en jerga cotidiana cuando sus autores trascienden la temporalidad que se rige por épocas o espacios.

Es difícil de creer, pero sí: estas ilustraciones están elaboradas íntegramente en el Paint. Sí, ese programa que abrías para dibujar y colorear casitas, cuerpos compuestos de líneas e incluso memes estilo naif. Hay quien es capaz de crear arte con las herramientas más rudimentarias; lejos de Illustrator y Photoshop aparece un mundo que no es tan nuevo.

La última noche que entré en el Café Gijón era jueves y aquello parecía muerto y en silencio. No había humo, ni tertulias, todos descansaban en sus sillones, todo era espacio entre las mesas, y no había caras ni conocidas ni desconocidas, quizá una o dos a las que uno puede poner nombre. Sentado de espaldas a la barra se podía ver aquello, entre las cañas a 4,60 y la ración mínima de patatas, como un funeral alargado en el tiempo, como un viajar al pasado en un sentido estrictamente espacial. ¿Qué fue de las viejos cafés de tertulia?

Por cientos se cuentan los creadores que se inspiraron en Madrid, sus calles y parques, sus bares y gentes, sus fiestas y costumbres, para plasmar su obra. De entre esos cientos, muchos fueron poetas, que con sus versos dibujaron su percepción de la capital española, a veces amada y apenas odiada.

La producción de libros en España aumentó un 8,3% durante 2016. Es decir, se publicaron 86.000 títulos. Y el aumento se ha visto tanto en las ediciones en papel (6,4%) como en otros soportes (13,3%). Los datos proceden del estudio Panorámica de la Edición Española de Libros de 2017, realizado por el Ministerio de Cultura y cuyos datos preliminares ya están publicados en la web del organismo. El informe está “elaborado a partir de un exhaustivo tratamiento y análisis de los datos proporcionados por la Agencia ISBN”.

‘La vista desde aquí’: una mirada no fatalista sobre la España moderna, no pocas consideraciones sobre Cataluña, abundante crítica social y cultural.


Si quieres unirte a La Horda no te esfuerces en buscarlos. Cuando llegue el momento, si estás preparado, ellos te encontrarán a ti. Una entrevista peculiar con Servando Rocha.

Rodeada de plantas, sentada en el poyo de un ventanal que parece asomarse al mundo, y con un libro en sus manos, María Zambrano -en el aniversario de su nacimiento- recibe el homenaje del gran buscador americano. El sábado 22 de abril, la pensadora, filósofa y ensayista española habría cumplido 113 años. La extensa obra de María Zambrano solo fue reconocida durante los últimos años de su vida cuando recibió los dos máximos galardones literarios concedidos en España: el Premio Príncipe de Asturias en 1981, y el Premio Cervantes en 1988. “Gracias por concederme, en esta hora de España y en la Universidad de Alcalá de Henares, la ocasión de haber sido la primera mujer galardonada con el Premio Cervantes”, aseguró Zambrano al recibir un galardón que no pudo recoger por su delicado estado de salud.

Irvine Welsh de noche. La cola dobla la esquina de la Real Casa de Correos de Madrid, en la Puerta del Sol. Los libros de culto renuevan su legión de seguidores con una facilidad pasmosa. Hay gente muy joven con su Trainspotting bajo el brazo. Adentro, bajo un enorme techo acristalado, Alessandro Baricco ya ha terminado su charla y firma ejemplares. Dos guardias civiles con bigote y tricornio pasean cerca del mostrador de libros. Visto con ojos extranjeros debe ser un país interesante este.
Las nuevas series de TV revisitan la literatura y a grandes clásicos de Margaret Atwood, Shirley Jackson o Lucy Maud Montgomery.

Es curiosa, cuanto menos, la necesidad que tenemos (tantos) de justificar lo que en realidad no necesita ser justificado. Rascarte las pelotas en el sofá, follar porque sí, devorar Doritos, beber Coca Cola con 35 gramos de azúcar, ir al cine a ver la segunda parte de John Wick (exterminó a setenta y siete pavos en la primera: no debieron matar a su chucho), comerte un cuarto de libra con queso o leer cómics de grapa; culos, tetas y pollas en Tumblr o escuchar ‘Despacito’. El remix de Justin Bieber. ‘Placeres culpables’, dicen los cursis. ¿Culpables por qué? El placer es placer y jamás tiene nada que ver con la culpabilidad, tan pía. Tan gris.

Mas allá de los libros y sus historias, está el libro como objeto y la relación que establecemos con él. Cada lector tiene una relación especial con estos peculiares objetos, por eso quisimos saber cuál es la relación de los escritores y libreros con esos libros que forman parte de sus bibliotecas personales.

Acertar con la palabra justa y si aún no existe, inventarla. Es el don que Fernando Beltrán convirtió oficio. Reconocido escritor con más de 15 poemarios a sus espaldas es también artífice de El Nombre de las Cosas, el estudio creativo, libro y pasión del hombre capaz de bautizarlo todo. Entre sus más de 500 creaciones acuñó términos como La Casa Encendida, Amena, OpenCor, Rastreator y hasta el madrileño barrio de La Gavia, dando origen a la profesión que tuvo que concebir él mismo: la de nombrador.

—Tú que trabajas con libros digitales —le digo a A.—, a ver si me puedes convencer de que son mejores que los de papel.

Pasea entre las estanterías buscando con esmero vinilos que le puedan interesar. Ya lleva un buen rato, y es normal, la elección no debe ser fácil. Es uno de los muchos clientes que llegan a ‘bajoelvolcan’, una librería híbrida en pleno barrio de Lavapiés que tiene unos “7.000 vinilos y alrededor de 2.000 libros, así a ojo”, nos dice Fernando el propietario del local.

Jenny Diski, periodista y escritora, fue adolescente en la década de los 60. Esa época de liberación en la que los jóvenes se dejaron llevar por el ímpetu del cambio, el fervor de las drogas y el ritmo de la nueva música que les diferenciaba de sus padres. Surgieron Los Beatles, Bob Dylan, Andy Warhol, lucharon contra la guerra de Vietnam, la primera contienda que se televisó, y se preocuparon, mucho más que cualquier otra época anterior, por el yo y por cómo ser visto. La posguerra y la post austeridad trajo, por tanto, “una época para malcriar a los niños… durante un rato. Una época de paz, también, para consolidar el capitalismo”, escribe Diski en Los sesenta, un ensayo autobiográfico que edita Alpha Decay cuando está a punto de cumplirse el primer año de su muerte.

El escritor Eduardo Mendoza recibió este jueves el Premio Cervantes de manos del rey Felipe en una solemne ceremonia que ha tenido lugar en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y que comenzó a las 12:00 de la mañana (10:00 horas GMT).

Zweig fue como un gitano curioso que viaja sin fronteras, como él mismo se describió, y sintió como propio el espíritu de Europa, que comprendió como una manera de explicarse el mundo.

En una nota del 29 de mayo de 1941, el capitán de la Wehrmacht Ernst Jünger explica que supervisó el fusilamiento de un soldado condenado por deserción. Al principio dudó si debía aceptar el encargo o inventarse algún tipo de excusa.

Gracias a “A sangre fría”, Truman Capote se convirtió en ejemplo del “Nuevo periodismo”, pero ¿qué hechos de la realidad omitió?

Ray Loriga ha ganado el premio Alfaguara de novela 2017 con su obra Rendición, una “fábula luminosa” en palabras de la presidenta del jurado, Elena Poniatowska. La escritora mexicana (ganadora del galardón en 2001), ha destacado la “voz humilde y reflexiva” de la novela de Loriga. La obra es, según el jurado, “una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva” que no cae “en moralismos”.

Esto de que quieran ahora ‘animar’ la Cuesta de Moyano no me hace mucha gracia, la verdad. Las ciudades han de tener también un sitio para el desánimo, y en Madrid la Cuesta de Moyano cumplía estupendamente la función.

En un rincón de Madrid, entre el Paseo del Pardo y el Real Jardín Botánico, el tiempo se para. El sitio, aunque a veces pase desapercibido, lleva 95 años siendo un referente cultural de Madrid. Hablo de la Feria de Libros Permanente de la Cuesta del Moyano.

A una librería no hay que ir (¡contra todo pronóstico!) a comprar libros. No, al menos, desde que el progreso nos permite comprar cualquier cosa en pijama y babuchas. Es cierto que el librero te recomienda buenos libros, pero, ¿no hay algoritmos de publicidad mucho más documentados (y con mucho más empeño)? La única diferencia es eso que se llama «el toque humano». Y no exageres: todavía existen los culturales y la crítica; y algún amigo lector tendrás, digo yo.

Uno no va a una librería como va a otro comercio; no compra un libro como compra medio kilo de manzanas. En el fondo, uno visita una librería, como cuando va al cine o pasea por un museo, con un propósito: en busca de la felicidad.

Lynne Segal estuvo en el Festival de Literatura Amplificada, Kosmopolis, reflexionando sobre el envejecimiento. ¿Qué significa envejecer bien?

Antonio tiene maneras de caballero inglés y fuma tabaco de liar, su voz grave acompaña un discurso de imágenes y construcciones que dibuja un hombre que no solo escribe como un poeta, sino que habla como un poeta, y a pesar de todo tiene 41 años.

La redacción de The Objective comparte algunos libros ideales, temática, causal o arbitrariamente, para leer en esta temprana primavera.

Desde el caos, florecen voces que hablan de cenizas, nostalgias y punzantes sentires; gritos de mujer que moldeados en verso traducen a una dimensión humana el sinsentido de la Guerra de Siria. Provenientes de un hogar en ruinas, han establecido un nuevo canon literario y gracias al poder catártico y revulsivo de sus letras, ofrecen desde lo íntimo un poderoso antídoto contra la indiferencia.
Maram al-Masri y Maisoun Shukair son mujeres, sirias y poetas. La primera, musulmana suní, nació en Latakia, emigró a París en los 80 tras desafiar la ley que prohíbe matrimonios interreligiosos y demuestra su firme oposición al régimen de Assad cada vez que tiene ocasión. La segunda ayudó a los heridos y desplazados por el conflicto desde su farmacia en Damasco ganándose las amenazas por parte del régimen y vio a su marido encarcelado como sospechoso opositor. Llegó al Centro de Refugiados de Alcobendas (Madrid) tras verse obligada a dejar a su hijo menor y su pareja en el lugar más inseguro del planeta. Reunida de nuevo con su familia en un minúsculo piso en el extrarradio de la capital, sueña con el momento de volver a su país mientras compone versos.