Jalo Núñez del Prado, al rescate de la música devorada por la era digital
El director de Discos Fantástico! recupera las joyas musicales latinoamericanas que sucumbieron en la era de internet
Jalo Núñez del Prado, director de Discos Fantástico!, conversa con THE OBJECTIVE sobre el trabajo que realiza en busca de la preservación, promoción y revaloración de agrupaciones musicales que representaron, antes de la era de la digitalización, un inabarcable acervo cultural. Desde esta labor ha logrado la recuperación y restauración de más de 10.000 fonogramas.
PREGUNTA.- Sus proyectos se conocen por su excelente calidad sonora, pero también por la investigación, la gráfica y por tener un potente relato informativo. ¿Cómo plantea cada producción?
RESPUESTA.- Trabajo en el rescate, preservación y relanzamiento de fonogramas, para lograr su máxima calidad. Cada producción musical tiene un relato detrás, al margen de la creación artística per se. Existen las historias de los autores, de los músicos, del productor, del diseñador o del mismo contexto político y social, lo cual hace que algunos discos sean más interesantes y atractivos que otros. El punto de partida es aglutinar todos estos factores y ver de qué forma podemos contarlo.
P.- ¿Cuál es la labor de Discos Fantástico!? Desde un trabajo casi arqueológico, rescata música popular de la vieja guardia …
R.- Precisamente Discos Fantástico! hace una labor de investigación sobre la historia de la discografía latinoamericana, intenta descubrir y dar a conocer esas joyas musicales, que no lograron pasar la injusta barrera de la era de la digitalización. Es impresionante la cantidad de excelente música que se ha producido y creo que la mayoría de gente no es consciente de ello. Empezamos esta aventura hace casi diez años, con el rescate y relanzamiento de uno de los sellos más relevantes de la historia de la música popular peruana: Discos Horóscopo, la casa discográfica que desarrolló la carrera de iconos populares. Recuperamos alrededor de mil grabaciones, que, por la falta de políticas de preservación, por carencia de un depósito legal para las producciones fonográficas o por desinterés de los propios titulares, estaban abandonadas.
«La digitalización trajo consigo prácticas destructivas para la conservación del audio de alta fidelidad»
P.- ¿Cómo se lleva a cabo el trabajo de recuperación o restauración de un fonograma?
R.- La era de la digitalización trajo consigo prácticas contraproducentes y destructivas para la conservación del audio de alta fidelidad. Es incomparable escuchar una grabación que proviene de las cintas master o escuchar alguna de las tantas ediciones que se publicaron en CD en los años 90 o en el 2000. Es como ver una película desde un celular o verlo en el cine. Actualmente, la única fuente de master que existen, son los discos de vinilos en condiciones inmaculadas. Pero con toda la parafernalia de la reproducción analógica, es posible hacer una transferencia de muy alta calidad, partiendo de un disco de vinilo. Esta es una de las razones por la cual el mercado del vinilo vive en una especulación constante con precios cada vez más desorbitados.
P.- Dice que la chicha y la cumbia latinoamericana, como géneros musicales, nunca han sido dignificados. ¿Qué trabas o prejuicios se impusieron?
R.- La música chicha o la cumbia es parte del inconsciente latinoamericano, es un género que atraviesa más de cuatro países y creo que es un punto de comunión muy relevante en la cultura. Lo que ha primado siempre en la industria musical, es la hegemonía anglosajona y eso es lo que debemos cuestionar, desde música con identidad y original. Creo especialmente en los géneros populares como la chicha o la cumbia amazónica, son muy potentes y los que han tenido que cargar el estigma que llevan consigo, por factores de clase, antes que por su calidad artística. La cumbia era la música de los olvidados, los marginados o los migrantes, aquellas personas que no tenían un sentido de pertenencia en la gran ciudad o capital y lo encontraron allí. Aun así, en los últimos años las músicas populares latinoamericanas están ganando más terreno en el mercado de la música global. Esto debido a que cada vez son más los migrantes de segunda o tercera generación en Estados Unidos o Europa, que tienen una enorme curiosidad por descubrir sus raíces culturales.
P.- En el mundo anglosajón, ya en los años cincuenta, hubo movimientos como la «exótica» que intentaron acercarse a ritmos ajenos a los suyos…
R.- Sí, la «exótica» se dio en los Estados Unidos, con grandes músicos de orquesta como Lex Baxter, Arthur Lyman o Martin Denny, hacían exploraciones y «teatralización» de culturas como la polinesia, la india o sudamericana. Una de las representantes de este género fue la peruana Yma Sumac.
P.- ¿Qué cree que fue lo que más se valoró de Sumac como artista? Además de sus rangos vocales, conocidos como los más amplios de la historia lírica…
R.- Su originalidad y el abanico de propuestas culturales y sonoras que la hicieron única. Hay que tomar en cuenta que eran los años cincuenta, frente a un mercado americano recientemente preparado para consumir música considerada exótica. Su secuencia en la película El secreto de los incas se graba en 1954. Este disco simbolizó una nueva era y apertura para la experimentación de sonidos «ancestrales» con grandes orquestas americanas.
P.- Empezó con Plastilina Records, un sello de música indie pop, una plataforma que ha viajado de Latinoamérica a Europa…
R.- Plastilina Records nació en el 2006 en Perú, cuando Lima era una ciudad monótona y bastante aburrida. Este proyecto nació con la intención de crear nuestro propio escape. Lanzamos alrededor de 40 discos, hicimos muchas fiestas temáticas, fundamos la feria de sellos independientes, trajimos a bandas internacionales, hasta que nos mudamos a Madrid, donde han ido surgieron otros proyectos paralelos.
P.- En 2021 creó Ellas rugen, un sello de cantantes mujeres latinoamericanas de mitad del siglo XX. Todas marcaron es su momento un impacto a nivel nacional, son parte de la memoria colectiva de cada país de origen…
R.- Sí, están Olga Guillot de Cuba, Lucha Reyes de Perú, Estelita del Llano de Venezuela, María Victoria Cervantes de México y Las Tres Marías de Ecuador. Es un proyecto muy reivindicativo, siempre he sido muy romántico con las líneas editoriales y creo que era muy necesario ofrecer una curaduría musical de este tipo. Al igual que en otros proyectos, lo primero fue hacer la investigación, contactar con una red de colaboradores musicales en distintos países y hacer un filtro de las artistas más relevantes, que no lograron pasar la barrera internacional.
«En la música también existen procesos cíclicos. Lo que hoy no se valora, es probable que se valore dos o tres décadas después y viceversa»
P.- Los tiempos de la industria musical son muy rápidos, en sus proyectos tan de nicho, ¿cómo logra plantear producciones o discos que sean lo más atemporales posible?
R.- He tenido la suerte de transicionar por todos los formatos existentes de la industria musical: vinilo, casete, CD, descarga, mp3 y streaming. Creo que esto, y mi absoluta pasión por la música, me ha permitido tener una perspectiva y un criterio un poco amplio, lo cual me ha llevado a darme cuenta que en la música también existen procesos cíclicos. Lo que hoy no se valora, es muy probable que se valore dos o tres décadas después y viceversa. Por ello trato de concentrarme en diversos proyectos en los que pongo toda mi energía. Actualmente, partiré a una gira de presentación de Discos Fantástico! en Japón, donde participaremos en el Japan Cumbia Festival. También estoy en un nuevo proyecto discográfico para relanzar soundtracks icónicos y en la creación de un nuevo festival con bandas nórdicas.