¿Qué se le echa a la calabaza de Halloween para que no se pudra?
Las calabazas se utilizan para alejar a los malos espíritus y a las almas errantes durante la noche del 31 de octubre
Cuando se acerca Halloween, uno de los protagonistas indiscutibles es la famosa calabaza tallada, también conocida como Jack-o’-Lantern. Sin embargo, uno de los retos más comunes es evitar que se pudra rápidamente. La utilización de calabazas como velas para decorar en en Halloween tiene una larga historia que combina creencias antiguas y la adaptación de costumbres anglosajonas al resto del mundo.
La calabaza en Halloween no solo es un elemento decorativo, sino que está cargada de simbolismo. Originalmente, las calabazas se utilizaban para alejar a los malos espíritus y a las almas errantes durante la noche del 31 de octubre, coincidiendo con el antiguo festival celta de Samhain. Los celtas creían que esa noche, la barrera entre el mundo de los vivos y los muertos se debilitaba, permitiendo a los espíritus vagar por la Tierra.
Truco para que la calabaza no se pudra
Después de haber vaciado y tallado la calabaza, su exposición al aire y la humedad acelera su descomposición. Para evitar que se pudra y se ponga negra, resulta muy efectivo meter la calabaza en una solución de agua con lejía. De esta forma, las propiedades desinfectantes de la lejía, eliminarán las bacterias y los hongos responsables de la putrefacción. Tendrás que mezclar una cucharada de lejía en un litro de agua y sumergir la calabaza durante aproximadamente 20 minutos.
Otra recomendación es aplicar vaselina en los bordes de los cortes que has realizado en la corteza para dibujar los ojos y la boca. Esto crea una barrera que evita que el aire y la humedad entren en contacto con las partes expuestas de la calabaza. De este modo, evitarás que se pongan negros y terminen pudriéndose causando malos olores. También es recomendable usar un sellador en spray, disponible en tiendas de jardinería, que prolongará la vida útil de tu lámpara de calabaza.
Cómo hacer una calabaza para Halloween
Preparar una calabaza para Halloween es un proceso sencillo pero que requiere de fuerza, ya que la calabaza tiene una piel muy dura y aunque dispongas de un cúter, puede que no seas capaz de cortarla. Además, es importante que no desperdicies la pulpa de la calabaza cuando la extraigas para rellenarla. Lo ideal es aprovecharla para preparar galletas, bizcocho, tarta o crema de calabaza.
En primer lugar, selecciona una calabaza grande, de piel dura y sin manchas. Las calabazas más redondeadas y de base plana son más fáciles de tallar. A continuación, utiliza un cuchillo afilado para cortar un círculo en la parte superior de la calabaza. Este será el acceso para vaciarla y colocar una vela o luz en su interior.
Después, con la ayuda de una cuchara o un utensilio especial, retira todas las semillas y la pulpa del interior de la calabaza. Asegúrate de dejar las paredes relativamente finas, pero lo suficientemente gruesas para soportar las incisiones al hacer la forma de los ojos. Es imprescindible dibujar el diseño que prefieras en la calabaza antes de tallarla (suele ser un rostro de expresión terrorífica). Usa un cuchillo para seguir las líneas y tallar cuidadosamente los ojos, la boca y los detalles.
Para finalizar coloca una vela pequeña dentro o para mayor seguridad, una luz LED. Esto creará el icónico efecto luminoso que caracteriza a las auténticas Jack-o’-Lanterns.
Significado de la calabaza de Halloween
La calabaza se ha convertido en uno de los símbolos más icónicos de Halloween, pero sus orígenes no siempre estuvieron asociados a esta festividad. El uso de las calabazas iluminadas proviene de una antigua leyenda irlandesa sobre un personaje llamado Jack. Según la historia, Jack era un granjero que logró engañar al diablo en varias ocasiones. Como castigo, fue condenado a vagar por el purgatorio con solo una brasa para iluminar su camino. Para proteger la brasa, Jack la colocó dentro de un nabo hueco, creando así la primera linterna de Jack o’ Lantern.
Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a América, descubrieron que las calabazas, que se cosechaban en esa época del año, eran más grandes y fáciles de tallar que los nabos, por lo que las utilizaron para seguir con la tradición. Además, el color naranja de la calabaza simboliza el otoño y la cosecha, conectando esta festividad con el ciclo de la naturaleza y el cambio de estación.