Por qué tener el microondas en la cocina es perjudicial para la salud
El brócoli puede perder hasta el 97% de sus nutrientes si lo calentamos en este electrodoméstico
Descubre porqué tener el microondas en la cocina es perjudicial para la salud. | Vlad Zaytsev (Unsplash)
El microondas se ha convertido en un electrodoméstico esencial en millones de hogares por lo cómodo que resulta para calentar cualquier alimento. Sin embargo, algunos expertos cuestionan su impacto en la salud y la calidad de los alimentos. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que su uso es seguro si se siguen las recomendaciones adecuadas, diversos estudios señalan posibles riesgos asociados al microondas.
Aunque el microondas puede ser seguro si se usa correctamente, es prudente limitar su empleo y optar por el fuego y la vitrocerámica, ya que preservan mejor la calidad de los alimentos. Al final, modificar algunos de nuestros hábitos en la cocina pueden marcar una gran diferencia para nuestra salud y bienestar.
¿Cómo afecta a la salud?
Posible desarrollo del cáncer
El calentamiento en el microondas puede provocar cambios en la estructura molecular de ciertos componentes de los alimentos. Por ejemplo, el oncólogo Henri Joyeux advierte que la L-prolina, un aminoácido presente en muchos alimentos, se convierte en D-prolina cuando se calienta en microondas.
Este compuesto es potencialmente neurotóxico y podría afectar órganos vitales como el hígado y los riñones. Además, la cocción en microondas puede generar compuestos tóxicos al calentar ciertos envases de plástico, liberando ftalatos, que se han relacionado con problemas hormonales.
Exposición a radiación electromagnética
El microondas funciona mediante la emisión de ondas electromagnéticas que hacen vibrar las moléculas de agua en los alimentos, generando calor. Aunque la radiación generada por estos electrodomésticos es no ionizante y, en teoría, no debería ser dañina, existe preocupación sobre la exposición prolongada a este tipo de radiación.
Si bien los microondas modernos están diseñados con estrictas medidas de seguridad para evitar fugas, el mal uso, la falta de mantenimiento o daños en el aparato podrían aumentar el riesgo de exposición. Las pequeñas fugas de radiación, aunque no sean significativas en condiciones normales, podrían acumularse con el tiempo y contribuir a problemas de salud, según algunos estudios.
Efectos negativos sobre el sistema inmunológico
Algunos investigadores sugieren que la exposición constante a la radiación de microondas podría tener un impacto negativo en el sistema inmunológico. Puesto que se ha comprobado, que las ondas electromagnéticas del microondas pueden alterar ciertas funciones celulares, interfiriendo en la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades. Aunque estas investigaciones no son concluyentes, plantean una preocupación válida sobre el uso frecuente del microondas.
Cómo afecta a los alimentos el uso del microondas
Pérdida de valor nutricional
Algunos alimentos pierden parte de sus nutrientes cuando se cocinan en el microondas. Un ejemplo notable es el brócoli, que puede perder hasta el 97% de sus flavonoides, compuestos antioxidantes esenciales. Sin embargo, estudios recientes sugieren que la cocción rápida y a baja temperatura en el microondas podría conservar algunos nutrientes mejor que otros métodos, como la ebullición prolongada. No obstante, la variabilidad en los resultados resalta la necesidad de un uso prudente del aparato.
Problemas de textura y sabor
La forma en que el microondas calienta los alimentos también afecta su calidad organoléptica. Este electrodoméstico tiende a deshidratar los alimentos, lo que puede arruinar su textura y sabor. Además, el calentamiento desigual deja partes frías donde las bacterias pueden proliferar, aumentando el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
Alto consumo energético
Más allá de la salud, el microondas es uno de los electrodomésticos que más energía consume, sobre todo si se deja en modo de espera. Para quienes buscan alternativas, métodos como la cocción al vapor, el uso de hornos de convección o freidoras de aire permiten conservar mejor los nutrientes y ofrecer una experiencia culinaria más saludable
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