Los NFT, el coleccionable del futuro en el mundo del deporte
Este activo criptográfico está llamado a convertirse en una nueva forma de negocio y de conexión de los clubes o las grandes ligas con todos sus fans
Rafael Henrique
Los años ochenta y noventa del siglo pasado trajo a las generaciones que crecieron en este período del siglo XX una nueva forma de poder divertirse al mismo tiempo que coleccionaban a sus ídolos del deporte. Eran las famosas colecciones de cromos con las que crecieron esas generaciones de chavales que ahora mismo superan la cuarentena y están cada vez más cerca de la mitad de siglo. Colecciones de cromos que aún perduran y que permitían poder comercializar con ellos en los famosos recreos del colegio. Cromos que, en determinados casos, adquirían un enorme valor para quienes los tenían. Pudiendo incluso pedir grandes cantidades como compensación para desprenderse de ellos. El objetivo no era otro que poder completar cuanto antes ese álbum con todas y cada una de las caras de tus ídolos. Primero tirando de pegamento, después con la aparición de versión adhesiva de los mismos.
Este «fervor» por el coleccionismo de las grandes estrellas del deporte tiene una nueva versión en esta tercera década del siglo XXI. Son los llamados NFT (Non Fungible Token) o activos criptográficos que tienen la capacidad de ser únicos e irrepetibles. Gracias a la tecnología, quien se hace con ellos puede almacenarlos digitalmente y guardarlos para la posterioridad. Es el nuevo modelo de coleccionismo en el mundo del deporte que convierte estos productos en auténticas obras de arte. Pero también permite poder negociar con ellos, intercambiando estas tarjetas o contenidos digitales con otros apasionados del deporte en cuestión.
Las posibilidades que habilitan al poseedor de estos nuevos productos digitales son inimaginables.
En el momento que uno adquiere un NFT, puede empezar a incrementar esta colección, a modo de fondo documental y de la historia del deporte en cuestión, e intercambiarlos con el resto de usuarios que decidan adquirirlos en la misma plataforma. En la operación de venta, el propietario en cuestión se queda con una cantidad resultante de la venta, y la otra va directamente a la propia plataforma que los gestiona. Plataformas que cuentan con distintos niveles de compradores en función del número de NFT que adquieren. Desde la categoría única (que sólo adquiere un producto) hasta los llamados Limited, que superan los 1000 por temporada. Además, conforme una misma persona va comprando más NFT en esa plataforma, va recibiendo «premios» como muestra de su fidelidad. Premios que pueden incluir entradas para asistir en directo a ver a su ídolo.
Un crecimiento exponencial y sin límites en el mundo del fútbol
Y si hay algún deporte donde los NFT están creciendo de manera exponencial, ese es el mundo del fútbol. En un reciente informe elaborado por la UEFA, el máximo organismo del fútbol europeo resalta el crecimiento de este fenómeno además de las propias criptomonedas. Se trata además de una nueva fuente de ingresos para los clubes que logran otra consecuencia inmediata, interactuar de manera mucho más directa con sus aficionados como consecuencia de la adquisición de este producto del club.
Según el citado informe, desde el pasado 2021 se ha producido un increíble aumento en el número de clubes que firman licencias y acuerdos con plataformas de criptomonedas y NFT. Entre ellas llama especialmente la atención dos de ellas como son Sorare y Socios.
Basta con entrar en la web del primero de ellos, para darse cuenta de la magnitud del negocio. Según anuncia en la misma portada, actualmente cuenta con la licencia oficial de 245 clubes del mundo. Entre ellos estarían el Real Madrid, Barcelona, PSG, Liverpool o Bayern de Munich.
Según este informe, son cerca de 145 de los grandes clubes europeos que habrían llegado a acuerdos con la empresa Sorare. En España, además de los dos grandes mencionados anteriormente, cuentan con otros 18 más donde estarían el Atlético de Madrid, Athletic Club de Bilbao, Cádiz, Celta de Vigo, Espanyol, Getafe, Granada, Mallorca, Osasuna, Sevilla, Valencia o Villarreal. Dieciocho son los equipos de Alemania, 11 en Francia o 9 en Italia.
Además las posibilidades de ofrecer este producto o activos digitales son amplias. Desde cromos digitales, imitando el modelo de finales del siglo pasado, como las citadas también monedas virtuales y otras oportunidades de participación. Los fan token están cada vez más integrados en la industria del fútbol, con jugadores, ligas, clubes y asociaciones todos vendiendo derechos sobre su propiedad intelectual para la explotación digital
Las grandes ligas se suman al fervor de los NFT
Pero esta nueva vía de negocio no es exclusiva de los clubes, sea cual sea la modalidad deportiva. También las grandes ligas o asociaciones, e incluso los mismos deportistas que cuentan con la propiedad intelectual, se están lanzando a la explotación de esta nueva vía de negocio.
Los tokens de fans se venden y comercializan con la premisa de ofrecer a los fans oportunidades exclusivas que pasan por poder votar sobre asuntos del club y ganar competencias. Grandes ligas como la NBA de baloncesto o la NFL de béisbol ya se han lanzado a este nuevo mercado. Ya sea adquiriendo estos cromos digitales o incluso, a través de plataformas especializadas, paquetes premium de imágenes que recogen los grandes momentos del jugador o del equipo en cuestión.
En el caso del baloncesto americano, cualquier usuario o «amante» de la NBA, puede adquirir momentos irrepetibles de la carrera de un jugador. Desde Lebron James, Luca Doncic, Michael Jordan… Su valor varía en función de los momentos que allí quedan recogidos. Archivo digital con el que uno puede posteriormente comercializar quedándose casi el 90% de los ingresos, mientras que el 10% restante va para la plataforma en cuestión.
Estamos asistiendo a un negocio que no tiene techo para los deportistas, clubes, asociaciones y una nueva forma de coleccionismo para los fanáticos del deporte, sea cual sea su modalidad, quienes además pueden generar ingresos como resultado de su adquisición. A este abanico de posibilidades se suma las nuevas vías de conexión de las ligas y los propios clubes logran con sus seguidores en cualquier lugar del mundo.
