Divorcio total en la Selección absoluta femenina: ¿dejará el cargo Jorge Vilda?
Más de 15 jugadoras españolas, algunas de las mejores del mundo en sus posiciones, no quieren que el seleccionador continúe en el puesto
Respuesta corta al titular de este artículo: no de momento. O eso es lo que parece, ya que –según fuentes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)–, el seleccionador femenino, Jorge Vilda, está tranquilo. No es que se sienta intocable, pero casi. Y decir esto tras unas semanas convulsas en el seno de la Selección absoluta femenina ya es decir mucho. Vilda se siente fuerte y la Federación de Luis Rubiales le respalda. No obstante, su cargo está en entredicho por diferentes sectores y es que el hecho de que 15 jugadoras se nieguen a ser seleccionadas es totalmente inaudito, tanto en el fútbol femenino como en el masculino.
La Selección femenina tiene dos amistosos por delante –con la mirada puesta, a lo lejos, en el Mundial de Australia-Nueva Zelanda de 2023–. Uno, el viernes 7 de octubre ante Suecia, la tercera mejor selección del mundo. Otro, el día 11 contra la todopoderosa selección de Estados Unidos, la número uno. Una cita, esta última, que puede dar mucho que hablar, dadas las declaraciones públicas de algunas de las estrellas del combinado norteamericano, como Megan Rapinoe o Alex Morgan, que han expresado su apoyo a las jugadoras descontentas con Vilda.
La crisis en el equipo español ha dejado una lista atípica para la concentración de cara a estos dos encuentros. A las 15 ausencias obvias –incluida la de Alexia Putellas que, aunque apoyó a sus compañeras públicamente, no envió el famoso e-mail al estar lesionada–, hay que añadirle dos jugadoras destacadas, dos capitanas, que tampoco están: Jenni Hermoso, que publicó un comunicado previo en el que aseguró que luchará para «encontrar soluciones» a esta crisis, e Irene Paredes, que estuvo en el ojo del huracán en la anterior convocatoria, aquella en la que se filtró que las futbolistas habían pedido la destitución del seleccionador. Ellas no estaban entre las futbolistas que se rebelaron al enviar el correo pidiendo no ser seleccionadas, pero finalmente Vilda no ha confiado en ellas. Y no es de extrañar, dado cómo se han seguido los acontecimientos.
Los ‘códigos del vestuario’
«Se han roto los códigos del vestuario». Este es uno de los argumentos esgrimidos por Jorge Vilda para expresar su estupor desde que un núcleo duro de futbolistas mostrara su descontento con su seleccionador. Esos códigos se resumirían en algo así como que «lo que pasa en el vestuario, se queda en el vestuario».
España está en el octavo puesto del ranking FIFA. Sin embargo, no ha logrado pasar de unos cuartos de final en una gran competición
En las últimas semanas, se han expuesto argumentos contra Jorge Vilda, básicamente, en dos aspectos: el deportivo y el extradeportivo. En cuanto al deportivo, son obvios: actualmente, España está en el octavo puesto del ranking FIFA. Sin embargo, la Selección dirigida por Vilda no ha logrado pasar de unos cuartos de final, ni en una Eurocopa ni en un Mundial.
El actual seleccionador llegó a la absoluta en 2015 tras la marcha de Ignacio Quereda, que se fue tras 27 años en el cargo y la rebelión de una serie de jugadoras, encabezadas por Vero Boquete, que en aquel momento esgrimieron argumentos únicamente deportivos contra el por entonces seleccionador. Años más tarde, la periodista Danae Boronat describió en su libro No las llames chicas, llámalas futbolistas las vejaciones que sufrieron las jugadoras durante esas tres décadas.
Mucho tiempo ha pasado ya desde 2015. Concretamente, siete años. Siete años en los que Jorge Vilda se ha hecho cargo de un equipo repleto de estrellas, en auge y consagradas. Algunas de las mejores del mundo. En estos siete años, los resultados deportivos, de momento, dejan mucho que desear. Apeadas de las competiciones, eso sí, siempre por las campeonas de cada competición. Por Estados Unidos, en el caso del Mundial de Francia, y por Inglaterra, en el de la Eurocopa del pasado verano. En su haber, una fase de clasificación perfecta para el Mundial 2023, aunque frente a rivales muy inferiores.
Para entender estas razones deportivas contra Vilda hay que tener algo muy claro: las futbolistas de la Selección ya son totalmente profesionales con sus clubes –muchas de ellas, incluso, campeonas de Europa con el FC Barcelona–. Están todas acostumbradas a trabajar en ambientes y con equipos también profesionales, con un nivel de exigencia propio del deporte de élite. Los métodos de entrenamiento y las dinámicas de las convocatorias de Jorge Vilda están en entredicho, precisamente, por estas futbolistas profesionales. Hay que precisar que no por todas, pero sí por un grupo importante.
¿Motivos extradeportivos?
Más allá de los motivos deportivos, los rumores de que había algo más se han multiplicado. Esta rumorología era la reina antes de que el diario Mundo Deportivo publicara un artículo detallando algunos de estos supuestos motivos extradeportivos, que se resumen en un control desmedido de las futbolistas. Las jugadoras «aducen que los motivos principales están relacionados con un exceso de control por parte del seleccionador, a veces enfermizo y que incluso llegan a catalogar de ‘dictatorial’», asegura el citado diario.
Por ejemplo, que «Vilda obligaba a las jugadoras a mantener abierta las puertas de sus habitaciones hasta las doce de la noche para comprobar él mismo que estaban allí antes de dormir, una decisión que consideran que atenta contra su intimidad y contra su descanso», o que «el seleccionador les controlaba cuando iban a comprar, hasta el punto de revisarles las bolsas y su contenido, y debían hasta decir con quién se iban a tomar un café».
Las ’15 rebeldes’ no son unas «niñatas» ni unas «caprichosas». Son futbolistas profesionales que quieren que el fútbol femenino español sea competitivo
Además de los rumores de las redes, de lo que se comenta entre los periodistas especializados y de este artículo de Mundo Deportivo, poco más se conoce sobre estas razones que están más allá de lo puramente deportivo. No sabemos si saldrán más motivos a la luz, pero este es uno de los reproches a las jugadoras: que no hayan, hasta el momento, hablado de forma clara y pública sobre lo que les empuja a esta drástica decisión. Tal vez no puedan hacerlo, o tal vez estén esperando a poder hacerlo de forma segura. No son, por supuesto, unas «niñatas» ni unas «caprichosas». Son futbolistas profesionales que quieren que el fútbol femenino español sea competitivo.
El futuro más cercano
Lo que está claro, en este punto de la historia, es que hay 15 jugadoras –más, aparentemente, otras tres– que han arriesgado la posibilidad de jugar un Mundial por su desacuerdo con su seleccionador. También parece seguro que España jugará su tercera competición global con una selección ‘B’, repleta de buenas jugadoras pero no necesariamente las mejores en sus posiciones.
Las jugadoras del Real Madrid son las protagonistas de este equipo y es que, según aseguran fuentes cercanas a las madridistas, el club les ha pedido «que no se metan en líos». También están convocadas algunas campeonas del mundo sub-20 –como Ana Tejada o Salma Paralluelo–. Hay talento, aunque está por ver si el suficiente como para hacer un buen papel en Australia-Nueva Zelanda.
El reto de Vilda es ahora formar un equipo competitivo con jugadoras que no están acostumbradas a jugar juntas. También debe tener un ojo puesto en los demonios que acechan a su gran valedor, Luis Rubiales. Todo apunta a que si cae Rubiales, cae Vilda. Algo que, en el futuro más cercano, no parece que vaya a ocurrir. No todavía. Por lo que, de momento, nos esperan 10 meses de preparaciones para un Mundial muy atípico para España. Aquí, en THE OBJECTIVE, seguiremos informando.