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El preparador de la España de 2010: «No todo vale para ganar y Del Bosque lo dejaba claro»

Conversamos con Javier Miñano, preparador físico campeón del mundo en el Mundial de Sudáfrica, sobre la Selección de entonces y de ahora

El preparador de la España de 2010: «No todo vale para ganar y Del Bosque lo dejaba claro»

Javier Miñano, en una imagen de archivo junto a Vicente del Bosque. | Cedida por el autor

Javier Miñano (1967, Madrid) fue preparador físico de la España campeona del mundo en Sudáfrica 2010. Es, ante todo, un hombre de confianza del histórico seleccionador Vicente del Bosque: ha estado trabajando junto al técnico salmantino durante cerca de 25 años. Ahora, tras haber estado en hasta tres citas mundialistas, lo hace con la Federación de Armenia. El profesional deportivo comparte con THE OBJECTIVE sus impresiones sobre la selección que ganó aquel torneo y la escuadra de Luis Enrique que aspira a hacer lo mismo en Qatar este 2022.

PREGUNTA.- ¿Qué hace Javier Miñano ahora?

RESPUESTA.- Estoy aquí en Armenia con la selección en un proyecto español que arrancó con Ginés Meléndez como director deportivo de toda la Federación. Primero estuve con un seleccionador del país y después con Joaquín Caparrós. Se han conseguido unos éxitos muy importantes, históricos para esta selección.

No solo nos encargamos de la preparación física de la absoluta, sino también de la formación de los entrenadores, preparadores físicos… Intentamos mejorar la preparación de los jugadores, de la captación de talento. 

P.- Acaba de empezar el Mundial, ¿algo de morriña?

R.- Morriña, bueno eso es una palabra (se ríe). Cuando llega un evento así y cuando echo la vista atrás, he estado de alguna manera en los tres últimos mundiales. En el 2010 estuve con España en Sudáfrica, donde todos fuimos partícipes de ese éxito y alegría nacional. Después, en el Mundial de Brasil, donde repetí con España.

Luego, en el de 2018 en Rusia, estuve con Corea del Sur, en este caso acompañando al segundo entrenador que era Toni Grande. Los dos estuvimos ayudando a la selección coreana. Y ahora Armenia ha estado clasificada para ir al Mundial durante la mitad de la fase de clasificación, algo que habría sido milagroso. Pero al final, en el momento crucial, no pudimos conseguirlo. Habría sido mi cuarto Mundial consecutivo. Es un evento que, todos los que estamos en este deporte, soñamos con estar ahí y participar de alguna manera. 

P.- Como decimos, igual la gente no sabe que Javier Miñano fue campeón del mundo en Sudáfrica con España

R.- La gente recuerda la figura de Vicente del Bosque: el resto somos o tenemos que estar en esa segunda línea. A nivel internacional, es verdad que se tiende a respetar y valorar mucho más la figura del preparador físico, y de hecho, hemos estado trabajando en otras selecciones, como ahora en el proyecto español en Armenia. Por supuesto que la gente se acuerda, porque gracias a lo que lograron los jugadores y a nuestro trabajo, podemos disfrutar ahora del éxito fuera de nuestras fronteras. 

«La pauta de Vicente del Bosque de intentar sumar hizo la transición de aquella selección mucho más fácil»

P.- ¿Qué recuerdas de aquel Mundial ?

R.- Uf, es algo largo de explicar, porque fueron muchísimas experiencias. Primero, fue un privilegio poder haber vivido aquel Mundial donde se consiguió algo histórico para la selección. Es verdad que las expectativas eran terribles, aunque nosotros teníamos unas expectativas muy altas después de recoger el testigo de una selección que se había proclamado campeona de Europa. Era un reto muy exigente y alto. 

Había una adherencia muy grande de los jugadores hacia el seleccionador anterior, Luis Aragonés; pero la pauta de Vicente de intentar sumar hizo esa transición mucho más natural. Que Del Bosque evitara cualquier ego de entrenador, o intentara hacer probaturas. Todo eso quedó en un segundo plano. En el primer plano estuvo intentar mejorar o continuar el rendimiento tan alto que se tuvo en la Eurocopa anterior

A partir de ahí, hay que destacar la cordialidad del grupo, con unas inercias y positivismo muy grande. Y luego la dureza, porque después de la derrota que sufrimos en el primer encuentro, todo el mundo se echó encima con un mensaje negativo, en cierto modo lógico tras el golpe. Tuvimos que crear una coraza, mandar mensajes positivos. Fue muy importante de cara al éxito posterior. Destaco sin duda el aspecto humano del grupo y su ambición.

P.- Futbolísticamente ya se ha dicho mucho sobre porque se ganó el Mundial, ¿pero físicamente?

R.- En un Mundial es diferente y más en Este donde apenas hay tiempo. Y esa falta de tiempo hace que la dinámica sea muy parecida a la que pueda tener un equipo con una alta intensidad competitiva. Los que están acostumbrados a competir de miércoles a domingo, se van a encontrar una situación muy parecida en este Mundial. Pero sí, hay que sumar el factor emocional del jugador, que debe superar el 100%. Normalmente, suelen ser mucho más exigentes los partidos y se incrementa conforme avanza la competición. Por tanto, hay un factor de riesgo por el nivel de exigencia que tienen los encuentros.

P.- ¿Imagino que usted es partidario de dar descanso después de un partido? ¿Y que un futbolista tenga hasta el día libre si es posible?

R.- En un Mundial donde juegas casi cada tres días debes gestionar muy bien el descanso. Es evidente que al día siguiente del partido hay muchos equipos técnicos que dan el día libre. Nosotros somos más partidarios de ese día aprovechar para que los jugadores que no ha competido en el encuentro aprovechen para entrenar. Además, también en ese primer entrenamiento los jugadores nos cuentan cómo están y cómo está funcionando su tratamiento si hemos iniciado ya algo la noche anterior. De esta forma, podemos saber cómo están al día siguiente. Por lo tanto, este día siguiente, que podría ser bueno para desconectar para el jugador, lo tenemos que usar para el beneficio de entrenar. Pero claro que hay que dar días completos en función del calendario. 

«A los jugadores jóvenes a veces hay que controlarles en los entrenamientos»


P.- Hay mucha gente joven en esta selección. ¿Eso es mejor porque se les pueden pedir más esfuerzos?

R.- Sí es verdad que es un tema interesante, porque en nuestra época notamos que los habituales de las convocatorias focalizan su atención durante los entrenamientos en estar lo mejor posible para el día del partido. En el caso de los jóvenes que vienen por primera o segunda vez, o que son menos habituales en los encuentros, encontramos una mayor intensidad en los entrenamientos. Se controlan menos. Esto puede ser positivo porque se entrenan con más intensidad, pero también negativo porque pueden perder el foco de atención de estar bien para el día del encuentro. De cara al entrenamiento, al jugador joven le debes controlar más, que entienda que debe estar bien para el partido. 

Y en cuanto al nivel competitivo, en el alto rendimiento depende mucho de las características de cada futbolista. Habrá jugadores jóvenes que su rol exige mucho esfuerzo, pero en otros casos no lo exige tanto por su función en el terreno de juego. 

P.- ¿Qué le parece físicamente la selección española? ¿Y técnicamente? ¿Somos favoritos?

R.- Debemos preguntar incluso: ¿Hasta dónde puede llegar esta selección? En el momento que un equipo rinde, podemos ver su estado físico, pero muchas veces, no por correr más tienes un mejor rendimiento. Al jugador se le debe medir también por los aspectos tácticos, técnicos y psicológicos.

En cuanto a si es favorita, a esta selección la denominamos candidata. Por supuesto que se puede intentar lograr el reto del Mundial, e imagino que está en la cabeza de los jugadores y el seleccionador. Lógicamente somos conscientes de la dificultad que esto tiene, porque hay 32 selecciones que optan al Mundial, a diferencia de Sudáfrica que eran menos. Y solo una consigue el título. Pero, por lo que estamos viendo, claro que podemos optar. 

«Al jugador se le debe medir no solo por lo físico también táctico, técnico y psicológico»

P.- ¿Para Miñano, quién es el jugador físicamente más portentoso en este Mundial?  El prototipo de futbolista perfecto.

R.- Uf, en principio deberíamos hablar del físico en combinación con todos los otros aspectos: técnico, táctico y psicológico. A nivel subjetivo, nos llama la atención un jugador con una carrera muy veloz como puede ser Mbappé. Une a su calidad técnica, una velocidad muy alta. Pero también depende de la posición, porque Van Dijk me parece muy poderoso en todos los sentidos. Y como medio centro Tchouaméni tiene una fortaleza muy importante. 

P.- ¿Tendrá muchas consecuencias físicas este Mundial en lo que queda de temporada?

R.- Lo veremos, porque es la primera vez que nos enfrentamos a este reto. Es verdad que nos pilla al jugador con menos partidos y a partir de ahí, del esfuerzo que van a hacer en el Mundial por encima de lo habitual, podremos verlo al final de temporada

«La toma de decisiones con Vicente del Bosque nacía de propio jugador» 


P.- Siempre ha trabajado de la mano de Del Bosque, primero en el Madrid, luego en la selección. ¿Qué tenía Vicente para lograr el éxito en todo lo que tocaba?

R.- Vicente tenía las cosas y los objetivos muy claros. Desde el primer momento, quería mejorar o aportar al proyecto que puso en marcha Luis Aragonés ante el reto más grande que existe, que fue el Mundial de Sudáfrica. Sus maneras eran menos visibles, vendibles, el quería estar en un segundo plano. Las decisiones no las tomaba él ni nosotros, sino que nacían del propio jugador. 

Para eso hay que tener una manera muy especial de gestionar el grupo y sobre todo un perfil de liderazgo muy definido y muy claro. Ha sido un entrenador con el que he compartido 25 años y unos de los mayores privilegios ha sido poder crecer tanto personal como profesionalmente a su lado. Sin duda, la armonía, la serenidad o la sencillez son adjetivos para valorar su manera de entrenar, gestionar y liderar. No todo vale para ganar y él lo dejaba claro con su comportamiento diario. 

P.- ¿Pasó muchos nervios en la final del 2010?

R.- Sí, pasé muchos nervios, no solo en la final, Fue un período muy exigente y cuando acabamos todos con la alegría del título, notamos cierta fatiga. Pero era algo muy especial y el vivirlo te carga de orgullo y responsabilidad. 

«Con el gol de Iniesta la sensación fue de que se podía conseguir algo muy grande»

R.- ¿Qué pensó cuando marcó Iniesta?

R.- No piensas mucho. Cuando marcó el gol están el salto y la explosión de alegría. Y a la vez, ver al propio Vicente tratar de atenuar ese estado de euforia porque todavía quedaba tiempo hasta que no terminase y podía ocurrir cualquier cosa. Era la sensación de que se podía conseguir algo muy grande, que estaba cerca. Ese sueño se hacía realidad. 

P.- ¿Dónde guarda la réplica del campeón del mundo?

R.- La tengo en el comedor de casa. De alguna manera, me siento partícipe de haber contribuido a lo que más nos sorprendió cuando llegamos a Madrid: esa explosión de alegría nacional, que fue algo que nunca se me olvidará.

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