«¿Cómo que 33?»: los fans de Fernando Alonso enloquecen todo Twitter
Los fieles del piloto asturiano confían en que pueda lograr una nueva victoria en la Fórmula 1, por lo que han revolucionado las redes sociales
¿Le gusta Fernando Alonso, ha visto usted recientemente el número 33 en algún lado y una parte de su cerebro se ha activado? No se preocupe, no está usted enfermo. O quizás sí. A este malestar se le conoce desde hace años como la ‘Alonsomanía‘ e involucra a los fieles del piloto asturiano que resisten contra viento y marea las inclemencias de la carrera en la Fórmula 1 del dos veces campeón mundial, quien a pesar de llevar unos cuantos años alejados del podio, aún arrastra marejadas de fans.
Y es que si puebla las redes sociales, en especial Twitter, habrá notado como este número tan particular puebla cada mensaje que lee. Puede, si decide prestarle atención, que con el paso de las horas lo vaya viendo en más sitios. En un número de teléfono, en una parada del autobús, en la página de ese libro que tenía entre las manos antes de acostarse, en un código de barras… El 33 le persigue, a usted y a todos los amantes del deporte.
Este casual meme no responde al azar. Los aficionados a la Fórmula 1 llevan perseguidos por este número exáctamente desde la tarde del 12 de mayo de 2013: ¡la última victoria de Fernando Alonso en el Gran Circo!. El lugar no fue uno más, sino en el Gran Premio de España. Última victoria, y encima en casa. ¡Ojo que no es para menos!
Esa tarde, Alonso (o ‘el Nano’ si hablamos en Melendi) firmó su 32 victoria en la máxima categoría del motor y al mismo tiempo, a los pocos segundos de besar el cielo, arrancó el periplo por el desierto al que lleva condenado desde hace años. El asturiano no ha vuelto a subirse a lo más alto del podio desde entonces. Ha encadenado varios segundos y terceros puestos, platas y bronces que, aunque no empequeñecen su figura, siempre dejan la sensación de lo que pudo haber sido y nunca será… O casi nunca.
Los alonsistas tienen una condena: confiar ciegamente en las posibilidades del piloto, por mal que pinte la mano y por fatal que pinte la temporada. Pase lo que pase, Alonso tiene todas las de ganar, aunque para ello hagan falta cataclismos que le permitieran recuperar posiciones perdidas en la parrilla.
Cada fin de semana es el indicado. Todo está construido para que sea la mejor tarde de sus vidas: ese es el momento en el que Fernando Alonso Díaz hará la carrera del siglo, remontará las posiciones imposibles, doblará a todo el que se ponga en su camino y, al fin, tras casi diez años paseando por el infierno, logre tocar, agarrar y no soltar la ansiada victoria 33. Hay quienes viven, como los fieles más puristas, esperando este instante.
Alonso y el meme del 33
Para los neófitos o recién conversos a esta religión civil, hará falta explicar el origen de este particular meme. Si acaban de empezar en este nuevo mundo de las redes sociales de Fórmula 1, tendrán que empezar por seguir a una de las cuentas más reconocidas y famosas del mundillo: @Nanosecso.
El usuario –conocido por su afán por el trabajo (esa se la sabe bien)– es el padre de este particular hecho que ha dejado a más de uno tocado por más de una semana. Desde hace un par de años, el perfil ha sido uno de los más fieles seguidores del piloto asturiano, incluso durante la infame etapa de Alpine, donde fue el creador y principal difusor de la teoría de El Plan, que afirmaba que Alonso estaba condenado a ganar el Mundial con la escudería francesa.
Esto finalmente no se dio. Alpine tomó una serie de malas decisiones técnicas, lo que acompañado a la falta de fiabilidad del coche provocaron que sus posibilidades se desvanecieran semana a semana, carrera a carrera. A pesar de ello, hay quienes deciden creer. Ahora que Alonso ha abandonado a los franceses rumbo a Aston Martin, comienza un nuevo proyecto: La Misión, en la que al fin se producirá la deseada victoria 33.
@Nanosecso es el principal impulsor de esta fe. En cada una de sus publicaciones comparte cómo este número está presente en todos lados: desde la naturaleza, las marquesinas, los precios de las tarrinas de helado del supermercado y hasta en el número de palabras en la letra de una canción.
Sin embargo, sucede algo aún más grave: el propio Fernando Alonso colabora a esta histeria particular. En todas sus publicaciones en las redes sociales, el asturiano deja estas pistas para sus más fieles seguidores, dando, por ejemplo, 33 pasos en una carrera, pulsando 33 veces unos botones en un juego de reflejos o poniendo sus dedos en un perfecto ángulo de 33 grados (no nos lo inventamos; todo está conectado).
El Sistema de Activación Reticular
La psicóloga Marian Rojas Estapé explica con un ejemplo muy particular lo que está sucediendo en Twitter. En una de sus conocidas conferencias, la profesional, autora del libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas, explica que una vez que estuvo embarazada, comenzó a darse cuenta de que por las calles había muchas más personas en el mismo estado. Ironiza bromeando al asegurar que no cree que eso se diera porque hubiera marcado tendencia con esta decisión, sino que debía tener otra explicación.
Usted puede que haya notado que si por ejemplo lleva muletas, de repente, por la calle hay decenas de personas que también las llevan por alguna cojera o por cualquier motivo. No es que usted sea un icono pop, ni que todo su barrio se reúna en asambleas nocturnas y a sus espaldas para decidir qué forma de desquiciarle seguirán mañana.
Si alguna vez se ha preguntado qué diablos pasa en esas ocasiones, la respuesta está en usted mismo y su cerebro, que cuenta con este particular sistema que algún día le sirvió a la especie para sobrevivir y que ahora lleva por la calle de la amargura a un centenar de usuarios de Twitter. Lo que le sucede es que su Sistema de Activación Reticular (S.A.R) ha entrado en funcionamiento.
La importancia de este sistema no es causalidad. Su función es ponernos alerta ante aquello que ronda nuestra cabeza en exceso, haciendo que su principal función pase a ser detectar ese patrón o esa condición que nos machaca porque sabe que queremos prestarle atención. ¿Quiere que llegue la victoria 33 de Alonso? Verá el 33 allá por donde vaya.