Denver contra Miami: la final más inesperada de la NBA puede ser la más interesante en años
La temporada de baloncesto en EEUU llega a su fin con el duelo entre los Nuggets y los Heat, dos equipos con los que nadie contaba
Pocos a principio de temporada hubieran apostado por ellos. De hecho, en el análisis que realizamos allá por el mes de octubre, no figuraban como favoritos al título ni tampoco como aspirantes, aunque sí como posibles sorpresas. Y vaya si han sorprendido: los Denver Nuggets y los Miami Heat serán finalmente las dos franquicias que se disputarán desde este jueves el título de la NBA, en una serie a siete partidos que servirá para cerrar de manera inmejorable una temporada en la que nada ha ido según lo previsto. Lo hacen, eso sí, por méritos propios: la franquicia de Colorado se ha confirmado como uno de los baloncestos más vistosos y efectivos que se han visto en años, mientras que los de Florida son puro corazón y juego en equipo. Además, gane quien gane, se hará historia, porque Denver nunca ha ganado el título y Miami sería el primer equipo en alzarse con el Larry O’Brien tras clasificarse en la última posición para los playoffs.
Pero vayamos por partes. Los Denver Nuggets llegan a estas finales como favoritos, respaldados por su impresionante rendimiento en los playoffs y por aupados sobre las enormes espaldas de su gran estrella Nikola Jokic. El pívot serbio, que ya venía de ganar dos premios al jugador más valioso (MVP) seguidos tras sendas temporadas estratosféricas, ha redefinido por completo con sus pases y estilo de juego lo que puede aportar un big man en la pista. Además, por primera vez, ha demostrado que sus vistosas capacidades también sirven para ganar, llevando a su equipo a las primeras Finales de la historia de la franquicia: con ocho triples-dobles en 15 partidos de playoff, ha promediado unos impresionantes números de 29,9 puntos, 13,2 rebotes y 10,1 asistencias.
Tras él, aparece un quinteto temible, comandado por dos buenos anotadores como Jamal Murray y Michael Porter Jr., que tras un año en el dique seco por lesión han sido la segunda y tercera espada para un equipo heliocéntrico en el que casi todo gira alrededor de Jokic. Le acompañarán también secundarios de lujo como Kentavious Caldwell-Pope, Bruce Brown y Aaron Gordon, jugadores perfectamente capaces de hacer un roto a cualquier equipo que se centre mucho en defender al jugador serbio. Además, a favor de los Nuggets también juega factor cancha, con un Ball Arena de Denver donde hasta ahora han sido imbatibles durante estos playoffs, en gran medida por el empuje de su público pero también por la altitud: son la única franquicia acostumbrada a jugar a 1.000 metros de altitud, en medio de las rocosas.
Sin embargo, hablar de Denver como favoritos no solo no desmerece a los Heat, sino que puede incluso agrandar su leyenda. El equipo de Florida, clasificado como octavo en la Conferencia Este, ya ha logrado dar la machada ante todos los equipos a los que se ha enfrentado en playoff, eliminando a favoritos como los Boston Celtics o los Milwaukee Bucks. Además, han demostrado ser capaces de ganar partidos importantes en canchas ajenas —el último un séptimo partido en Boston en el que toda la prensa deportiva estadounidense les daba por muertos— lo que añade emoción a la serie.
Por mucho que la presencia del Miami Heat en las Finales sea una sorpresa para muchos, su rendimiento en playoffs ya lo es menos. Ya alcanzaron las finales del Este en dos de las tres últimas temporadas a pesar de que nadie daba en ningún momento nada por ellos. Con una cultura de equipo en la que el grupo está siempre por encima del individuo y uno de los mejores y más longevos entrenadores de la NBA a los mandos –Erik Spoelstra– los Heat han demostrado ser un año más esa ‘mosca cojonera’ que ningún equipo quiere encontrarse en playoff. Y es que jugadores como Jimmy Butler o Bam Adebayo son siempre sinónimo de entrega y pasión.
De hecho, gran parte del éxito del Heat en el último mes se debe a Butler, quien ha vuelto a encender el modo clutch y ha promediado más de 28,5 puntos por partido en los playoffs. Sus actuaciones han sido icónicas, como cuando anotó 56 puntos en el cuarto partido contra los Bucks, la cuarta mejor marca de la historia de la postemporada de la NBA. Por otro lado, y aunque el pívot Bam Adebayo es la otra pieza teóricamente clave en el equipo de Florida, hasta ahora ha mostrado un rendimiento inconsistente y ha sido superado por el sorprende Caleb Martin, un jugador no seleccionado en el draft de 2019 y cortado por los Hornets hace apenas dos temporadas, pero que ha destacado con un promedio de más de 19 puntos en la serie anterior.
Además, si a favor de Denver juega el factor cancha, Miami tiene el viento de popa de su propia experiencia: mientras los Nuggets están buscando su primer anillo de campeonato, los Heat están más familiarizado con estas instancias, ya que llegaron a las Finales en 2020, donde perdió ante los Lakers, y estuvo a un punto de clasificarse el año pasado en el séptimo partido de las finales de la Conferencia Este contra los Celtics.
Cosas a tener en cuenta en la final NBA
Además del enfrentamiento deportivo, existe una tensión adicional entre estas dos franquicias debido a un incidente que data de 2021. Entonces Jokic agredió al jugador de los Nuggets, Markieff Morris, después de que este hubiera cometido una dura falta sobre él, provocando un enfrentamiento con Butler y sus compañeros. En los días siguientes, no se habló de otra cosa en el mundillo NBA, ya que numerosas estrellas entraron a opinar e incluso los hermanos del jugador serbio amenazaron con intervenir. Un pasado que añade un elemento de rivalidad a esta serie entre dos equipos no demasiado acostumbrados a enfrentarse entre ellos, aunque ahora se podrían hartar: las finales podrían prolongarse hasta el 18 de junio si es necesario jugar los siete partidos.
Más allá de las viejas rencillas, también será clave el duelo de entrenadores. Tanto Michael Malone como el mencionado Erik Spoelstra son dos entrenadores talentosos y exitosos que han dejado su huella en la liga. Con una carrera que se remonta a su tiempo como asistente en los Cavaliers y los Warriors, Malone ha logrado convertir a los Nuggets en un contendiente consistente en la Conferencia Oeste. Su habilidad para desarrollar el talento joven y su enfoque en el juego en equipo han sido cruciales para el éxito de los de Colorado. Además, su capacidad para ajustar tácticamente durante los partidos ha sido clave para superar obstáculos y avanzar en los playoffs.
Por otro lado, Erik Spoelstra, entrenador del Miami Heat, es un maestro de la disciplina y la mentalidad ganadora. Su trayectoria en la NBA comenzó como asistente en los Heat y eventualmente asumió el puesto de entrenador en jefe. Spoelstra ha guiado a Miami a múltiples finales de la NBA y ha demostrado una habilidad excepcional para maximizar el potencial de su plantel. Su enfoque en la defensa y su capacidad para adaptarse a las fortalezas y debilidades de su equipo han sido clave en su éxito, con una apuesta por la defensa en zona que, aunque habitual en Europa, es una rara avis en EEUU.
En este sentido, Spoelstra es conocido por su ética de trabajo incansable y su habilidad para motivar a sus jugadores a alcanzar su máximo rendimiento. Y aquí llega la última de las claves de las finales, que a su vez quizás una de las primeras cosas que hemos mencionado en este análisis: la capacidad de Miami para dar una y otra vez la sorpresa. En esta serie, los modelos de análisis y las casas de apuestas apenas le dan un 15% de posibilidades de victoria a la franquicia de Florida. Pero es que, en las anteriores, las opciones del los Heat eran igual de pírricas. Nadie cree que un octavo clasificado pueda ganar la NBA —de hecho, es algo que nunca ha ocurrido—, pero tampoco nadie creía que Miami podía echar a Giannis Antetokoumnpo o Jayson Tatum de los playoffs, y lo han hecho. Toca creer de nuevo en South Beach, lo que hace que estas finales sean, sin duda, una de las más inesperadas e interesantes de los últimos años.