THE OBJECTIVE
El purgatorio

Manolo Lama: «Florentino Pérez no acepta la crítica y malgasta su poder»

El veterano narrador de la COPE explica que «el PSOE y el Gobierno le permitió todo a Luis Rubiales»

Manolo Lama (Madrid, 1962) aparca en el parking de la Cadena COPE y se acerca andando hasta la redacción de THE OBJECTIVE. Cuando llega, admite que le han parado varias personas, unas cuantas fotos y otros tantos saludos en la distancia, a grito pelado. Es fácil hablar de Lama, 40 años en el periodismo deportivo, ha narrado más Champions para el Real Madrid de las que han ganado Florentino Pérez o Santiago Bernabéu, puso voz al FIFA durante décadas, sigue estando en la televisión. Es un todoterreno que da la sensación de no agotarse jamás. Vigor sería una buena palabra para definir a una de las voces más reconocidas de la prensa futbolera de España, país amante del balompié casi por encima de todo. Una religión con múltiples deidades.

PREGUNTA. – ¿Y no le cansa viajar tanto?

RESPUESTA. –  La verdad es que no me cansa porque me entretiene y sobre todo porque disfruto de hacer lo que hago. Es verdad que muchas ciudades ya son repetitivas, pero lo llevo bien. Hay veces que hasta viajar me vale para descansar.

P.- ¿Cuál es el lugar más remoto en el que ha narrado?

R.- Me acuerdo que lo pasamos fatal una vez narrando en Azerbayán porque teníamos muchos problemas de enlaces de wifi. Ni había wifi ni líneas. Lo que tuvo que hacer el técnico, que era Paco Quiroga, fue conectar unas parabólicas para mandar el sonido. Una cosa rarísima, pero salimos y luego la verdad es que he narrado en los cinco continentes. Pero yo creo que el país más problemático para comunicarnos fue Azerbayán.

P.- ¿Un narrador nace?

R.- No sé si nacerá o no. Lo que sí sé es que no hay unas pautas definidas para ser un buen narrador. O sea, te puedo dar una serie de consejos, pero llevando los consejos al pie de la letra, no te aseguro que seas un buen narrador. Un narrador es un cóctel de muchas cosas. Y luego siempre la pizca de fortuna de que guste como lo haces. 

P.- ¿Y el deporte más raro que ha narrado?

R.- Estuve en la medalla de oro de tiro con arco en Barcelona 92. Imagínate ese tío que coge las flechas, estira al arco, el pino cimbrea, España entera somos la punta de la flecha. Hay que darle a la diana. Se le tensa el bíceps, mira con el ojo fijo, lanza la flecha y oro. He narrado remo, cuando ves que vienen seis embarcaciones y no tienes ni puta idea de cuál va primera, vas jugando con recursos, te van llegando datos.

Tengo la sensación que un buen narrador puede narrarlo todo, otra cosa es que guste. Todo en la vida es narrable, he tenido la desgracia que he caído cerca de un atentado y he tenido que entrar a la radio para contar lo que ocurría allí o cerca de una bomba en Atlanta que nos pilló en los Juegos Olímpicos o un secuestro de avión. El buen periodista está para todo. 

P.- Cuando hablan de Manolo Lama hay una palabra que siempre se repite: vigor. ¿No se cansa?

R.- Seguro que me canso como los demás, lo que pasa es que me gusta tanto mi profesión, que para mí ir a currar es un chute de energía, un chute de alegría. Me gusta mucho currar, me gusta mucho trabajar en lo que trabajo. Seguramente si yo trabajara en un banco ya me habría jubilado.

P.- ¿No se plantea la jubilación en el periodismo deportivo?

R.- Tengo la teoría de que el periodismo deportivo no te jubilas, te jubilan. Y a día de hoy, a mis jefes, de momento, les sigo gustando. Llegará un día que me jubile o llegará un día en que yo diga ya no puedo más o ya no me ilusiona. Pero cuando me levanto por la mañana lo hago chutado como un avión.

P.- ¿Le sigue poniendo el fútbol?, ¿el deporte?

R.- Me pone el deporte, pero me pone mucho la radio, me pone mi profesión, me pone el periodismo. Yo levantarme cada mañana para inventarme un programa de tele, inventarme un programa de radio e inventarme una narración me pone mucho, me excita, me llena mucho.

P.- Estamos en El purgatorio

R.- Nunca había estado en un purgatorio, pensaba que estaba peor de lo que me han contado. Ten en cuenta que trabajo en la COPE, allí hay cielo, infierno y purgatorio.

P.- En la COPE, que aunque no hay curas en los pasillos, hay gente que lo piensa.

R.- En la COPE, voy a decir una cosa que posiblemente a la gente le va a sorprender, de todos los medios en los que trabajo es el medio donde lo hago más libremente. A mí no me han dicho nunca ni tienes que decir ni no tienes que decir, ni me tienes que contar, ni esto no lo puedes contar. Somos un grupo de profesionales que trabajamos en la COPE, cuyo accionista es la Iglesia, pero donde no nos han marcado jamás las pautas. 

P.- O sea, más libre en la COPE que en la Cadena Ser.

R.- No, en la SER tampoco me dijeron nunca lo que tenía que decir, tampoco me lo dijeron. Pero sí que sentías alguna espada de Damocles, que tampoco nos dijeron nunca que no habláramos de algo. Aunque por ejemplo, había temas como Florentino Pérez, que era un tema peligroso. Sin embargo, nunca me dijeron «no hables de Florentino». Recuerdo que compañeros míos, como Roberto Gómez o José Ramón de la Morena, tuvieron problemas en su época con Ramón Mendoza. Era un tema peligroso, creo recordar que era accionista de Prisa o amigo de Polanco, pero nunca a mí personalmente me dijeron «de esto no hables». 

«Si en el campo del Madrid y del Barcelona me llaman ‘hijoputa’, algo bien estoy haciendo»

P.- Pillamos a Manolo Lama a unos días de narrar otra final más de Champions donde juega el Real Madrid, que puede optar a la 15ª Copa de Europa, esto es impresionante. 

R.- Sí, yo cuando lo oigo digo «joder, 15 Champions para el Madrid», si la consigue es tremendo. Pero fíjate, yo he estado en nueve, he narrado más Champions que ha ganado Bernabéu, he narrado más Champions que ha ganado Florentino. Y dices «joder, que viejo soy macho», porque yo recuerdo cuando narré la 7ª Copa de Europa, claro, el madridismo venía de un vacío tremendo. Desde la Champions de los yeyés no se había ganado, yo recuerdo que aquella 7ª con Lorenzo Sanz de presidente fue una locura. Después de esa locura ha habido siete locuras más y puede haber ocho locuras más, es tremendo.

P.- ¿Hay un ADN blanco?

R.- No sé si hay un ADN blanco, pero hay un gen ganador. Desde que narro al Madrid, que lo narro hace 40 años, el Madrid siempre tiene un plus que no tienen los demás equipos, que cuando tú piensas que el Madrid está muerto, el Madrid no está muerto. Siempre digo una frase, «cuando acabe el partido no digas que el Madrid ha perdido hasta que no pasen 15 minutos”. No lo digas antes porque es un equipo que cuando nadie lo imagina, el Madrid lo consigue. Y eso, eso es de valorar y además de valorar mucho.

P.- Lleva muchos años siguiendo al Real Madrid, muchos años con Florentino Pérez como presidente del Madrid, pero nunca ha sido un periodista muy lisonjero con él, por decirlo así, no muy cercano al presidente.

R.- A mí me paga la Cadena COPE y anteriormente la Cadena SER. Yo no tengo que rendir pleitesía a nadie y simplemente tengo que dar mi opinión o informar de lo que creo que es veraz y cierto. Cada uno es muy libre de en la vida del periodismo moverse como quiera. A Florentino no le debo nada y, evidentemente, él a mí me debe menos. Me limito a informar de lo que es el Real Madrid, hay cosas que le gustarán y hay cosas que no le gustarán.

¿Qué pasa? Que Florentino Pérez normalmente, si las cosas le gustan, todo va bien. Si lo que encuentra no le gusta, ahí ya te hace la cruz, te hace la marca. Voy a seguir igual ya con los años que tengo, no me voy a bajar del burro. Siempre digo que tú tienes la libertad de ser periodista de bufanda, que es respetable, digno y necesario. Puedes ser periodista libre, puede ser periodista trincón o puede ser periodista mamador. Cada uno elige lo que quiere y todo es respetable.

P.- ¿Hasta los mamadores?

R.- Oye, cada uno tiene que llevar a su casa comida para sus hijos, dinero para los colegios. Cada uno enfoca su vida como quiera, no me meto en la vida de cada uno. Cada uno proyecta su profesión como le dé la gana. Hay muchos periodistas mamadores que consiguen muchas noticias que otros no lo consiguen. Para mí eso también tiene mucho mérito.

P.- ¿Qué no te gusta de Florentino en su modo de ejercer la presidencia del Real Madrid?

R.- Primero que no acepta la crítica, tiene mandíbula de cristal, y segundo, que todo el poder que tiene hay veces que lo malgasta. Está demasiado pendiente de tapar bocas por decir lo que los demás piensan, eso es una tontería. O sea, ¿tú crees que alguien va a criticar ahora a Florentino? Ganando Champions una detrás de otra, firmando a Mbappé o con un Madrid rejuvenecido, no, no lo puedes criticar.

Ahora, ¿tú crees que alguien no iba a criticar aquel Madrid hecho a base de talonario, sin pies ni cabeza, con entrenadores que salían o con jugadores que hacían lo que les daba la gana? Es que aquello era criticable. Lo que no puede ser es que todo lo que haga Florentino esté bien, ni todo lo que haga Florentino esté mal. Lo que yo creo que un periodista debe decir lo que cree que está bien y lo que está mal.

P.- ¿Y cómo se lleva con el madridismo?

R.- Si te invito a que vengas conmigo al Bernabéu, verás cómo me llevo con el madridismo. El madridismo me pide fotos, me pide autógrafos, se ríe conmigo. Y luego hay un sector del madridismo que me critica, me ataca. Pero yo siempre digo lo mismo, o sea, si yo voy al Bernabéu y me llaman «hijoputa» y voy al campo del Barça y me llaman «hijoputa», al Atleti y me llaman «hijoputa», algo bien debo estar haciendo. Es decir, que debe ser que digo lo que creo y que a algunos le gusta y a otros no le gusta. Y tampoco me voy a bajar de ese burro.

P.- Ahora que hay un auge del periodismo de bufanda, del identificarse con un  club, de llevar la camiseta en el oficio, ¿a usted nunca le ha apetecido hacerlo?, ¿o no le sale?

R.- El único equipo que tengo es la COPE, es que a mí la que me paga la COPE. Y es que a mí el Madrid, el Atleti, el Barça no me dan nada. Ahora, si me dijera el Madrid, el Barcelona, «te contratamos para el departamento de comunicación y te vamos a pagar cada mes 20.000 euros». Vamos, chico, me ponía la camiseta, la gorra, la bufanda, las botas. Pero a mí me paga la COPE para informar, para decir lo que pienso y para contar lo que veo.

P.- Pero Manolo Lama sería de un equipo, al menos de joven. A la gente que le gusta el fútbol siempre es de un equipo cuando niño, después esa pasión es cierto que se puede matizar.

P.- La gente me dice, «¿tú eres de algún equipo?» Bueno, mi familia es muy cordobesa, me sentí muy del Córdoba, «¿te cae bien el Madrid?» A veces me cae bien, otra vez me cae mal, como me pasa con el Atleti, «¿eres de España?» Pues soy de España, pero tampoco es mi equipo, pero cuando vas a Qatar, por muy español que seas, el despelote que nos montó Luis Enrique lo tienes que criticar. Yo viví con Clemente lo que era aquello, era persecución y captura del periodismo de quien filtraba y de quien contaba cosas. Una guerra con agresiones. Tú no puedes ser de esa gente. Ahora tú eres de un sentimiento.

Yo, por ejemplo, cuando Iniesta gana el Mundial, me sentía el español más feliz del mundo o cuando ganamos las Eurocopas con Luis Aragonés o con Del Bosque. Pero, por ejemplo, no me puse la camiseta de España para narrar los partidos, otros compañeros se la pusieron y los entiendo. No me puse la bufanda de España para narrar los partidos. Yo, repito, trabajo para quien me paga, que es la COPE y cuento lo que veo. Y es un error mezclar tus sentimientos con el periodismo, el periodismo no tiene sentimientos. Para mí no.

P.- Sí, pero como el periodismo deportivo es una materia tan dada a la sentimentalidad.

R.- Lo sé, pero es que a mí me puedes escuchar un día alabar a un jugador y al día siguiente decir que lo ha hecho muy mal. Por eso, afortunadamente no tengo muchos amigos en el fútbol, porque los que quieren ser tus amigos son solo de los que eres mamador. Yo me confesé presidente de la peña mamadora de Sergio Ramos, y entiendo que me critiquen, porque es cierto que a lo mejor a Sergio Ramos yo le he pasado cosas que otros periodistas no lo han pasado. Lo entiendo, y lo acepto. Pero no te creas que me he casado con muchos más, yo era muy de Raúl, Raúl se retiró y yo con Raúl no hablo, si lo veo me saludo con él, perfecto. Como me pasa con Casillas, o era muy de Xavi como jugador, y ahora me tiene vetado, no contesta a Gol Televisión.

P.- ¿Y hay jugadores a los que les coge manía?

R.- No, pero por ejemplo, no soporto a Mourinho, pero profesionalmente, dame Mourinho. Cada rueda de prensa era un espectáculo, si me preguntas, «¿Te gustaría volver a Mourinho en la Liga?» Vamos, mañana por la mañana. Luis Enrique no me cae bien, pero dame Luis Enrique. Es que repito, yo vivo para mi profesión, a mí esos tíos dámelos.

P.- Si el deporte español es el producto más exportable que tenemos, ¿lo de Rubiales ha hecho mucho daño a este país? 

R.- Sí, y además ha hecho daño porque Rubiales ha engañado a mucha gente. Rubiales venía con la bandera de la regeneración y de la limpieza, y Rubiales ha decepcionado a muchas personas. Yo era de los que criticaba a Rubiales, o sea que no me tengo que poner ninguna medalla ahora que ya está sepultado el hombre. Y no me alegro que esté sepultado, no me alegro nunca del mal de los demás. Pero todo lo que ha hecho Rubiales ha sido consentido por el gobierno.

El gobierno de este país le ha permitido a Rubiales todo. Es más, Rubiales presumía de que era amigo de Pedro Sánchez y eso le ha permitido campar a sus anchas en muchos sitios que no podía. ¿Por qué? Porque le tenían miedo. «Es amigo del presidente». Y no digo que el presidente le protegiera, pero él ha presumido de eso. Ha hecho cosas que son inexplicables y se le han permitido, pero que se le han permitido no digo por la gente del fútbol, que se lo ha permitido el Consejo Superior de Deportes, los secretarios de Estado para el deporte, y todos esos son puestos por el gobierno de este país. Todos. 

Manolo Lama, durante su entrevista en El purgatorio – Víctor Ubiña

P.- Entonces me dice que el Gobierno tenía información de lo que Rubiales hacía, no hacía y decía, pero se lo han permitido todo.

R.- El gobierno sabía que grababa a los ministros, sabía que filtraba conversaciones, escuchó los audios con Piqué, sabía que la Supercopa se iba fuera de este país. Sabía lo del ático, lo de las fiestas en Salobreña, lo sabía, si es que eso estaba publicado y miraba para otro lado. Y yo no he escuchado nunca al Consejo Superior de Deportes decir «vamos a llevar al TAD por si esto que ha hecho el presidente de la Federación es digno de inhabilitación». No, miraban para otro lado y de repente ocurre lo de Jennifer Hermoso. Y entonces, como estamos en una guerra política, Podemos se cabrea, estamos en negociaciones entre Podemos y el PSOE. El César acaba bajando el dedo, y Rubiales fue decapitado.

P.- ¿Rubiales era un protegido de Pedro Sánchez?

R.- No voy a decir que lo fuera, yo digo que el PSOE y el Gobierno se lo permitió. Yo no digo que Pedro Sánchez llamara a nadie, eso no lo digo, pero que Rubiales jugaba con esa baza, te lo aseguro. O sea, es que grababa a los ministros.

P.- Al final diría que Rubiales cayó por lo más bobo, póngalo entre comillas lo de bobo.

R.- Siempre digo Al Capone, con todos mis respetos. O sea, Al Capone no le pillaron por la golfería que era matar a cientos de personas, y lo cazaron por defraudar a Hacienda, al fisco. Bueno, Rubiales ha hecho miles de golfadas, no digo que lo de Jennifer Hermoso no sea condenable, pero por eso murió. Y no murió por todo lo otro con lo que tenía que haber muerto mucho antes. Cuando digo muerto, evidentemente se entiende. 

P.- Cuando estalló el asunto Rubiales, recuerdo que tras algún que otro comentario suyo en la COPE, se formó polémica, y acabó diciendo «España se ha convertido en un país de inquisidores»

R.- Lo repito. En este país como no digas lo políticamente correcto, te lapidan. En este país los que ahora van de demócratas, y no señalo a ninguno porque van muchos de demócratas, son la censura de antiguamente. Es increíble que una persona no pueda expresarse libremente. No es lo mismo decir «Oye, estoy a favor del terrorismo», pues que lo condenen, pero tú puedes tener tus opiniones religiosas, políticas, lo que te dé la gana. Y tus opiniones, siempre que no ofendan a los demás, hay que respetarlas. Y en este país, repito, como te salgas de la raya de lo correctamente político, estás muerto.

El Mono Burgos el otro día hizo unas declaraciones, y me parece lamentable que por lo que dijo el Mono Burgos se le despidiera. Que además lo explicó, llamó el presidente del Barça, se puso en contacto con los representantes del chaval, quiso hablar con el chaval, pidió perdón públicamente, y le acabaron poniendo en la calle. Es que no lo logro entender. Tú puedes pensar, ¿Está afortunado o desafortunado? Yo más o menos lo conozco, en ningún momento ahí había racismo, fue una broma mal hecha, se equivocó, se puede aceptar, se le puede dar un capón. Pero de ahí, chico, es que te lapidan y no sales más. Al que le pegan hacia abajo no levanta cabeza, no la levanta. 

P.- ¿Manolo Lama ve ahora más autocensura? 

R.- No, aquí no se autocensura nadie, aquí te censuran. Aquí existen ahora unos tribunales inquisidores que están formados por las redes sociales, que en el momento que dices algo que para esos tribunales no es políticamente correcto, según sus pensamientos, sean de derechas, de izquierdas, de ultraderecha, ultraizquierdas, te ponen la cruz. Eso es una bola que empieza a crecer, ahí ya se empiezan a mezclar los políticos, los amigos de los políticos, y ya, date por muerto, date por jodido. 

P.- Pero entonces tiene ahora más cuidado en decir según qué cosas en la radio que hace diez o quince años.

R.- No tengo más cuidado, lo que sí es cierto que antes había temas que yo entiendo que puedan ofender ahora, y tú tratas de no utilizarlos. Pero un tío que habla, por ejemplo, Paco González o Carlos Herrera, un tío que habla a lo largo de una semana 60 horas, y que de las 60 horas improvisa 59 y media, cometerá algún desliz. Podrá equivocarse, ¿eso es para que lo fusilen? Yo creo que no. Ahora si el tío, es que repito, dice estar a favor de usar el terrorismo, insiste e insiste, pues sí es para censurarlo. Con todo esto, la gente tiene miedo a decir lo que piensa, y si te colocan ya una etiqueta, date por jodido.

P.- ¿Se sentía más libre hace diez años, quince años o veinte años?

R.- Bastante más. Lo cual no significa que yo no siga diciendo lo que pienso. Pero más que yo, la gente se sentía más libre de decir lo que pensaba. Había, ya te digo, menos jueces de redes sociales, menos inquisidores que se ponían a juzgar una opinión tuya. Me gustaría que estos que te juzgan, verlos en su vida real, escucharles sus conversaciones, mirarles sus teléfonos, oírlos como hablan a su novia, mujer, marido, esposa, hijos, colegas, compañeros de trabajo. Oírlos a estos que van dando lecciones de moral y de pensamiento y de vida.

«En España si te sales de lo políticamente correcto, estás muerto»

P.- Hace unos días THE OBJECTIVE publicó una información sobre cómo Rubiales había ofrecido a Piqué y a Messi 30 “kilos” de la UEFA por sus pérdidas salariales en la pandemia. Hay una sensación general en torno al fútbol de un mamoneo brutal. 

R.- En el mundo del fútbol y en la sociedad hay muchos chorizos. Pero no podemos circunscribir esto sólo al fútbol o al deporte. No, mire usted, en el fútbol y en el deporte hay chorizos, sí, pero en la sociedad también hay chorizos, chorizos en la política, hay chorizos en la abogacía, en los economistas, chorizos hay todo el mundo. ¿Qué pasa? Creo que los chorizos de hoy en día se especializan, son chorizos de guante blanco. Antes robaban, metían la mano en la caja y se lo llevaban, ahora hay muchos más controles y entonces tienes que ser más hábil para robar.

También es verdad que ahora también yo creo que el periodismo de investigación está floreciendo, está rejuveneciendo. Entonces estamos también descubriendo cosas que nos llaman la atención, pero que siempre han existido. Recuerdo cuando trabajábamos en la SER, nosotros descubrimos cómo les daban dinero a los jugadores del Tenerife por parte de alguien del Fútbol Club Barcelona, descubrimos auténticas cafradas. Las había y ahora también las hay. Pero no vale decir que se mamonea en el fútbol, sí, pero y ¿dónde no se mamonea?

P.- ¿Manolo Lama tiene ideología política?

R.- Te digo la verdad, no soy ultra de nada, y hay cosas que me gustan que hacen los de la derecha y los de la izquierda y los del centro. No entiendo, igual que no lo entiendo en el deporte, no entiendo al que vota a un partido toda la vida. No lo entiendo porque lo hará bien y lo hará mal.

Como no entiendo al que es periodista deportivo del Madrid y todo lo que hace el Madrid está bien y todo lo que hace el Barcelona está mal. No llevo la chapa de ningún partido ni la voy a llevar, me gusta la política, quiero oír a mis políticos porque en el fondo, mi futuro y de mi familia, de mis hijos, está en sus manos. Pero no me adscribo a nadie ni estoy inscrito con nadie. Y cada vez que hay elecciones, miro, valoro, elijo y voto.

P.- En líneas generales, por decirlo de otro modo, ¿está contento con este gobierno? 

R.- Pues hombre, este gobierno ha hecho cosas que me gustan y ha hecho otras cosas que no me gustan. Es que es como todo, no logro entender al que diga que le encanta lo que ha hecho este gobierno. 

P.- ¿Pero habrá hecho más cosas buenas que malas o más malas que buenas?

R.- Mira, yo creo que ahora mismo creo que las urnas normalmente dicen si has hecho más cosas buenas que malas. Ellos gobiernan, pero no ganaron. Yo creo que el pueblo español piensa que hizo más cosas malas que buenas y ahora tenemos el segundo tiempo que van a ser las europeas y veremos lo que dice el pueblo español. 

P.- Antes de terminar, unas preguntas breves. ¿Cuánto más insulta a un compañero, supone que más lo quiere?

R.- Más que insultar, cuanto más me meto con él, más lo quiero.

P.- ¿Con qué se emociona?

R.- Me emociono con el trabajo de mis compañeros. Me emociono con la gente que crece, la gente que ha empezado de cero. Me emociona ver cómo la COPE ha sido capaz de reinventarse sobre la marcha con una Andrea Peláez, un Heri Frade, un Mansilla, una Gemma Santos que han cogido el relevo de Pepe Domingo Castaño que era un genio en la publicidad.

P.- ¿Es cierto que encasqueta a todo quisqui la lotería de Navidad de Cabra todos los años? 

R.- Es cierto, y además todos la compran de buen grado.

P.- ¿Qué le parece el nuevo Bernabéu a Manolo Lama?

R.- Es una gran obra arquitectónica que habrá al que le enamorará y a los que le parecerá una tartera.  Yo no soy mucho de campos, me gusta ver más las catedrales.

P.- ¿Conoce a algún futbolista homosexual en Primera División?

R.- Seguro que los habrá, pero la verdad es que a mí ninguno me lo ha dicho. 

P.- Hace unos días el diario ‘El País’ llevaba consigo un libreto de la historia de los 100 años de la Cadena Ser, y contó Ángel García, periodista de COPE, en Twitter: «Lástima que a mi ejemplar alguien le ha arrancado páginas porque no encuentro a Paco González y a Manolo Lama en 240 páginas». ¿Cree que la cadena SER aún no ha aceptado vuestra marcha?

R.- No habría papel para meter a todos los que éramos, seguro que todos se merecen estar ahí. Ahora que no esté Paco González me parece una canallada. Que la Cadena Ser obvie a Paco González, un tío que durante más de 20 años fue líder, pero no líder, sino arrasó, derrocó a García, que hicimos una radio diferente y nueva. Sinceramente, creo que es injusto por Paco y por la SER, porque yo creo que la SER debería presumir de que ha tenido a Paco González. Es como si, no sé, es como si Cristiano Ronaldo por jugar en Arabia, el Madrid lo borrase de la historia de su club.

P.- Y la última, sé que es un asunto difícil, pero ¿se sabe algo nuevo de Guillermo Valadés, de vuestro antiguo compañero de la COPE?

R.- La verdad es que no sabemos nada, ni para bien ni para mal, no sabemos nada. Cuando digo no sabemos nada es que no sabemos nada de si tenía lo que nos dijo que tenía, de si se llevó el dinero porque lo necesitaba. No sabemos nada. Yo ya dije todo lo que tenía que decir, para mí que se fuera con aquel dinero, a mí personalmente no me dolió. A mí lo que me dolió es que engañara a sus amigos. Nosotros éramos sus amigos y él era nuestro amigo. Y que nos defraudara de esa manera, a mí me dolió, pero espero que le vaya bien en la vida.

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