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Aston Martin se forra en la F1 y no es por Alonso, sino por el Safety Car y 'la ambulancia'

La compañía de Lawrence Stroll tiene un dicho de la mano de sus éxitos en el gran circo: «Corre el domingo, vende el lunes»

Aston Martin se forra en la F1 y no es por Alonso, sino por el Safety Car y ‘la ambulancia’

Coche médico y Safety Car de Aston Martin. | Aston Martin

Lawrence Stroll, padre de Lance Stroll y jefe de Fernando Alonso, tiene dos negocios con los coches. Uno en la Fórmula 1 y otro desde la Fórmula 1. El primero es su escudería de carreras, la de los coches verdes con las que el bicampeón asturiano va tercero en el mundial de pilotos. Este es, de momento, el que le cuesta el dinero. El que parece que está empezando a rentarle es el otro, el que hace desde la Fórmula 1, y se dedica a fabricar y vender deportivos.

Son empresas separadas, sin más relación entre sí que el nombre y el propietario, pero que cualquier día podrían deslindarse sin apenas afección. Si la de las carreras es la que le reporta inesperadas satisfacciones, la marca de coches se está tornando en una fuente de dinero. En unas declaraciones recientes, Lawrence Stroll ha mostrado su sorpresa ante la buena marcha de una de las primeras jugadas que hizo cuando llegó a la máxima categoría de la velocidad: colocar más de dos coches en parrilla y ante las cámaras de televisión de un deporte global.

Llegó a un acuerdo con la Federación Internacional de Automovilismo, y se repartió con Mercedes la posibilidad de posicionar dos de sus mejores productos como Coche de Seguridad y Coche Médico. Tras la salida de cada Gran Premio, dos coches de altas prestaciones salen como si los llevase el diablo a la zaga de los que compiten de verdad. Uno es el destinado a neutralizar el ritmo de los monoplazas en caso de incidente grave, y en el otro viaja un pequeño equipo de médicos de emergencias para atender a los pilotos de manera inmediata si ocurriese un accidente grave. Los dos vehículos han de mantener su motor en marcha durante toda la prueba, y suelen estar aparcados en la salida de la calle de boxes con piloto, copiloto, y médicos, preparados para salir como un misil en cualquier momento.

Coche médico creado por Aston Martin.
Coche médico creado por Aston Martin.

Sentido de la oportunidad 

Stroll es un empresario canadiense que toca muchos palos, pero el que más dinero le ha traído ha sido el de la moda. Copropietario de marcas como Tommy Hilfiger o Michael Kors, adquirió un paquete accionarial mayoritario de la marca Aston Martin en 2017. La firma se encuentra en un complejo proceso de reestructuración, y desde su llegada la sangría del valor en bolsa es de las que hacen historia, aunque de unos meses a esta parte parece estar recuperándose. La verdadera y positiva sorpresa ha sido el éxito comercial de los modelos que clonan lo que la firma ha puesto en los circuitos: el SUV DBX707, y en especial el Vantage F1 Edition.

En una reciente intervención en la Cumbre sobre el Futuro del Automóvil del Financial Times, Lawrence Stroll, habló de los beneficios financieros de entrar en el paddock con un equipo de carreras. Su empresa vendió 6.400 vehículos en 2022, lo que hizo ingresar a la compañía unos 1.750 millones de dólares. De ellos, entienden sus analistas, un 70% es gracias a su presencia en la Fórmula 1.

El halo de exclusividad, imagen pública positiva, y una exposición mediática que ha crecido de manera exponencial les han llevado a esa conclusión. No solo eso, sino que el modelo Vantage F1 Edition, una derivación de un modelo en el final de su vida comercial, ha resucitado con unas ventas de entre 300 y 400 unidades. Estas cifras de colocación suponen unos ingresos de entre 60 y 80 millones de dólares en las arcas de Aston Martin Lagonda Ltd., a razón de unos 200.000 dólares por unidad. Estas inesperadas cifras, con un nuevo modelo que le sustituya en el horizonte, han sorprendido a Lawrence Stroll. En palabras del empresario, esto puede parecer «una cifra pequeña, pero para una empresa de nuestro tamaño es relativamente importante». El canadiense expresó la enorme conexión entre la alta competición y el éxito comercial. «Hay una expresión, yo no me la creía pero la estamos experimentando: corre el domingo, vende el lunes», dijo en su alocución.

Coches de la F1 para la calle

No está permitido llevar un Fórmula 1 por la calle, así que no lo más parecido aunque si lo más cercano que legalmente se puede conducir por la carretera, son los que los acompañan en las carreras. Atienden a dos marcas dependiendo del circuito y se alternan, en un acuerdo que mantienen de interés mutuo, los Mercedes AMG rojos y los verdes Aston Martin. Todos ellos llevan kits específicos de mejora. En concreto, el Vantage F1 Edition lleva un paquete aerodinámico que añade 200kg de carga extra, un chasis reforzado, y unas suspensiones distintas a los modelos de serie. Su motor también ha recibido una puesta a punto para desarrollar 527 CV, unos 25 más que el modelo de serie.

En cuanto al llamado Medical Car, o ‘la ambulancia más rápida del planeta’, es un SUV muy parecido en prestaciones y especificaciones técnicas al que conduce Fernando Alonso como coche de empresa. Que su primer piloto lleve un coche de la marca que da nombre a su equipo es una plataforma promocional extraordinaria para cualquier marca. Es por eso que en enero de este año recibió las llaves de un DBX707 de color negro, y que con frecuencia se puede ver aparcado en la puerta de su museo, en las cercanías de Oviedo.

La edición especial del modelo basada en el Coche Médico incorpora pocas mejoras mecánicas, porque ya viene de serie muy exprimido. El 707 viene equipado con un motor V8 biturbo de 4,0 litros que genera 697 CV, alcanza los 100 km/h en 3,2 segundos y su velocidad máxima es de 310 km/h. Lo que sí cuenta es con una configuración de suspensión única y una aerodinámica más avanzada que el DBX normal, si es que de normal tiene algo semejante aparato.

La firma no tiene cálculos acerca de cuántos de estos coches puede haber colocado gracias a la presencia de Alonso subido en él, algo que si ocurrió cuando en 2007 fichó por McLaren Mercedes. Entonces la firma alemana tuvo que triplicar la producción de coches acabados en blanco; era un color muy poco frecuente en su gama y tuvieron que incrementar las cifras de producción para atender la demanda.

Lo que si sabe Aston Martin, es que aunque no haya una relación directa entre las actuaciones del ovetense y los beneficios de la marca de coches, sus acciones fluctúan a base de éxitos en las pistas. Cuando logró un pódium en la primera cita del mundial, no se tradujo de manera automática en ventas, pero las acciones en bolsa subieron un 15%, por valor de unos 300 millones de euros. Lo mediático no trae beneficios directos, pero sí indirectos. Lawrence Stroll afirma que van a llegar ocho nuevos modelos durante los dos próximos años, y sonríe. Cuando ve a su escudería segunda en la tabla, con solo Red Bull por delante y todas las que dependen de una marca de coches están detrás… sonríe aún más. Lógico. 

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