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Acaba el Mundial de F1 en el que los españoles brillaron (aunque esperan más para 2024)

Alonso y Sainz cierran un curso con más luces que sombras en el que tocaron la gloria varias veces

Acaba el Mundial de F1 en el que los españoles brillaron (aunque esperan más para 2024)

Fernando Alonso posa junto a Carlos Sainz. | Reuters

Se acabó el Mundial 2023, y lo ha hecho sin mucha sorpresa; hace varias carreras que estaba todo el pescado vendido. Si a Max Verstappen le sobraron seis pruebas para proclamarse campeón del mundo, su compañero Checo Pérez se llevó el título del subcampeón a falta de una, en Las Vegas. El que ha salido por la puerta más grande posible ha sido el equipo para el que corren los dos, Red Bull, que ganó todas las carreras del calendario menos una, en la temporada más dominante de la historia. 

Hay que remontarse hasta 1988, año en que la McLaren-Honda de Ayrton Senna y Alain Prost vencieron quince de dieciséis carreras, en una proporción similar, pero cantidad inferior. Este 2024 se disputaron veintidós pruebas y fue solo el Ferrari de Carlos Sainz el que doblegó a los bólidos azules en Singapur. El resto ha sido un paseo triunfal para los del equipo azul, con dos victorias para el mexicano, y la friolera de diecinueve éxitos para el neerlandés Verstappen, que bate el récord absoluto de victorias en una sola temporada, diez de ellos consecutivos. En toda la temporada, solo en una prueba, Singapur, estuvo ausente del pódium. 

El hombre y la máquina

Red Bull, Mercedes y Ferrari copan las tres primeras plazas en esa zona de liderazgo. McLaren consiguió la cuarta plaza y se les podría tildar de ‘los mejores del resto’. Aston Martin ha firmado una quinta plaza, que si partía de séptimos el año pasado, empatados a puntos con Alfa Romeo, puede decirse que han avanzado un puesto o dos, según se mire. Interesantes Williams, séptimos, que cierran la zona media.

Las victorias y títulos son producto de un complejo engranaje con tres piñones dentados: piloto-coche-equipo. A veces se unen tres grandes piezas al mismo tiempo, como son los que han llevado al binomio Verstappen-Red Bull a lo más alto; actuaciones algo irregulares como la de un Checo que ha sido bicampeón, pero ha estado algo por debajo de la calidad que alberga de forma habitual; o lo constante de un Lewis Hamilton que ha acabado tercero en el mundial de pilotos, y padeció problemas conceptuales de su monoplaza. Mucho hizo, tras reiniciar su Mercedes W14 en mitad de la temporada, después de estrenarse con un diseño fallido. 

Interesantes un Lando Norris con McLaren, y su compañero, el novato Oscar Piastri. Muy bien Alex Albon, que a la chita callando y con una mecánica inferior, ha sido capaz de llevar su monoplaza a donde otros no pudieron con más coche y equipo. A menos que de aquí al inicio de 2024 alguien nos dé una sorpresa, apenas habrá cambios en los equipos. Indicar la marcha de Franz Tost en la dirección de Alpha Tauri, que se jubila, y un posible cambio de nombre, al igual que Alfa Romeo-Sauber, que perderá la primera parte de su denominación por sus acuerdos con la marca Audi. La firma de los cuatro aros denominará así a la escudería suiza a partir de 2026. 

Los españoles bien, pero…

Fernando Alonso y Carlos Sainz han traído alegrías a los aficionados españoles por dos vías alternativas. Aston Martin anunció como piloto titular para este 2023 a Alonso el 1 de agosto de 2022. En aquel entonces la escudería de Silverstone vegetaba en una poco lustrosa novena plaza, lo que condujo a pensar que el año próximo, este, no veríamos frutos maduros. Si los ha habido, pero ni se llegaron a ellos de una manera natural, ni han sido los deseados por muchos a pesar de haber sido una temporada excelente para los de verde, al menos con su piloto franquicia. 

El asturiano comenzó la temporada de manera fulgurante, encadenó seis podios en las ocho primeras citas, y esto volvió locos a todos. Pero si sus resultados fueron brillantes, el resultado era algo engañoso; no es que su coche fuese bien, que también, sino que Mercedes y Ferrari iniciaron la temporada algo adormilados. Cuando los únicos equipos que junto con Red Bull se han repartido el 98 % de las victorias de la última década adquirieron tono, los Aston Martin comenzaron a palidecer. En los dos últimos tercios de temporada, Fernando pudo brillar de manera puntual, pero solo pisó el cajón en dos ocasiones más en catorce carreras disputadas. 

Su AMR23 ha sido un coche típico de equipos de media tabla: iba bien en algunas pistas —por norma general las lentas—, pero no en todas, que es donde rinden los coches verdaderamente buenos. Más que correcto en la asignatura de tracción, aunque flojo en curva rápida y directamente cachazudo en recta. Esta mecánica no permitió a Alonso recabar la esperada victoria número treinta y tres, sus seguidores se enfriaron. El bicampeón tiró de las orejas a su equipo al acabar la última prueba y pidió más coche para el año entrante. Muy bien el piloto, su cuarto puesto final es su mejor resultado en una década, en un equipo que ha mejorado con respecto a 2023 más o menos lo esperado, pero que necesita seguir creciendo.

Sainz, buen año, con final algo agridulce

Carlos Sainz por su parte, ha sufrido más de lo merecido, no ha obtenido lo que muchos creen que debería, y, sin embargo, ha sido el único capaz de arrebatar una victoria a los arrolladores Red Bull. Tres podios y una victoria —la única no Red Bull de este año— pueden saber a poco al equipo que siempre se postula como candidato a lo más alto. Su compañero, Charles Leclerc se ha mostrado más rápido a una vuelta y le superó con un 15 a 7 los sábados, pero en carrera el madrileño se ha mostrado fiable, serio y muy rápido. Tanto que ha acumulado 200 puntos, por 206 de su compañero, con una de las diferencias más reducidas entre compañeros de toda la parrilla. Víctima, a veces por culpa ajena y a veces de la propia, de accidentes, roturas, y errores estratégicos, es muy probable que hubiera acabado cuarto, o puede que tercero por méritos propios. Ocurre que en la Fórmula 1 las cosas no se merecen, sino que se ganan, y pasó de cuarto a séptimo en la prueba final por un reducido puñado de puntos. Una mala clasificatoria en Abu Dhabi de mala recuperación en carrera le costó ese disgusto. 

Quien diga que Sainz está en la F1 gracias a su apellido se equivoca de lado a lado. Puede que llegase gracias a él, pero se está manteniendo con indubitable solvencia, una capacidad de trabajo muy reconocida, y una eficiencia probada. Tanto es así que se rumorea que Ferrari ya le ha renovado más allá de la Nochevieja de 2024, fecha en la que caduca su acuerdo con los italianos. No hay dato público alguno, pero si atendemos a sus últimos acuerdos, es muy posible que renueve por dos años más, hasta al menos 2026. Dar continuidad a una buena pareja de pilotos, aunque no sean campeones, es una de las bases del crecimiento y una receta que ha acabado funcionando con frecuencia en Maranello. 

El año que viene se disputará la temporada número 75 de la Fórmula 1, cúspide la de la velocidad planetaria. Si no se suspende alguna prueba como ha ocurrido este año, será el mundial más largo de la historia, con 24 citas. Si lo bueno gusta, lo excesivo empacha, pero todo sea por el negocio. Sin dinero, y en grandes cantidades, esto siempre será peor, no en vano es el deporte más caro del mundo. 

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