El fuera de juego que cambió las normas del fútbol
La jugada del gol de Kylian Mbappé en la final de la Liga de las Naciones ha pasado a ser una de las más influyentes en la historia del balompié
Pocas veces se recuerda que una acción haya terminado siendo tan influyente en la historia del fútbol mundial. No solo por la polémica que suscitó entonces, también por las consecuencias que ha tenido. Nos referimos al gol de Kylian Mbappé en la final de la segunda edición de la Liga de las Naciones que enfrentó a Francia y España en el Estadio de San Siro.
A falta de diez minutos, el partido estaba 1-1 y parecía condenado a prórroga. De repente Theo Hernández, exjugador de Atlético y Real Madrid, levanta la cabeza y ve a Kylian Mbappé buscando un desmarque. Un movimiento que la estrella del PSG hizo en posición de fuera, apenas unos centímetros por delante del último defensa de España, Eric García. El jugador azulgrana se lanza a evitar este centro y en su intento acaba golpeando el balón, no de manera contundente, y dejando el balón en bandeja al francés que no tuvo piedad delante de Unai Simón. Mbappé marca y Francia se proclama campeón de la segunda edición del nuevo torneo inventado por la UEFA para acabar con los amistosos sin sentido.
Tensión en el túnel de vestuarios
Las reacciones empiezan a producirse nada más cruzar el balón la portería de España. ¿No partía Kylian Mbappé de fuera de juego? En esa fecha, la redacción de la norma de la Internacional Board, órgano que determina las reglas en el fútbol, decía lo siguiente: «Se considerará que un jugador en posición de fuera de juego no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón, incluida la mano voluntaria, a menos que se trate de una ‘salvada’ por parte de un adversario».
Y el gesto de Eric García en el campo tocando ese balón, y en su intento de rechace, está dentro de estas salvadas que habilitan la posición de fuera de juego del delantero del PSG.
Según testigos presentes aquella noche en el túnel de vestuarios de ese estadio de San Siro, la tensión en la delegación española era evidente. No entendían la decisión del colegiado británico Anthony Taylor. Entonces apareció en esta zona el entonces presidente del Comité Técnico de Árbitros españoles, Carlos Velasco Carballo. Cargo que se suma al de instructor entonces de VAR en la UEFA y la FIFA, además de miembro precisamente de la IFAB (Internacional Board).
Carlos Velasco consideró entonces que la decisión del árbitro estaba arropada por la propia normativa. Algo que no sentó nada bien en el seno federativo español y que dio pie a su salida semanas después de la presidencia del estamento arbitral. Velasco forma ahora parte de la comisión arbitral de la UEFA que preside Roberto Rosetti.
Nueva aclaración de la norma
Con la perspectiva del tiempo, igual entonces la Federación Española de Fútbol tenía razón en sus quejas. Porque hace apenas unas semanas la propia Internacional Board decidió hacer una nota aclaratoria de esta norma. Aclaración que el estamento arbitral español incluye en su circular de cada temporada.
En la misma deja claro que «no es fuera de juego cuando el defensor decide ir a jugar el balón, si tiene tiempo y opciones para jugarlo y lo hace de una forma controlada y no forzada. Una mala acción técnica del defensor cuando tiene control de su cuerpo y tiempo para jugar el balón no invalida el juego voluntario/deliberado y, por tanto, habilita la posición del atacante».
El gol de Mbappé no debió subir al marcador
En la misma circular, deja claro que es fuera de juego cuando hay juego no deliberado por un defensor o salvada. Y lo explica así: «No se considerará juego deliberado cuando el defensor se encuentra el balón de manera inesperada, si se ve sorprendido por la llegada del balón y su gesto es una mera reacción instintiva de intentar tocarlo, si no tiene opciones ni tiempo, el balón viene jugado por última vez desde una corta distancia, con velocidad, sin tiempo para realizar un control del cuerpo y de la situación» .Tampoco es juego deliberado «cuando el defensor toca el balón de manera forzada, teniendo que extender sus extremidades para alcanzar el balón, con poco control sobre la acción como interceptar un disparo a portería o salvada».
La circular termina añadiendo además que «la distancia, velocidad, trayectoria del balón o si este va a ras de suelo o por el aire, son elementos de juicio para discernir si la acción del defensor es deliberada o no y si la realizó de una forma controlada o forzada».
Atendiendo a todos estos elementos de juicio de la nueva redacción, y considerando que lo que sucedió aquel 10 de octubre en el estadio milanista, el gol de Kylian Mbappé nunca debió subir al marcador.