La Premier (y sus amigos americanos) lideran el repunte económico del fútbol europeo
Un último informe muestra el peso cada vez mayor de los británicos mientras la UEFA lleva el negocio de la Champions a otro nivel con su venta récord a EEUU
El fútbol europeo ha resucitado. A pesar de que la pandemia seguía haciendo estragos y de los negros nubarrones que se le avecinan a la economía global, sus finanzas alcanzaron números récord en la temporada 2020-2021, que analiza el Informe Anual de Finanzas del Fútbol de la consultora Deloitte. Incluso sin aficionados en los estadios en casi toda la temporada, los ingresos subieron un 10%, hasta los 27.600 millones de euros.
Cierto que la hábil reorganización de la Eurocopa dio un impulso notable, pero también las ligas nacionales mostraron su músculo. Las cinco grandes (Premier League, Bundesliga, LaLiga, Serie A y Ligue 1 francesa) facturaron 15.600 millones de euros, un 3% más. Aunque, como explica con indisimulado orgullo The Guardian, son los británicos los que tiran del carro: «La Premier League, que sólo generó 31 millones de libras [36,5 millones de euros] en ingresos por partidos, fue la única de las cinco ligas en la que los clubes mejoraron sus beneficios totales de explotación, que aumentaron acumulativamente de 49 a 479 millones de libras [de 57,7 a 564,7 millones de euros]. Si se excluye la Premier League, las pérdidas totales de explotación de las cinco grandes aumentaron de 461 a 901 millones de euros».
De hecho, en el informe de Deloitte, Tim Bridge, su socio principal en Negocios Deportivos, no escatima halagos al comportamiento de los departamentos financieros de los clubes de la Premier en el último tramo de la pandemia: «No han tenido que asumir cantidades significativas de deuda externa: no han tenido que limitarse a sí mismos en la forma en que tal vez otros clubes de Europa o algunos de los clubes de la Championship [la segunda división británica] han tenido que hacerlo. Aunque todavía habrá retos por delante, todos esos clubes de la Premier League pueden mirar ahora con optimismo lo que está por venir».
Las competiciones españolas y francesas, por ejemplo, quizá se sientan aludidas (de hecho, deberían) por lo de «cantidades significativas de deuda externa», habida cuenta de la más que significativa cantidad que el fondo CVC les ha prestado, hasta el punto de llamar la atención, por no decir la alarma, de la mismísima Comisión Europea. Ni hablar ya de las palancas de Laporta…
Pese a los halagos de Deloitte, el gran truco de la Premier sigue siendo la televisión. El informe incide en la diferencia abismal en lo que reciben los británicos por la emisión de sus partidos en el resto del mundo. En la temporada 2020-21, por ejemplo, se llevaron 1.650 millones de euros por los derechos audiovisuales internacionales, mientras que LaLiga no llegó a los mil millones (931), no digamos ya los raquíticos 353 millones del Calcio italiano o los 265 millones de franceses y alemanes. Y la cosa va a más: en noviembre la NBC pagó entre 2.500 millones y 2.700 millones de dólares por los derechos de la Premier en Estados Unidos desde esta temporada a la 2027-2028.
Como explicamos aquí, el mercado estadounidense, con un Mundial en su país dentro de solo cuatro años, está muy caliente. Y la UEFA no ha tardado en apuntarse a la estrategia británica. Según anunció The Athletic este mismo mes, le ha vendido seis temporadas de sus competiciones de club, con la Champions a la cabeza, a CBS, Viacom y Paramount por 1.500 millones de euros.
En el informe de Deloitte, eso sí, no se menciona con mucho detalle la cada vez mayor presencia en la Premier de inversores extranjeros dispuestos a dejarse los millones que haga falta a cambio del glamur del fútbol inglés. Si acaso, se comentan las posibilidades de futuro de «las nuevas estructuras financieras de Chelsea y Newcastle». Así, entre nosotros, el primero ha pasado (vía guerra de Ucrania) de las manos del oligarca ruso Roman Abramamovich a las del estadounidense Todd Boehly, accionista mayoritario de los Lakers y los Dodgers de Los Angeles, por ejemplo, y el equipo de las ‘urracas’ lo ha comprado Mohamed bin Salman, el famoso (y tenebroso y absolutamente rico) mandamás de Arabia Saudí.
La FIFA, prima institucional de la UEFA, ya le concedió a Catar el Mundial de este año, con el estrafalario cambio de estación incluido. ¿A qué se puede animar la UEFA? ¿Una final de la Champions League en un estadio saudí? Siempre podrían tirar de los contactos de su vicepresidente Luis Rubiales…