Del 'caso Rubiales' al Mundial de 2030: ¿qué está pasando en el fútbol español?

¿Que está pasando en el fútbol español? No hay día que no nos despertemos con nuevos sobresaltos que nada tienen que ver con aspectos deportivos o éxitos de nuestro deporte. Si uno echa la vista atrás, el final del siglo pasado vino marcado por varios incidentes que entonces ya situaron al deporte rey en el foco del mundo entero.

Primero debemos retroceder al año 1992 con el proceso de conversión de los clubes en SAD y que dejó operaciones que luego han estado en tela de juicio sobre su licitud o no. Apenas tres años después, en el verano de 1995, de nuevo el fútbol español se veía salpicado por otra polémica. Esta vez por el descenso administrativo del Sevilla y el Celta al no entregar a tiempo en la sede de la Liga los avales correspondientes. Situación que llevó a las aficiones de ambas ciudades a salir a la calle como también de los dos equipos que acabaron ascendiendo a Primera como consecuencia de esta negligencia, el Valladolid y el Albacete. Esto propició que finalmente la Liga española tuviera 22 equipos en Primera durante muchos años.

El último y grave incidente del siglo pasado fue marzo de 1996 cuando el entonces presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil y el presidente del Compostela, José María Caneda, se enzarzaron en una fuerte discusión a las puertas de la sede de la Liga en Madrid y que acabó con el gerente entonces del club gallego, José González Fidalgo, recibiendo un puñetazo del máximo mandatario rojiblanco.

Desde entonces podríamos decir que el fútbol español, polémicas puntuales al margen, ha estado viviendo en las dos primeras décadas de siglo bajo un torrente de éxitos deportivos. Tanto de clubes (Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Atlético de Madrid, Villarreal) como de selecciones (las dos Eurocopas y el Mundial del 2010). Pero todo ha cambiado en este último año y especialmente a raíz de destaparse el caso Negreira. 

El ‘caso Negreira’ y el FC Barcelona

Un caso donde actualmente si hay una cosa probada en todos sus extremos. Es el pago de 7,5 millones de euros que el Fútbol Club Barcelona realizó al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Enríquez Negreira, durante cerca de 18 años. Desde el 2001 y 2018. A partir de ahí se abren muchas aristas que aún están sin demostrar en un procedimiento que deportivamente ya no se puede sancionar, dado que ha prescrito, pero si por la vía penal.

La única realidad a día de hoy es que nada se ha podido probar en la vía de la corrupción deportiva (pago directo a árbitros para favorecer al Barcelona) y la última ramificación se abrió el pasado jueves bajo el escenario de cohecho del club azulgrana hacia Enriquez Negreira y que derivó ese mismo día en un registro de la Guardia Civil en casa de los árbitros. ¿Qué pasará? Lo desconocemos. Pero es evidente que ahora mismo está en tela de juicio el comportamiento de un club y la posible limpieza de la competición. Aún queda por delante un proceso penal largo.

El beso de la «vergüenza»

Cuando parecía que el caso Negreira se enfriaba, apareció como una bomba la polémica del beso «no consentido» del ya expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, a Jennifer Hermoso nada más proclamarse España campeona del mundo femenino. Un hito histórico y sin precedentes para nuestro país.

Esta escena deriva en otra aún peor con el «toque de genitales» en el palco del propio Luis Rubiales y ante la presencia de la reina de España, Doña Letizia. Las consecuencias de imagen y reputaciones para nuestro fútbol son incalculables. Desde el pasado 20 de agosto, España ha vuelto a ser el epicentro del mundo futbolístico, y el penúltimo capítulo lo hemos vivido con la última convocatoria de la selección femenina, la primera después del despido de Jorge Vilda.

17 jugadoras acudieron bajo amenaza de sanción disciplinaria, lo que derivó en una intervención urgente del CSD para evitar incluso un plante de las futbolistas que ya habían anunciado previamente que no querían acudir a la cita. Además, el Gobierno, que tantas veces antes miró de lado con cosas que sucedían en la RFEF, ha tenido que actuar de urgencia para evitar una catástrofe. 

En poco más de 35 días, la realidad es que este histórico Mundial parece que nunca ha existido. Desde entonces, Luis Rubiales ha dimitido como presidente de la RFEF y a expensas de la decisión de un expediente de FIFA y cuya sanción se presume ejemplar. Ha sido destituido el entonces seleccionador nacional Jorge Vilda y además ahora investigado en el proceso penal por agresión sexual y coaaciones a Jennifer Hermoso, y donde han sido llamados hasta más de diez personas del entorno cercano al ya ex presidente. Están fuera también de la RFEF el Secretario General, Andreu Camps, junto al director de Integridad, Miguel García Caba y el responsable de comunicación, Pablo García Cuervo. 

¿De verdad es España un país racista?

Entre medias del caso Negreira y de la final del Mundial, el fútbol español volvió a ser el epicentro del mundo entero con lo sucedido en Mestalla durante un Valencia-Real Madrid. Los insultos racistas de varios aficionados del club ché contra el brasileño del equipo blanco que provocaron la reacción en el mismo césped de Vinicius y otros jugadores del mismo equipo. Esta imagen dio la vuelta al mundo, provocando la repulsa desde el propio país brasileño. El Estadio de Mestalla fue cerrado parcialmente en esa grada por cinco partidos, sanción reducida a tres. Un capítulo que se suma a lo que meses antes se vivió con los gritos contra el propio Vinicius en los exteriores del Estadio Metropolitano y el muñeco colgado simulando al jugador en plena circunvalación de Madrid.

A todos estos capítulos se suma otro que nos ha puesto en el epicentro del mundo en los últimos meses: la invasión de radicales del Espanyol cuando los jugadores del Barcelona festejaban el título de liga. Ya es historia la imagen de los futbolistas corriendo despavoridos ante la llegada de decenas de hinchas del club perico. 

Analizado todo esto cabe preguntarse: ¿qué está pasando al fútbol español? ¿Cómo se explica todo esto en tanto tiempo? Veremos ahora las consecuencias. Especialmente en los procesos penales por los casos Negreira y Luis Rubiales. Ahora mismo no sabemos hasta qué punto esto ha influido en la decisión de FIFA de dar el Mundial 2030 a seis países en lugar de la candidatura junto a Marruecos y Portugal .