La gira de los sueños en blanco
Los partidos de exhibición en territorio norteamericano son una excelente oportunidad para los nuevos fichajes
El Real Madrid ya se encuentra en los Estados Unidos para disputar el DirecTV Soccer Champions Tour. Milán, FC Barcelona y Chelsea servirán de lujosos sparrings para que el equipo de Carlo Ancelotti se prepare de cara a la Supercopa de Europa (el primero de los siete títulos por los que los merengues compiten esta temporada) que se jugará el 14 de agosto en Varsovia (Polonia) frente a la Atalanta.
Y es que de eso va este stage (además de engordar la tesorería en lo que se ganan nuevos adeptos), de ponerse a punto física y técnicamente para lo que viene y de convencer a Carletto peleando por un puesto en la plantilla. Cosa que hoy en día está bastante cara.
Bien lo saben los 11 canteranos que participarán en la aventura norteamericana (Fran González, Jacobo Ramón, Lorenzo, Joan Martínez, Jeremy de León, Nico Paz, Asencio, Obrador, Palacios, Mario Martín y Álvaro Rodríguez) y, cómo no, el novato y aún impresionado por su presentación en el Santiago Bernabéu, Endrick Felipe Moreira da Sousa.
Endrick sigue impactado
Han pasado ya tres días, pero me cuentan que Endrick sigue impactado para bien con su puesta de largo del pasado sábado en el Santiago Bernabéu. Ni esperaba tanta gente, ni imaginaba (a pesar de llevar dos años preparándose para este momento) que la emoción le embargaría de tal manera al saltar al césped del templo blanco para dirigirse al madridismo.
Su familia, su novia, Florentino, las 15 Copas de Europa, Chamartín… Un cóctel de sentimientos que a cualquiera le pondría los vellos de punta.
Endrick es, por tanto, un chico feliz y consciente de la gran oportunidad que se le presenta en esta experiencia estadounidense. El menudo y musculado delantero sabe de sobra qué jugadores hoy consagrados a nivel mundial, como sus compatriotas Vinicius y Rodrygo, tuvieron sus oportunidades en la gira, pero que también tuvieron que fajarse en el Castilla para demostrar su valía. Este no será el caso de Endrick, que ya tiene un hueco y un dorsal entre los 24 futbolistas que estarán a las órdenes de Ancelotti sin necesidad de pasar por el segundo escalón de ‘La Fábrica’.
Lucirá el 16 a la espalda. Es bueno, muy bueno, y lo sabe. Además, quienes lo tienen cerca transmiten que lidia de maravilla con la presión. Y ponen como ejemplo sus primeras participaciones con la pentacampeona del mundo: debut en Wembley con gol y estreno en el Bernabéu perforando la red de la selección española. Dos templos del balompié en los que muchos profesionales se conformarían tan sólo con jugar ya han presenciado goles del menino adolescente. Un elegido.
Un trampolín de canteranos
Algunos de los ‘mirlos’ saben de qué va esto. Y conocen en sus carnes que la empresa es complicada: Fran González ya ha ‘catado’ las giras y este año se ha hinchado a convocatorias con los mayores. Sin estreno oficial, eso sí. Mario Martín puede decir bien alto que ha debutado en La Liga y la Copa, aunque no ha gozado de continuidad.
Oportunidad también para Nico Paz, que hace unos meses presentó candidatura con un señor golazo frente al Nápoles en la Champions League, pero después no logró tirar la puerta de Valdebebas. Un caso similar sucede con Álvaro Rodríguez. Inicios de ensueño con asistencia en su primer partido y gol en su primer derbi, pero progresión cortada por el regreso de otro canterano… un enorme Joselu. El fútbol es así: oportunidad, momento, un poco de suerte y escuela de vida permanente.
Puede que ninguno de los citados haga un carrerón en el Real Madrid o que lo hagan varios, pero lo que es seguro es que los años de aprendizaje, los entrenadores y los jugadores con los que compartirán vestuario en su formación como profesionales en la Casa Blanca les brindarán un máster de fútbol nivel Harvard.
Obrador, Palacios, Lorenzo, el ‘amuleto’ Jeremy de León, Asencio, Jacobo Ramón o Joan Martínez (especialmente estos tres últimos, ya que se desenvuelven como defensas centrales, una posición que baila tras la salida de Nacho y la no llegada de Yoro) se encuentran ante la oportunidad de sus vidas. Y si esta gira no los catapultase al primer equipo, su nombre, como mínimo, retumbará bien alto en el planeta fútbol, asociado indisolublemente a la marca Real Madrid.
Un trampolín que les ayudará a acariciar el anhelo de consolidarse en la élite. ¡Es lo que tiene acudir a la gira de los sueños en blanco!