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Los niños del Barça plantan cara a las estrellas del Madrid

La goleada ante el Bayern de Múnich ha puesto en valor la sangre nueva de la Masía a las puertas del Clásico

Los niños del Barça plantan cara a las estrellas del Madrid

De izquierda a derecha: Héctor Fort, Lamine Yamal, Fermín López y Marc Casado, algunos de los jóvenes talentos con los que cuenta el equipo de Hansi Flick. | Xavi Urgeles (Zuma Press)

El Barça ha vuelto. La goleada de prestigio ante el Bayern en la Champions confirma el enorme potencial que se le atisbaba y presenta su firme candidatura a optar por los grandes títulos. El equipo de Flick, líder de la liga, afronta el Clásico de mañana repleto de confianza y con la moral por las nubes. Los incrédulos ponían pegas a su solvencia, a pesar de ir saldando sus partidos con goleadas, alegando la poca entidad de los rivales encontrados hasta ahora. Pero en un miércoles ya histórico para el barcelonismo, confirmó su solidez con una majestuosa actuación, ante su bestia negra y en un escenario tan suntuoso como la Champions.

También llega en un buen momento de forma el Real Madrid tras su enésima remontada europea ante el Dortmund, exhibiendo una vez más su habitual y mítico gen competitivo. Todo gracias, en buena parte, a una exhibición estelar de Vinicius, principal candidato al balón de oro, galardón que se entrega el próximo lunes en el parisino Teatro del Châtelet. A la constelación de estrellas consagradas y coronadas con la liga y la Champions de la temporada pasada, el conjunto merengue ha añadido a Mbappé, aterrizado este verano con la vitola de mejor jugador del mundo pero con un rendimiento, hasta ahora, por debajo de las altísimas expectativas.

Pintaba a que este Madrid iba a ser arrollador, que se iba a pasear por la temporada en la que muchos ya daban por descontados los 7 títulos, ya que el Barça, sumido en una grave crisis económica, venía de un naufragio en el que se ahogó Xavi, otra leyenda del club engullida por las urgencias históricas que arrastra la entidad. Pero el equipo azulgrana ha resurgido de sus cenizas en un tiempo récord, con un entrenador alemán, Hansi Flick, caído de pie, y apostando desacomplejadamente por una generación de adolescentes, que han pasado de examinarse de la ESO a consagrarse en la élite futbolística europea en un santiamén. Y eso no es nada normal.

En la alineación titular liderada por Lamine Yamal, adolescente de 17 años que casi parece un veterano porque dio el salto con 15, están Cubarsí, otro niño (17 años), Balde (21), Pedri (21), Fermín (21) y Casadó (21). Estos dos últimos han pasado de luchar en la 1ª REF hace dos días a deslumbrar en la Champions, triturando al Bayern, un gigante europeo, convertido en bestia negra del barcelonismo. Hasta 9 jugadores de la cantera acabaron participando.

No fue el dominio y el control del juego, que en muchas fases lo puso el equipo alemán, lo que coronó a este Barça de biberón y chupete, sino su personalidad para agigantarse con una ejecución valiente ante un imponente compromiso, manteniéndose fiel a sus creencias y exhibiendo una inusual seguridad y eficacia. En este fútbol actual tan precoz es habitual que en los grandes equipo haya un par de imberbes, pero que casi la mitad lo sean es absolutamente extraordinario.

Nacidos en casa, en la Masía, han sido educados en un mismo idioma futbolístico de juego valiente y ofensivo mientras eran inoculados por el sentimiento culé, que siempre aporta un plus de compromiso en la defensa de unos colores. Es por ello que el barcelonismo ha recobrado la ilusión. Vuelve a soñar, a ver un equipo competitivo, formado por una base de canteranos, dignificando el característico estilo de juego sobre el que el Barça ha construido su marca. Es el inicio de un proyecto ilusionante.

Aunque convendría mantener los pies en el suelo y no olvidar que el Madrid es el Madrid, con una plantilla más consolidada y, Ancelotti, un entrenador más consagrado al que, sin embargo, le está resultando más difícil de lo esperado encontrar un encaje perfecto a tantas estrellas juntas. Hasta el momento, los blancos están sobreviviendo gracias a la indiscutible calidad de sus individualidades y su indudable mentalidad ganadora, mientras el Barça empieza a despegar desde lo colectivo. En el clásico de mañana se enfrentan dos estilos diferentes de juego, dos modelos distintos. Bien podría ser un «cantera contra cartera», porque, aunque el Barça haya invertido también mucho dinero en fichajes, son los niños criados en casa los que están tirando del carro. 

Queda mucho para que se declare oficialmente el inicio de una nueva era exitosa en el Barça porque el proyecto de Flick anda todavía con los pañales puestos, pero que el horizonte que se vislumbra sea tan esperanzador ya es una importante victoria parcial en una temporada en la que se había pronosticado un paseo triunfal del Real Madrid.

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