Las futbolistas piden que arbitren hombres en la Liga F tras las últimas polémicas

El partido del pasado domingo entre el FC Barcelona y el Real Madrid en la Liga F dejó una jugada que ha generado revuelo: el gol anulado a Jana Fernández por un supuesto fuera de juego de Caroline Graham que no existió. Este incidente ha vuelto a evidenciar las dificultades que enfrenta el arbitraje en el fútbol femenino profesional, un tema que sigue dando de qué hablar.

A partir de este miércoles, los clubes de la Liga F iniciarán conversaciones directas con los representantes del arbitraje para abordar estas cuestiones. Por un lado, estará la Comisión de Arbitraje, integrada por Levante Badalona y Atlético de Madrid; por el otro, Yolanda Parga, la máxima autoridad del arbitraje femenino, liderará las negociaciones desde el estamento arbitral. Uno de los puntos centrales será la implementación del VAR, cuya ausencia ayer fue especialmente notoria, tal como destacó Mundo Deportivo.

Sin embargo, replicar el modelo de Mediapro usado en el fútbol masculino no es factible para los clubes femeninos debido a los altos costos y la falta de infraestructura en la mayoría de los 16 equipos de la Liga F. Hasta ahora, el VAR solo se emplea en las semifinales y la final de la Copa de la Reina, así como en la Supercopa, ya que estos partidos se juegan en estadios masculinos que ya cuentan con la tecnología. Por ello, la RFEF está explorando un sistema de VAR más accesible que podría debutar la próxima temporada, una herramienta para la que las árbitras ya están capacitadas tras años de formación en el Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Otro reclamo importante de la Liga F es diversificar el arbitraje, que actualmente es exclusivo de mujeres desde que el fútbol femenino se profesionalizó. Los clubes consideran prioritario que árbitros masculinos también participen en la competición, siguiendo el ejemplo de Marta Huerta de Aza, quien ya dirige partidos en la Segunda División masculina y en la Primera RFEF junto a otras colegiadas. Para los equipos, la presencia de árbitros hombres enriquecería la profesionalización de la liga.

Ayer, en el Estadio Johan Cruyff, la encargada de impartir justicia fue Olatz Rivera, una árbitra vasca de categoría internacional. Desde diciembre, Rivera ascendió al grupo Élite de la UEFA, donde comparte espacio con Marta Huerta de Aza. Junto a María Eugenia Gil Soriano, ambas son las únicas colegiadas de la Liga F que esta temporada también arbitran en la Primera RFEF masculina, gracias a su distinción como internacionales.