Nuevas reglas para las tecnológicas: Bruselas podrá exigir que vendan empresas para evitar abusos
La Comisión Europea (CE) ha presentado este martes la dos leyes para regular la actividad de las grandes tecnológicas: la nueva ley de mercados digitales, que prevé la posibilidad de obligarles a vender parte de su dominio, como medida extrema, para evitar abusos de poder; y, por otra parte, ley de servicios digitales, que establece multas a estas empresas de hasta el 6% de sus ingresos anuales globales si no eliminan el contenido ilegal de sus páginas web, aunque provenga de terceros.
En contexto: esta iniciativa de Bruselas para controlar a los gigantes tecnológicos se presenta apenas una semana después de que EEUU demandase a Facebook con el objetivo de acabar con su «monopolio ilegal», acusando a la compañía de adquirir de forma ilegal a competidores como Instagram y WhatsApp y privar de esta forma a los consumidores de los beneficios de un mercado competitivo. En la Unión Europea, las normas que regulan los mercados digitales no se actualizan desde el 2000.
Respecto a la venta de empresas para evitar este tipo de abusos, fuentes comunitarias aseguran que la ley lo contempla como última opción: «Si es la única forma adecuada de resolver el problema, (…) la separación estructural o la desinversión puede ser una medida de último recurso», han expresado. Antes de llegar a ese extremo, prevé imponer a los gigantes de internet una multa de hasta el 10% de sus ingresos anuales a nivel global si incumplen las obligaciones que dicho texto legal establece para combatir su domino.
Con estas dos normativas –que aún tendrán que recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE–, el Ejecutivo comunitario quiere actualizar la ley de comercio electrónico del año 2000 y dotarse de nuevas herramientas para combatir el poder de las grandes tecnológicas. Las normas que han estado en vigor en los últimos 20 o 30 años para evitar abusos «no son adecuadas» en un entorno digital que evoluciona muy rápido, según el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
Bruselas pretende disminuir el poder de las tecnológicas impidiéndoles usar los datos de sus clientes comerciales para mejorar su competencia o impidiéndoles que obliguen a los usuarios a instalar aplicaciones o servicios concretos. También les obligará a más transparencia en el funcionamiento de los algoritmos que recomiendan contenido a los usuarios.
Los gigantes de Internet tendrán total libertad para operar en el país de la UE que deseen, pero las normas se aplicarán por igual en todo el territorio comunitario. Además, las tecnológicas –principalmente estadounidenses– estarán obligadas a tener un representante legal en Europa con el que se puedan poner en contacto las autoridades.
El término «grandes plataformas» incluye a aquellas que tienen más de 45 millones de usuarios activos al mes o las que alcanzan un volumen de negocios anual en el Espacio Económico Europeo (EEE) igual o superior a 6.500 millones de euros en los últimos tres ejercicios.