El Banco de España no ve señales de alarma en el mercado inmobiliario ni signos de sobrevaloración de la vivienda, pero advierte de que los precios han comenzando a subir y podrían hacerlo aún más por el encarecimiento de la mano de obra y los materiales de construcción.
El organismo supervisor considera que, a diferencia de lo que ocurre en algunos países europeos, en España la situación del mercado inmobiliario no se encuentra en una fase preocupante y, aunque el crédito hipotecario nuevo esté creciendo con fuerza en 2021, no se observa una relajación en las condiciones de concesión.
Las compraventas de vivienda, recuerda en su último Informe de Estabilidad Financiera, experimentaron un fuerte repunte en los ocho primeros meses de 2021, casi del 14 % respecto al mismo periodo de 2019, en contraposición con la evolución más contenida de la oferta de viviendas.
Este aumento de la demanda estaría impulsado no sólo por la recuperación de la economía y las condiciones financieras sino por las decisiones de inversión que se habían pospuesto con la irrupción de la pandemia y por los cambios en las preferencias de las familias, que ahora apuestan más por obra nueva y viviendas unifamiliares.
Sin embargo, el Banco de España destaca el escaso dinamismo de la oferta de viviendas y apunta que si la demanda se mantiene, el stock inmobiliario podría ser insuficiente para absorber en los próximos años incrementos adicionales de la demanda.
Fondos europeos para impulsar la actividad residencial
En todo caso, a medio plazo, el supervisor considera que la implementación del Plan de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana, con una dotación de 6.820 millones de euros financiada con cargo a los fondos europeos del «Next Generation», podría impulsar la actividad residencial, tanto de rehabilitación como de obra nueva.
Los precios suben un 3 % y podrían hacerlo más
El repunte de las compras en 2021 se tradujo en un aumento de precios del 3,3 % en tasa interanual en el segundo trimestre del año, rompiendo así la tendencia de desaceleración desde principios de 2019, con alzas del 6 % en el segmento de vivienda nueva y del 2,9 % en segunda mano.
Y, de cara al futuro, vaticina el Banco de España, el reciente notable aumento en los costes de los insumos de la construcción podría, en caso de persistir, provocar presiones adicionales en el precio de la vivienda nueva.
Hay que tener en cuenta, además, que el aumento de la actividad derivado de la implementación del Plan de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana podría provocar tensionamientos adicionales en los costes de la mano de obra y los insumos del sector de la construcción.
En línea con el mayor dinamismo de las compraventas de viviendas, en la primera mitad de 2021 repuntaron con intensidad las nuevas operaciones de crédito hipotecario.
Concretamente, el crédito nuevo para adquisición de vivienda es alrededor de un 40 % superior al del mismo periodo de 2019.
A pesar de ello, el saldo vivo de esta modalidad de financiación ha aumentado forma muy moderada, al haber crecido también las amortizaciones, posiblemente como reflejo de la utilización del ahorro acumulado por los hogares en las primeras fases de la pandemia para acelerar el repago de la deuda hipotecaria, y también por la finalización de los programas de moratorias, que implica el reinicio de los repagos de hipotecas que habían quedado en suspenso.
Este repunte de las operaciones hipotecarias, explica el Banco de España, parece responder fundamentalmente a factores de demanda ya que no se observan indicios de relajación de los estándares crediticios durante los últimos meses, si bien los diferenciales de tipos de interés en el segmento de las hipotecas con tipo de interés fijo se han reducido recientemente.