La salida de Pablo Isla de Inditex mete más presión al presidente de BBVA, Carlos Torres
El máximo responsable de la entidad se encuentra atrapado entre la espada de Villarejo y la pared de Erdogan
Al presidente de BBVA, Carlos Torres, le crecen los enanos. Desde que tomó las riendas su mandato ha estado repleto de sobresaltos, que le han colocado entre la espada y la pared y que le han restado poder en favor del consejero delegado, Onur Genç. Desde hace tiempo en el banco se da por sentado que habrá un relevo más pronto que tarde y en los últimos días corre de boca en boca por los pasillos de la sede de la entidad que su sustituto podría ser Pablo Isla, una vez deje en abril el timón de Inditex. Es más, en algunos círculos empresariales se comenta incluso que el todavía presidente de la textil habría recibido una oferta de un grupo financiero, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
La situación de Torres cada vez es más complicada. Por un lado, se enfrenta a una posible imputación por el caso Villarejo, que podría llegar a producirse si el juez que investiga la causa ve indicios de delitos por la contratación del banco al excomisario de la Policía para espiar a políticos, directivos, empresas y asociaciones. Hay que tener en cuenta que los últimos encargos se hicieron cuando él era ya consejero delegado de la entidad.
Por otro, sus relaciones son tensas con su número dos por la estrategia a seguir, que se hacen visibles hasta en público, con mensajes contradictorios, a raíz de las compras para crecer y hacer uso de los 8.000 millones de capital extra que tiene BBVA tras haber vendido su filial de Estados Unidos. Por ahora, la batalla está siendo ganada por Genç, ya que se ha descartado por ahora la adquisición del Sabadell y el grupo va a destinar parte de los recursos sobrantes a hacerse con el control total del turco Garanti, a pesar de los riesgos del país otomano. Una apuesta que ha sido respaldada por un consejo de administración dominado por vocales de la era de Francisco González, quien tuvo que dejar su puesto a finales de 2018 por el escándalo del caso Villarejo.
En los últimos días la presión para Torres se ha agudizado, que ve como su cargo está amenazado aún más por la puesta en el mercado del directivo español con mejor valoración. La marcha de Isla de Inditex y su posible fichaje por otra compañía llega en uno de los perores mementos para Torres, aunque también es cierto que en los mentiremos financieros se apunta a que podría ser contratado por Telefónica o Iberdrola. Precisamente el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, tendrá que acudir en enero a declarar a la Audiencia Nacional por su imputación por encargos a Villarejo.
Fuentes internas del banco sostienen que Isla sería un gran candidato para ejercer la presidencia no solo por su gestión en la cadena textil, sino porque cuenta con experiencia en el mundo financiero. Durante varios años fue responsable del tarea jurídica del extinto Banco Popular, por lo que no es ajeno al sector. Además, la entidad no tendría ningún problema de competencia para su fichaje, ya que su cláusula contractual en Inditex estipula que no podrá trabajar en el plazo de dos años en compañías rivales del grupo gallego de Amancio Ortega. Por tanto, tendría vía libre para intentar atraerlo.
Desplome de la acción
La sombra de Isla lleva en un momento en que la acción de BBVA se está desplomando por la aventura turca, que supone un riesgo para el banco tras el nuevo hubndimiento de la lira. Aunque esta caída de la moneda otomana abarata la adquisición del 50% del Garanti, eleva su exposición a una economía con graves desequilibrios, con una inflación por las nubes y con unos tipos de interés a la baja por orden de su presidente, Recep Tyyp Erdogan. La entidad se ha derrumbado un 22% en tres semanas, a pesar incluso de que contar con el sostén de las adquisiciones de títulos llevadas a cabo por el propio grupo para llevar a cabo la prometida recompra de acciones por un máximo de 3.500 millones.
Torres está atrapado, por todo ello, entre la espada Villarejo y la pared de Erdogan, y tapado por la sombra alargada de Isla. El todavía presidente de Inditex no ha querido hablar de su futuro. «Estoy centrado en la transición y, después ya veremos», señaló en su comparecía para explicar los cambios en la cadena textil gallega.
Clan Pizarro
El directivo textil pertenece al denominado clan Pizarro, capitaneado por el expresidente de Endesa y en el que participan destacados ejecutivos, como el expresidente de Telefónica, César Alierta, y el expresidente de BBVA, Francisco González. De este colectivo también surge, precisamente, la figura de Torres, que fue un alto directivo de la eléctrica hasta su desembarco en la entidad.
Distintas fuentes consideran que el mandato del máximo responsable de BBVA «se aproxima a su final» y que mucho tienen que cambiar las cosas para que se mantenga. Señalan que con el transcurso del tiempo su poder se ha venido desvaneciendo y que no hace nada para recuperarlo. Genç, de origen turco, es el que decide todo o casi todo en la entidad y así lo demuestra hasta en público. Esta misma semana llegó a señalar que la posibilidad de que BBVA se haga con el Sabadell es similar a que compre una entidad en México, Colombia o Perú. Hace unas semanas, Torres abrió la puerta a intentar de nuevo absorber el banco catalán, algo que el consejero delegado rechaza de plano y que fue uno de los principales escollos en las negociaciones abordadas entre ambas entidades hace un año.