Toyota saca el talonario para competir por el coche eléctrico frente a Volkswagen y Tesla
Se lanza a la conquista del mercado de cero emisiones con una inversión de 30.983 millones de euros y 30 nuevos modelos hasta el final de década
Toyota es consciente de que va trasera en la carrera por el coche eléctrico y ha decidido sacar el talonario para no ceder terreno ante el grupo Volkswagen y Tesla. El gigante automovilístico japonés centraba hasta ahora su apuesta en los coches híbridos, pero se ha lanzado a la conquista del mercado de cero emisiones con una inversión de 35.000 millones de dólares (30.983 millones de euros).
La compañía que preside Akio Toyoda, que el año pasado arrebató el liderato mundial de ventas a la multinacional alemana con 9,5 millones de coches entregados –200.000 más–, planea el lanzamiento de una ofensiva de 30 modelos eléctricos en lo que resta de década y alcanzar unas ventas de este tipo de vehículos de 3,5 millones de unidades por año.
En este sentido, incrementará su inversión en baterías de los 1,5 billones de yenes (11.686 millones de euros) anunciados en septiembre a dos billones de yenes (15.582 millones de euros), con el objetivo de realizar baterías «más avanzadas, de alta calidad y asequibles». También ha comunicado recientemente que levantará una planta de baterías en Carolina del Norte (Estados Unidos) con una inversión de 1.290 millones de dólares (1.138 millones de euros).
Según ha detallado la propia empresa, la instalación se pondrá en marcha en 2025 y contará contará con cuatro líneas de producción, cada una de ellas capaz de fabricar baterías de ion-litio para 200.000 vehículos, con la intención de ampliar hasta un mínimo de seis líneas, con lo que se llegaría en total a 1,2 millones de coches por ejercicio.
Además, la marca premium del grupo Lexus dejará atrás la hibridación para 2035 y solo contará con modelos 100% eléctricos entre su gama de producto para dicho año –un lustro antes en Europa, Norteamérica y China–.
Reconversión de las plantas
Por su parte, el grupo Volkswagen prevé un plan inversor durante los próximos cinco años de 159.000 millones de euros –9.000 millones más que en el plan de 2020–, de los que 89.000 millones corresponderá a electrificación y 56.000 millones a la digitalización de sus plantas. Así, aspira a que el 25% de coches que venda para 2026 tenga un motor eléctrico. No obstante, entre estos también se incluyen los híbridos enchufables.
La compañía ha puesto en marcha un plan de electrificación para la mayoría de sus plantas. Destaca su sede central, en Wolfsburgo. Allí producirá una parte del ID.3, el eléctrico con el que pretende «democratizar» la electromovilidad, y donde, a partir de 2026, comenzará a ensamblar el Trinity, un modelo eléctrico, autónomo y conectado.
Volkswagen también planea producir modelos eléctricos en España en sus plantas de Landaben (Navarra) y en la de Seat en Martorell (Barcelona). Ya ha confirmado que la planta barcelonesa acogerá la producción de un modelo compacto eléctrico y que la fábrica navarra tendrá un tocamino eléctrico, pero deja en el aire su adjudicación a las ayudas del Perte para el desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC).
De este modo, tiene la intención de lanzar al mercado 70 modelos 100% eléctricos para 2030, de los que 20 ya están en producción, y 60 híbridos. Así, planea una producción de 26 millones de eléctricos para 2030: unos 19 millones estarán basados en la plataforma modular eléctrica MEB y la mayoría de los siete restantes, bajo la plataforma PPE de alto rendimiento. El grupo también estima una fabricación de alrededor de siete millones de vehículos híbridos durante el mismo período.
Posible factoría de baterías en España
El grupo germano también ha solicitado al Gobierno participar en Perte VEC para construir en España su tercera gigafactoría para la producción de baterías. En total, quiere tener seis de estas en Europa con una capacidad de 240 gigavatios/hora para 2030. La primera en Skellefte (Suecia), que está gestionada por Northvolt y en la que ha invertido recientemente 500 millones de euros, comenzará a producir en 2023.
La segunda estará en Salzgitter (Alemania) y comenzará a producir en 2025 tras firmar una cuerdo con el especialista chino en células Gotion High-Tech, que garantiza «la industrialización de la producción de baterías en Alemania». Asimismo, bajo el El plan Future:Fast Forward de Seat aspira a la creación de un ecosistema de vehículos eléctricos en España, estimulando la demanda y desarrollando infraestructuras públicas de recarga.
La marca española ha creado un consorcio público-privado junto con el Gobierno y otras empresas para hacerlo posible. Está abierto a otros socios, pero por ahora forman parte del proyecto Aeorum, Grupo Antolín, Asti Mobile Robotics, CaixaBank, Delta Vigo, Ficosa, Fisas Navarro, Gestamp, Iberdrola, Lithium Iberia, Mind Caps, Sayer Technologies, Seat, Sesé y Telefónica.
Tesla va mucho más allá y se marca la ambiciosa meta de vender 20 millones de coches para 2030, lo que supone juntar las matriculaciones de los dos grupos automovilísticos más grandes del mundo. Hay que tener en cuenta que entregó alrededor de medio millón de coches el año pasado.
La compañía que dirige Elon Musk se encomienda para lograr este objetivo a un modelo «asequible» por 21.400 euros y que quiere lanzar al mercado para 2023. Asimismo, ha puesto en marcha una estrategia para elevar la producción. Hasta ahora, las dos principales plantas están en Fremont (California) y en Shanghái (China) y a ellas se sumarán las fábricas de Austin (Texas) y Berlín.