El Santander se sube a la ola renovable con una filial para invertir en proyectos verdes
El banco quiere participar en el capital de plantas bajas en carbono de manera temporal en plena proliferación de iniciativas por los Next Generation
El Santander no quiere desaprovechar el boom de las energías renovables, por lo que además de financiar proyectos quiere invertir en iniciativas verdes. Para ello, el banco ha creado recientemente una sociedad para buscar oportunidades en este segmento de actividad, Santander Green Investment, y participar en la puesta en marcha de plantas solares, eólicas, etc. Fuentes de la entidad indican a THE OBJECTIVE que aún no hay un objetivo de inversión para este tipo de desarrollos, ya que dependerá en buena medida de los planes que vea atractivos.
El propósito del banco con esta compañía es participar de manera temporal en el capital de las empresas que gestionan y constituyen infraestructuras de energías limpias para el medio ambiente. Este movimiento del Santander se produce en un momento en que van a proliferar proyectos de todo tipo gracias a los fondos Next Generation, unas ayudas que irán destinadas en España en más de un 39% al fomento de las renovables. Solo las compañías energéticas del IBEX han presentado propuestas para acceder al dinero proporcionado por Europa por importe de casi 60.000 millones de euros. Bruselas concederá a nuestro país 140.000 millones en los próximos año, unos recursos que comenzaron a llegar el año pasado pero que aun no han sido entregadas a las empresas (ni grandes ni pequeñas).
El grupo que preside Ana Botín, de esta manera, pretende no solo aportar financiación a los proyectos que se lleven a cabo gracias a los Next Generation, sino que quiere impulsarlos con su propia inversión, con el fin de obtener un rentabilidad en el futuro. La banca en los últimos meses ha redoblado su presión al Gobierno para poder canalizar y anticipar el dinero, con el fin de contribuir a una mayor recuperación de la economía y que los fondos puedan llegar a utilizarse en su totalidad sin retrasos.
Plan sostenible
La apuesta del Santander por lo verde se intensifica con la creación de Green Investment, una filial que cuenta como apoderados mancomunados a Antonio García Méndez, Javier María Cabo Díaz y Silvia Moreno Pérez, que serán los encargados de buscar las iniciativas que sean más atractivos. Hasta ahora el banco contaba con un plan sostenible, que estaba basado en la financiación de proyectos, bien a través de préstamos como de bonos catalogados como verdes. Este plan determina el objetivo de movilizar 120.000 millones en créditos para proyectos bajas en emisiones de carbono entre 2019 y 2025. Hasta la fecha, el banco ha destinado 51.200 millones, de los cuales más de 17.400 millones los otorgó en los primeros nueve meses de 2021. Además, ha estado presente en la emisión de tres bonos verdes por importe de 3.000 millones, de los que un tercio fueron lanzados durante el ejercicio pasado.
Asimismo, el Santander se ha comprometido a dejar de financiar a las empresas más contaminantes a partir de 2030. En concreto, a partir de entonces ya no prestará sus servicios a los clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en al menos un 10% del carbón térmico, al igual que habrá eliminado cualquier exposición a la minería en todo el mundo. Para antes de septiembre de 2022, la entidad anunciará nuevos objetivos de descarbonización para otros sectores relevantes, como petróleo, gas o transporte.
Las asegurados toman la delantera
El Santander no es el primer grupo financiero que decide invertir en plantas solares y de energía limpia, ya que sobre todo las aseguradoras han tomado la delantera en este campo con el propósito de mejorar su rentabilidad ante el escenario de tipos en negativos, que está lastrando sus ingresos. Mapfre ha sido una de las que más dinero ha puesto sobre la mesa para desarrollar este tipo de proyectos. En abril firmó una alianza estratégica con Iberdrola para desembolsar 800 millones para la puesta en marcha de iniciativas sostenibles. Mutua y Pelayo son otras dos compañías de seguros que están participando en este tipo de compañías.
El banco, con su decisión de entrar en compañías renovables, sigue los mismos pasos que dio en el segmento de la fintech. En un primer momento fue tanteando el terreno para analizar bien las compañías en las que participar y posteriormente dio un salto cuantitativo por el auge de las mismas, En 2020 duplicó su compromiso para potenciar finetch, con un importe de 400 millones a través de Mouro Capital, el fondo creado para tal fin. Entonces, indicó que había logrado un retorno de 1,75 veces el montante invertido hasta la fecha.