El Gobierno solo ha asignado a las autonomías el 41% de la inyección europea prevista para 2021

El Gobierno solo ha transferido a las autonomías y organismos autónomos el 41% de los 24.198 millones de euros de la inyección europea del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) presupuestados para 2021. Así consta en el último avance mensual publicado por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) a cierre de ejercicio, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

Es la fotografía de la asignación de fondos europeos a primeros de diciembre, que evidencia la lentitud burocrática y refrenda la polémica demora en la ejecución de la inyección europea, ya que esa canalización a las autonomías es tan solo el primer paso para una posterior materialización de los fondos en programas y proyectos que lleguen a las empresas a través de estas administraciones regionales.

Llama la atención que a escasos días de cerrar el año ni siquiera se hubiera repartido una mitad de la dotación para todo 2021, explican fuentes conocedoras del proceso de movilización del MRR. Así, según datos de la IGAE a 1 de diciembre del pasado año, la cifra de obligaciones netas reconocidas en el Informe de Ejecución del Presupuesto de la Administración General del Estado ascendía a 10.099,21 millones de euros frente a los 24.198 millones dispuestos para todo 2021.

Fisuras en la gobernanza de la inyección europea

La cifra de dinero drenado a las autonomías aumentó en 1.982 millones durante el mes de noviembre, frente a los 8.117 liberados a cierre de octubre, según datos de la Intervención, dependiente del Ministerio de Hacienda, que encabeza María Jesús Montero.

La subida del último mes con datos disponibles deriva principalmente de transferencias nacidas de las últimas conferencias sectoriales celebradas en el último tramo de 2021 y de licitaciones del administrador ferroviario Adif y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

Los expertos consultados por este periódico destacan las fisuras en la cogobernanza que destapa esta infrautilización de los fondos. Solo se canaliza un 41% del dinero europeo a las regiones, pero además no se cuenta con las CCAA en el diseño de los planes, aducen, lo que impide atinar con las necesidades de las autonomías receptoras. No solo eso, sino que además se convierte a las autonomías en el distribuidor de un dinero europeo pero con los criterios, plazos, condiciones y destinos que marca el Gobierno central.

Desorientación empresarial

Este cóctel de lentitud e incertidumbre acrecienta la desorientación de las empresas sobre su acceso a ese 41% del dinero europeo ya drenado a las autonomías. Fuentes empresariales y patronales trasladan a este diario su decepción y la falta de consideración que perciben en relación a su protagonismo en el relanzamiento de la recuperación. Denuncian falta de información y accesibilidad a los fondos, una debilidad que castiga especialmente a pymes y autónomos.

También se cuestiona desde los ámbitos académico y empresarial el hecho de que algunas licitaciones conocidas giran sobre proyectos muy alejados de prioridades europeas tales como la digitalización o la agenda verde, amén de concentrarse en actividades que no generan empleo a medio o largo plazo ni son tractoras de la actividad ni transformadoras del modelo productivo hacia otro más eficaz y competitivo. Por eso, la panoplia de proyectos discordantes con estos objetivos han rescatado del imaginario colectivo el fracasado Plan E del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Además, son cada vez más numerosos los organismos e instituciones que afean las previsiones económicas del Gobierno, lo cual avala la realidad de los últimos datos de coyuntura económica. Dichas proyecciones macroeconómicas del Ejecutivo contemplaban el impacto de los distintos vehículos europeos en la actividad, pero la infraejecución desbarata las cifras oficiales.

La evaluación de la UE

Todo ello en un contexto de condicionalidad. No olvidemos que el calendario de desembolsos depende del cumplimiento de unos hitos por parte del Estado español, tanto en el ámbito de las reformas como en materia de inversiones. La segunda parte de la reforma de pensiones, en concreto, puede despertar recelos en la Unión Europea, según han transmitido a THE OBJECTIVE fuentes comunitarias, ya que en la primera fase no se arbitró ningún mecanismo de ajuste automático ante los vaivenes de la demografía y su consiguiente impacto en las cuentas de la Seguridad Social.

Por todo ello, el PP ha solicitado la comparecencia mensual de María Jesús Montero para rendir cuentas sobre la ejecución de los fondos de la UE. No en vano, la realidad es que el grueso de las ayudas de la inyección europea se financian de forma solidaria con deuda de los Estados miembros, quienes harán contribuciones al Presupuesto Europeo hasta 2058, lo que compromete los servicios públicos que recibirán las siguientes cohortes de población.

El MRR, palanca de la recuperación

El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia nació el 21 de julio de 2020 por acuerdo del Consejo Europeo por un importe total de 750.000 millones de euros para garantizar una respuesta europea coordinada con los Estados miembro para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

El MRR constituye el núcleo del fondo de recuperación y tiene como finalidad apoyar la inversión y las reformas en los países de la UE pivotando sobre cuatro objetivos principales: promover la cohesión económica, social y territorial de la UE; fortalecer la resiliencia y la capacidad de ajuste de los Estados miembros; mitigar las repercusiones sociales y económicas de la covid-19 y apoyar las transiciones ecológicas y digitales en orden a restaurar el potencial de crecimiento de las economías de la UE, fomentar la creación de empleo y promover el crecimiento sostenible.

España recibirá en total 140.000 millones del fondo de recuperación, de los que 72.000 serán ayudas directas y el resto, créditos.