Kutxabank prejubilará a 132 trabajadores este año para ahorrar costes sin aplicar un ERE
La entidad vasca pondrá en marcha esta medida de ajuste a principios de marzo para el colectivo de empleados mayores de 60 años
Kutxabank ha decidido poner en marcha un nuevo plan de prejubilaciones para su plantilla con el objetivo de ahorrar costes y mejorar su eficiencia. Un proceso que, a diferencia de los ajustes lanzados por la mayor parte de los bancos, no supondrá la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
La medida del grupo vasco afectará a unos 132 trabajadores, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Se produce después de haya cerrado a final de 2021 otra veintena de la red de sucursales (un 2,5% del total). Los empleados que podrán acogerse al retiro anticipado serán aquellos que tengan una edad que supere los 60 años.
Kutxabank ha ofrecido a este colectivo estas bajas, que se iniciarán a principios de marzo y terminarán en septiembre, con un salario bruto del 70%. Con ello, Kutxabank espera aumentar el ratio de eficiencia, que según sus últimos datos empeoró hasta el 54,6%.
El plan de prejubilaciones no incluye a priori nuevas incorporaciones para la plantilla, algo que han solicitado los sindicatos a la dirección. Aún así, esta iniciativa tiene un impacto inferior a los retiros laborales que la entidad ejecutó el ejercicio pasado. Éste afectó a 176 personas.
A cierre de septiembre, la plantilla de Kutxabank estaba conformada por 5.231 empleados, un 2% menos que doce meses antes, una vez materializadas las prejubilaciones y algunas contrataciones hechas para compensar las salidas.
Kutxabank, a la contra que el sector
Kutxabank, es junto a Bankinter, una entidad que ha prescindido de un despido colectivo para rebajar los costes operativos. El conjunto del sector ha acordado un ajuste de unos 19.000 empleados y el cierre de más de 4.000 oficinas desde finales de 2020 y hasta mediados de 2022.
La entidad vasca, además, tampoco ha participado en ningún proceso de fusión para ser más eficiente y ganar tamaño. Sin embargo, no descarta aprovechar cualquier oportunidad que se presente. Ya hace más de un año, entabló conversaciones informales con el Sabadell para llevar a cabo una integración. Una opción que se ha diluyó como el azucarillo por presiones políticas.
Cualquier transacción de concentración de Kutxabank tendría que garantizar su liderazgo en la misma. El PNV no quiere dejar la influencia que tiene sobre los órganos de Gobierno del banco nacido de unión de las tres cajas vascas más la suma de la antigua Cajasur. El control está en manos de la Fundación BBK, con sede en Vizcaya.
Hace unos meses, la entidad declaraba públicamente que una de las mejores opciones de usar el capital sobrante era abordar una fusión. Kutxabank es una de los grupos financieros con mayor ratio de solvencia del país, por lo que cuenta con fondos suficientes para emprender este camino.
Lo que descarta de plano es colocarse en el mercado, siendo así una de las pocos bancos que no cotizan y no tienen previsto hacerlo. Para ello, las fundaciones accionistas de Kutxabank han tenido que realizar una dotación para garantizar cualquier contratiempo y dar por cumplida la regulación.
Estrategia de digitalización
Mientras lleva esa oportunidad (Ibercaja podría llegar a ser tras aplazar su salida a bolsa), el grupo presidido por Gregorio Villalabeitia, continúa con su estrategia de digitalización y de aumento del negocio más rentable. El objetivo de la entidad es potenciar lo máximo posible la venta de productos a través de los canales remotos en las regiones denominadas de expansión.
Es decir, que el esfuerzo por empujar su banca por internet o por móvil se está focalizando, principalmente, en territorios al margen del País Vasco y Córdoba. Por ello, los últimos cierres de sucursales se ubicaban en Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Castilla y León, Navarra y Asturias).
En esta estrategia, Kutxabank inyectó 400 millones a la antigua Cajasur en verano para desplegar la digitalización por toda Andalucía y intentar ampliar su dominio cordobés por toda esta comunidad autónoma.
Kutxabank elevó sus beneficios en los nueve primeros meses de 2021 un 10%, debido a la disminución de las provisiones contra posibles pérdidas derivadas de la covid. Las ganancias del banco alcanzaron los 176 millones, en parte también por el incremento de los ingresos por comisiones y la mayor actividad.
El volumen de préstamos del banco se elevaron en dicho periodo en un 7,5%, con una subida de las hipotecas del 35%. Por su parte, en el segmento de fondos de inversión y planes de pensiones logró superar los 20.000 millones de activos bajo gestión y colocar su cuota de mercado en este segmento en el 6,6%.