El Gobierno sube el salario mínimo hasta los 1.000 euros a pesar del rechazo de los empresarios
El SMI acumula una subida del 35,9% en los últimos cuatro años, al pasar de los 735,9 euros en 14 pagas de 2018 a los actuales 1.000 euros con efectos de 1 de enero
El salario mínimo interprofesional será, a partir de ahora, de 1.000 euros al mes, 36 euros más de la cantidad actual. Así lo ha anunciado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en una rueda de prensa tras la reunión de la Mesa de Diálogo Social que tenía como tema principal dicho aumento del SMI. En dicha mesa no se ha sentado ningún representante de la patronal, por lo que el nuevo salario mínimo no cuenta con la aprobación de los empresarios.
La cifra total a la que asciende el nuevo SMI supone una cesión a los sindicatos, ya que mientras que el Gobierno propuso este lunes una subida hasta los 996 euros al mes, tanto CCOO como UGT demandaban que el nuevo salario mínimo interprofesional se acordara en 1.000 euros mensuales.
La subida del SMI supone una victoria moral y necesaria para Yolanda Díaz, ya que su proyecto estrella, la reforma laboral, solo se pudo aprobar gracias a un error en la votación de un diputado del PP. Por ello, tal y como publicamos en THE OBJECTIVE, citando fuentes de Moncloa, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo pretendía «recuperar el crédito perdido» por la forma en la que se aprobó el nuevo marco para los trabajadores con este aumento en el salario mínimo.
Díaz ha ensalzado el diálogo social pese al plante de las patronales, que, en consonancia con la opinión de los expertos, consideran que éste no es el momento para abordar una nueva subida de tal intensidad.
El SMI ha subido un 35,9% desde 2018
El salario mínimo ha subido 264,1 euros desde los 735,9 euros mensuales en 14 pagas en que se situaba en 2018. En 2019 subió a 900 euros; en 2020, a 950; en septiembre de 2021, a 965 y este año, con efectos retroactivos de 1 de enero, a la frontera psicológica de los 1.000 euros que permite a Díaz blandir un logro tras su pírrica victoria en la votación de la reforma laboral. Con todo, acumula una subida del 35,9% en cuatro años.
El objetivo del Gobierno, en consonancia con lo marcado en la Carta Social Europea es que el salario mínimo alcance el 60% del salario medio. La retribución promedio en España, según los últimos datos oficiales, de junio del año pasado, es de 1.923 euros. Así que al SMI le queda un recorrido al alza de entre un 4,5% y un 14% adicional, hasta los 1.045 ó 1.140 euros, en función de qué se defina como retribución promedio. No obstante, ese umbral choca con la consideración de qué salario medio se utilizará para el baremo final, ya que no hay un consenso estadístico sobre si la Carta Social Europea en su propósito se refería a la retribución bruta o neta, y a más consideraciones sobre los componentes de la nómina.
La diatriba sobre el salario mínimo
Los sindicatos consideran que la subida del SMI ayuda a cerrar la brecha salarial de género y que beneficia a colectivos laborales más permeables a la inestabilidad, el subempleo o los bajos salarios, como los jóvenes en general y los trabajadores del sector primario en particular.
Pero la evidencia empírica desgranada en numerosos informes, algunos de ellos recogidos por el Banco de España en sus proyecciones, alertan sobre efectos negativos para la empleabilidad, el trocamiento de jornadas y el aumento de la propensión al fraude. En esta línea se apoya el rechazo unánime a la medida por parte de CEOE y Cepyme.
Por otra parte, el SMI depara un efecto arrastre en las cotizaciones del resto de trabajadores que encarece los costes laborales para el empresario justo cuando la recuperación económica flaquea y las compañías afrontan la incertidumbre derivada de la nueva normativa laboral, fiscal, de pensiones y las dudas sobre el acceso a los fondos europeos.