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Repsol eleva un 5% el dividendo tras anotarse un beneficio récord de 2.499 millones

Cierra el primer año de su plan estratégico a 2025 en niveles previos a la pandemia

Repsol eleva un 5% el dividendo tras anotarse un beneficio récord de 2.499 millones

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. | Europa Press

Repsol premiará al accionista tras anotarse un beneficio récord de 2.499 millones de euros el año pasado. La compañía propondrá en su próxima junta elevar un 5% el dividendo, hasta 0,63 euros por acción.

La compañía deja así atrás las pérdidas y vuelve a niveles previos a la pandemia gracias al impulso que le ha proporcionado su modelo de negocio integrado y el alza del precio del petróleo —el Brent cotizó en el año a una media de 70,9 dólares por barril—. Hasta la fecha, 2018 fue el año más dulce para Repsol, con unas ganancias de 2.341 millones de euros.

Según ha notificado la empresa a la CNMV, el resultado neto ajustado, que mide el desempeño de los negocios, se situó en 2.454 millones de euros en 2021, frente a los 600 millones del ejercicio precedente y a los 2.042 millones de 2019, último ejercicio antes de la covid-19.

En este sentido, Repsol termina el primer año de su plan estratégico 2021-2025, lanzado en noviembre de 2020, con unas cifras anteriores al coronavirus, tanto en resultados como en generación de caja. La energética ha conseguido así una reducción importante de la deuda de 1.000 millones de euros —se sitúa en 5.762 millones a cierre de 2021—.

El nivel de apalancamiento del grupo (deuda neta/capital empleado) es de un 20%, lo que mejora el objetivo marcado en su plan estratégico. El flujo de caja libre aumentó un 43%, hasta 2.839 millones de euros, gracias al desempeño del negocio de Exploración y Producción (upstream).

Asimismo, la multinacional española cerró 2021 con una liquidez de 10.606 millones de euros. Subraya que es suficiente para cubrir 2,95 veces los vencimientos de deuda a corto plazo. La generación de caja operativa del grupo alcanzó los 5.453 millones de euros, un 70% más interanual, beneficiada por un resultado bruto de explotación (Ebitda) que se incrementó de forma significativa en todos los negocios, hasta situarse en los 8.170 millones de euros.

El consejero delegado del grupo, Josu Jon Imaz, ha destacado que los resultados manifiestan el «cumplimiento y la eficacia» de los ejes el plan estratégico en su primer año de vigencia. «Reforzamos una sólida posición financiera acompañada de nuestro compromiso de incrementar la retribución al accionista, la apuesta por la industria como vehículo de transición energética y nuestros avances en la ambición de ser una compañía neutra en carbono en 2050», ha subrayado.

En la junta general de accionistas, Repsol también someterá a votación una reducción del capital social de 75 millones de acciones, equivalentes al 4,91%.

Venta filial de Renovables

La petrolera transformó su filial de renovables en sociedad anónima a mediados de enero con el fin de acelerar la venta de una participación minoritaria. En concreto, está barajando dar entrada a un socio estratégico a través de la venta de un 25%. Ha encargado a JP Morgan la gestión del proceso y el banco estadounidense ya ha repartido el cuaderno de venta entre potenciales inversores

Repsol anunció en noviembre de 2020 que se daba un plazo de entre 12 y 18 meses para una posible salida a Bolsa o para dar entrada a un socio estratégico. No obstante, el propio Imaz ha reconocido este jueves ante los analistas que la operación solo se producirá si  Repsol es «capaz de encontrar el socio adecuado que comparta su visión a largo plazo».

La petrolera está poniendo todos sus esfuerzos en crecer en el campo de la energía verde y, por ello, aspira a lograr el mayor volumen de recursos posible. 

Tiene el objetivo de alcanzar una capacidad instalada de renovables de seis gigavatios (GW) para 2025 y de 20 GW para 2030 y para lograrlo tiene previsto invertir 19.300 millones de euros, tanto en generación eléctrica renovable como en producción de hidrógeno verde hasta 2025. Del total, el 35% —6.500 millones— irá destinado a iniciativas de bajas emisiones.

Además, entre las diferentes opciones para financiar el crecimiento de la energética en el negocio de las renovables también incluyen operaciones como la que cerró en noviembre con Pontegadea, el vehículo inversor de Amancio Ortega. Se trató de la primera operación del fundador de Inditex en el negocio de las renovables tras hacerse con un 49% del parque eólico Delta —situado en la provincia de Zaragoza— por 249 millones de euros.

Compra clientes a Capital Energy

Repsol, presidida por Antonio Brufau, desembarcó con fuerza en el negocio eléctrico y de renovables en 2018 con la compra de activos de Viesgo por unos 733 millones de euros. En ese momento, su cartera de clientes era de unos 750.000 y actualmente alcanza los 1,35 millones, tras adquirir la cartera de 25.000 clientes eléctricos residenciales y pymes de Capital Energy.

Por su parte, Cepsa también ha puesto el foco en las energías limpias y su nuevo consejero delegado, Maarten Wetselaar, ya ha rediseñado el comité de dirección. Llama la atención del fichaje del expresidente ejecutivo de BP España Carlos Barrasa.

Controlada por el fondo Mubadala (61,5%) y participada por The Carlyle Group (38,5%), analiza diferentes alternativas para sus negocios —a la vez que potencia el crecimiento de los mismos—. En concreto, trabaja en la revisión estratégica de su negocio de Química, considerado como una de las joyas de la corona del grupo.

‘Caso Villarejo’

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha corregido al juez instructor y ha vuelto a imputar a Repsol y Caixabank, así como al presidente de la primera, Antonio Brufau, y al expresidente de la segunda, Isidro Fainé, por la contratación por parte de ambas del comisario José Manuel Villarejo para, presuntamente, espiar al entonces jefe de Sacyr, Luis del Rivero.

En su auto, la Sección Tercera asegura que la investigación practicada hasta la fecha revela la existencia de indicios de conductas delictivas calificables como cohecho y descubrimiento y revelación de secretos. En concreto, el encargo elaborado por Cenyt, el grupo de Villarejo, se habría llevado a cabo «a cambio de un precio que fue abonado por las empresas comitentes» y «que incluyeron el acceso a datos sobre el tráfico de llamadas telefónicas y otras comunicaciones».

Todo ello en el marco de la pieza separada 21 de la macrocausa Tándem, en la que el magistrado investiga la contratación en 2011 por parte de ambas mercantiles a Cenyt con el presunto objetivo de que espiara a Del Rivero para impedir que se hiciera con el control de Repsol –de la que CaixaBank es uno de los principales accionistas– a través de su alianza con la empresa mexicana Pemex.

En este sentido, Repsol ha aprovechado la presentación de resultados para «reafirmar» su postura. «No ha existido conducta ilícita alguna o contraria al código de ética y conducta de la empresa por parte de ningún consejero, directivo o empleado, actuales o pasados», ha argumentado.

También ha reiterado su «compromiso de plena colaboración» con la Justicia. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, también ha pedido al juez salir del caso Villarejo. Defiende la «inexistencia de conductas penalmente reprochables»

Remuneraciones. Josu Jon Imaz, CEO y único miembro ejecutivo del consejo de administración de la compañía, percibió una retribución total de 4,24 millones de euros en 2021, un 15% más que un año antes, mientras que el presidente, Antonio Brufau, ganó 2,773 millones de euros, un 0,47% menos. El consejo del grupo ha acordado mantener el mismo importe de retribución fija para Imaz en 2022, es decir 1,2 millones de euros.

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