La inflación seguirá disparada hasta principios de 2023, según el consenso de analistas
Se desvanecen las proyecciones más optimistas sobre la evolución de los precios y su transitoriedad al alza ya es un espejismo, como revela el cambio de paso del BCE
Los analistas retrasan a 2023 la normalización gradual de los precios. La inflación seguirá disparada este año, aunque perderá fuste en sus últimos meses. Pero las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, empeoran sustancialmente lo proyectado hace unas semanas, en diciembre de 2021.
El endurecimiento de la previsión agrava en 1,7 puntos lo previsto por la misma entidad al término de 2021 y el índice de precios apunta a quedar en una media del 4,6% frente al 2,9% apuntado anteriormente por el mismo medidor de Funcas. En la misma línea se sitúan los expertos consultados por este diario: la previsión de inflación empeora y se alarga su intensidad.
Se perpetúan las altas tasas de inflación
Si antes apuntaba Funcas a una pérdida de intensidad de las subidas de precios a partir de abril, con un 3,8%, ahora retrasa cinco meses esa predicción, hasta septiembre, y todas las tasas de IPC (índice de precios de consumo) del cuarto trimestre de este año duplican o triplican lo previsto en diciembre.
Ello introduce una fuerte presión sobre el bolsillo de las familias, que enfrentan una cesta de la compra más de un 10% superior a hace un año. Esto sin olvidar el sobrecoste del componente energético, con la rúbrica de la electricidad subiendo un 46,4% interanual.
Más inflación y más impuestos
El efecto no queda ahí: los bolsillos de los hogares han de ajustarse no solamente a ese impacto del encarecimiento, sino al de un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que gira sobre precios más altos y engrosa la factura total del consumidor final.
Además, el coste de la financiación está subiendo y la evolución del euribor comienza a anunciar créditos e hipotecas más caros. Como indica el experto en finanzas Juan Fernando Robles, esta situación amenaza los presupuestos de familias y empresas diezmadas por la pandemia.
La ‘puntilla’ para pymes y familias
Se trata de pymes, autónomos y familias que, en muchos casos, contrajeron deudas para sobrevivir durante los meses de merma de la actividad por causa de los confinamientos y restricciones. O bien por su dependencia de mecanismos del escudo social como los ERTE o el cese de actividad de los autónomos, que han hecho a los hogares tirar de sus exiguas reservas.
Así, los expertos ponen contra las cuerdas a los líderes que, como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, o la propia presidenta del Banco Central Europeo ( BCE), Christine Lagarde, quitaron hierro a la aceleración de los precios en el segundo semestre de 2021.
Cambio en el calendario de retirada de estímulos
Con un escueto pero contundente mensaje, Lagarde cambió el paso del Banco de Fráncfort a principios de este mes, abriendo la puerta a un adelanto de su retirada de estímulos, forzada por la intensidad de las subidas de precios y su mayor permanencia en el tiempo.
Según la previsión actual de Funcas, el pico de inflación de 2022 se vivirá este mes de febrero, con una cota histórica del 7,1%, frente al 5,5% previsto con anterioridad. Y frente a un diciembre en el 0,4% que vaticinaba el servicio de estudios de las cajas de ahorro a cierre del año pasado, ahora aventura un 1,2% en ese mes, tasa que triplica la previsión anterior.
Más gasto en sueldos públicos y pensiones
Este encarecimiento de los precios no solo merma la renta disponible de familias y empresas, sino que engrosará los gastos públicos en funcionarios, pensionistas y rentas revisables en función de los precios.
Por otra parte, eleva los impuestos no solo por la vía del IVA, sino también por la del IRPF, como han constatado los contribuyentes en enero. Al renunciar Hacienda a ajustar los tramos del Impuesto de la Renta en función de los precios, ha operado una subida impositiva encubierta que las nóminas de los asalariados ya han acusado.
Pérdida de competitividad exterior
Además, la inflación lastra nuestra economía frente a nuestros socios comerciales o rivales en la exportación. En este sentido se pronunciaba este lunes el Club de Exportadores e Inversores Españoles.
Su gabinete de análisis teme por el posible deterioro de la posición competitiva de las empresas exportadoras españolas ante una inflación más alta que la de sus competidores.
Pese a celebrar el récord histórico de exportaciones cosechado por la economía española en 2021, con unas ventas que alcanzan los 316.609,2 millones de euros (un 21% más que en 2020), el club ha mostrado su preocupación por la incidencia negativa de la inflación en la competitividad exterior.