Ana Botín perderá un blindaje de 8,5 millones en el Santander en el mes de agosto
La presidenta del banco dejará de tener derecho a una compensación por jubilación anticipada medio año después de reducir sus funciones ejecutivas
La presidenta del Santander, Ana Botín, dejará en el mes de agosto de estar blindada como hasta ahora. Entonces perderá su derecho a una compensación económica por jubilación anticipada. Esta protección decaerá medio año después de que la banquera haya limitado sus funciones ejecutivas para atender los requerimientos del BCE. Fuentes del grupo no quisieron hacer comentarios a THE OBJECTIVE.
De acuerdo con el contrato actualizado de Botín, ya ha perdido el derecho a cobrar cualquier indemnización por su salida voluntaria y mantendrá hasta el 31 de agosto a una prejubilación onerosa si el Santander aprueba su cese anticipado. Un supuesto, eso sí, que a día de hoy parece muy lejano, pero que de producirse conllevaría el pago una cuantía cercana a los 8,5 millones de euros.
Este importe, según detalla el grupo financiero en su informe anual, está fijado en una asignación anual equivalente a la suma de la retribución fija y el 30% de la media de sus últimas remuneraciones variables, con un máximo de tres. Botín ha cobrado en 2021 un sueldo base de 3,67 millones y un salario variable que oscila entre los cuatro y los seis millones desde 2019.
Esta especie de blindaje también lo ha perdido el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez. En su caso, en 2021 dejó de tener derecho a prejubilarse por extinción de su contrato por voluntad del banco. Hasta entonces, podría haber recibido un salario fijo anual, que en su caso alcanza los 2,5 millones de euros.
Extinción laboral sin prejubilación
Botín y Álvarez son los dos únicos consejeros ejecutivos del grupo y ambos conservan, como el resto de directivos, otro blindaje en el banco, que es más habitual en la banca y en otros sectores. Se beneficiarán de una indemnización por causas distintas a la prejubilación por extinción laboral sujetas la ley y por compensación de obligaciones de no competencia. Estas suelen rondar entre uno y dos años de remuneración.
Las condiciones contractuales de Botín estipulan, en todo caso, que de abandonar la presidencia de la entidad deberá estar a su disposición durante un periodo de cuatro meses. A partir de agosto, una vez se elimine la posibilidad de prejubilación, es decir, agosto, este laxo de tiempo pasará a ser de seis meses. Durante estos plazos, seguiría percibiendo su sueldo fijo. El objetivo de esta medida garantizar la adecuada transición en la sucesión en la presidencia. Una sucesión para la cual el banco tiene decinido un plan, que se revisa de manera regular.
Fondo de pensiones de 48 millones
Botín, además de este blindaje, acumula para su retiro un fondo de pensiones que alcanza los 48 millones de euros, que ha sido datado por el Santander a lo largo de los años por sus diferentes cargos. Esta hucha, por la que el banco provisionó un millón de euros en 2021, está externalizada a la filial de seguros del grupo. La banquera podrá usarla una vez se jubile. El plan de pensiones de Álvarez, que sumó en el ejercicio pasado, 783.000 euros, totaliza 18,8 millones.
El rol de ambos se modificará una vez sea aprobado por la próxima junta de accionistas, a finales de marzo. Desde entonces, tal y como ha autorizado el consejo de administración, la presidenta rebajará sus funciones ejecutivas y el consejero delegado empezará depender directamente del órgano rector. Pese a ello, Botín mantendrá el control sobre la estrategia de la entidad y asumirá la responsabilidad sobre el avance digital del banco.
La apuesta del Santander por la transformación tecnológica está en el centro del proyecto para los próximos ejercicios. El grupo pretende constituir una plataforma global para acelerar la venta de productos y servicios a través de los canales remotos, principalmente en Europa. Del mismo modo, confía en desplegar por el Viejo Continente su nuevo sistema PagoNxt y la fórmula de pago aplazado.
Tal es la apuesta, que el banco ha decidido cambiar la retribución variable de Botín y de Alvárez para que incluya una parte para los próximos ejercicios en acciones de Pagonxt. Otra novedad del bonus de ambos para 2022 es la inclusión por primera vez en diez años de opciones sobre títulos. Un 50% de la retribución variable de ambos directivos se abonará en efectivo, mientras que un 25% en acciones y otro 25% en opciones. Por este último concepto, el máximo a percibir asciende en conjunto a 11,5 millones.