Los supermercados alertan sobre la huelga: si no cesan los piquetes habrá desabastecimiento
Las principales cadenas temen pronunciarse abiertamente y provocar más tensiones con los piquetes o compras por acaparamiento entre los clientes
Transportistas forman piquetes en Galicia | Europa Press
Pandemia, Filomena, problemas de suministros y ahora paros de transportistas con piquetes. La cadena de distribución lleva dos años al límite y aguantando una gran tensión. «El problema fundamental con que nos estamos encontrando es la actuación violenta de algunos piquetes que impide trabajar a quienes no lo secundan», reconoce Ignacio Magarzo, director general de Asedas (asociación que agrupa a Mercadona, AhorraMas, Lidl y Dia, entre otros supermercados, a THE OBJECTIVE.
El director general de la patronal de supermercados asegura que respetan y comparten la preocupación de los transportistas que atraviesan una situación muy complicada. «Pero la violencia no tiene nada que ver con esos problemas y puede provocar molestias a los consumidores y, sobre todo, graves perjuicios a los agricultores que no pueden dar salida a sus productos», añade. Otras fuentes del sector consultadas por este diario van más allá. Alertan de problemas más graves de desabastecimiento de productos básicos en algunos lugares si siguen los problemas en el transporte y se suma el «acopio preventivo» de los ciudadanos.
Durante la pandemia se produjo en algunos lugares desabastecimiento puntual de papel higiénico, levaduras o harinas. El fin de semana pasado vivimos la misma situación con el aceite de girasol. El propio presidente de Mercadona aseguró esta semana que no había problemas de desabastecimiento, sino «acopio puntual» de aceite tras el estallido de la guerra. Sin embargo, ahora se unen varios factores «que pueden ser la tormenta perfecta» para generar «problemas serios de desabastecimiento de algunos productos», según esas mismas fuentes.
La distribución en riesgo
Las asociaciones empresariales que representan a la cadena de valor del gran consumo (ACES, AECOC, ANGED, ASEDAS y FIAB) han solicitado formalmente al Gobierno su colaboración urgente para poder garantizar el buen funcionamiento de la cadena de suministro. Sin embargo, los problemas podrían crecer los próximos días.
La actuación cada vez más beligerante de los convocantes, con bloqueos en puertos, lonjas, mercados mayoristas y centros logísticos «está empezando a ocasionar importantes problemas para las empresas del sector -falta de suministro en fábricas, dificultad para abastecer los puntos de venta…», aseguran todas las asociaciones en un comunicado.
Si se garantiza la seguridad y se desbloquea toda la cadena logística, «la distribución funcionará perfectamente. Pero si continúa la violencia tendremos problemas serios con determinados productos, la realidad es la que es», alertan fuentes de las grandes empresas de distribución a THE OBJECTIVE. Esta situación está afectando de manera muy desigual a las comunidades autónomas y también a los distintos productos. «Es un problema de minuto y resultado», aseguran estas fuentes que confían en que el Gobierno actúe de manera más contundente para evitar más problemas.
Miedo a pronunciarse entre las cadenas
Hay preocupación entre los supermercados, entre las principales marcas del país que prefieren no pronunciarse abiertamente y remitir a las declaraciones de sus patronales. «La cadena de valor no solo entiende, sino que comparte las consecuencias del actual escenario inflacionista y, por ello, ya había solicitado al Gobierno un plan especial de ayuda para mitigar los efectos de la escalada de costes sobre el transporte de mercancías por carretera», aseguran todas estas asociaciones en un comunicado.
Defienden medidas como las adoptadas en Francia, Italia y Portugal, que contemplan la reducción de los impuestos sobre los combustibles y otras exenciones fiscales. Las enseñas de alimentación prefieren no pronunciarse al respecto ya que «digas lo que digas puedes provocar un tsunami», aseguran a este diario fuentes del sector. Consideran que si ellos se pronuncian puede haber problemas. «Si decimos que en tal supermercado no hay problemas, pueden venir los piquetes y provocarlo. Si decimos que hay problemas con algunos productos, vuelve la compra sin control y el acaparamiento como hemos vivido anteriormente», lamentan estas fuentes.
Pérdidas millonarias para los supermercados
A finales del año pasado, en vísperas de la Navidad, se desconvocó in extremis -tras más de 11 horas de negociación- el paro patronal de transportes que amenazaba con paralizar la distribución durante los días de más consumo del año. En ese momento el Gobierno y el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) llegaban a un acuerdo para desconvocar unos paros convocados para los días 20, 21 y 22 de diciembre, que habían puesto en jaque al sector de la distribución en plena campaña navideña.
Esa amenaza de paro, que finalmente se superó, provocó costes millonarios que desde el sector estimaron en 200 millones de euros, tal y como contamos en THE OBJECTIVE. «La amenaza de desabastecimiento se soluciona a base de un gran esfuerzo logístico, de cargar las tiendas, de tensar la cadena con los proveedores para asegurarnos que finalmente, si para el transporte, no habrá problema», añadían entonces fuentes del sector a este diario, a la vez que cifraban los daños en el entorno de los 200 millones de euros para todo el sector.
Sin embargo, en esta ocasión la situación es bien distinta. El paro no es patronal, es una huelga de algunas asociaciones de transportistas por carretera que suma ya su quinto día. Además, los piquetes violentos están complicando mucho la distribución. Por el momento no se atreven a avanzar las pérdidas que esta situación les está provocando porque aseguran estar centrados en solucionar el problema.
