La CNMC posterga la liberalización de la fibra de Telefónica pese a la fusión Orange-MásMóvil

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mantiene inalterable su decisión de revisar el mercado mayorista de fibra óptica en el año 2024, pese a que en el sector se considera que se debería adelantar al menos un año este movimiento atendiendo a las nuevas condiciones del sector tras la inminente fusión de Orange con MásMóvil para crear un gigante que discutirá el primer lugar en España a Telefónica.

Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el regulador no tiene pensado mover ficha y posterga su decisión pese a que las condiciones han cambiado radicalmente de la última actualización de la norma en octubre del año pasado. De momento, se descarta iniciar un análisis de oficio para analizar de manera preliminar la nueva realidad del sector y tocar la regulación antes de octubre de 2024. Una regulación que en la práctica debería liberalizar el mercado español de fibra.

Precisamente, el año pasado la CNMC realizó su última actualización, en este caso de la normativa impuesta en 2016. El regulador observó un aumento de la dinámica competitiva por lo que amplió la zona competitiva a 696 municipios (frente a los 66 de 2016). En estas zonas equivalentes al 70% de la población Telefónica fue liberada de sus obligaciones de acceso mayorista a su red de fibra, pero las mantuvo en 7.453 municipios.

Revisión de Telefónica

El organismo presidido por Cani Fernández también mantuvo la obligación de que Telefónica garantizase, en todo el territorio nacional, que otras compañías pudiesen acceder a su infraestructura de obra civil (conductos, canalizaciones y postes) para realizar sus despliegues de fibra óptica. «Telefónica sigue contando con un notable poder de mercado, por lo que la CNMC propone mantener la mayoría de obligaciones vigentes«, dijo el operador a finales del año pasado.

Una decisión que llegó con varios años de retraso y que fue cuestionada incluso por el Ministerio de Asuntos Económicos, que consideró que mantener obligaciones mayoristas a Telefónica podría frenar el despliegue de redes ultrarrápidas en zonas rurales. La operadora también consideró que el mercado estaba lo suficientemente maduro para que fuesen liberados de estas obligaciones en todo el territorio español. Ante el debate, la CNMC se comprometió a revisión la norma en 2024.

Sin embargo, en el sector consideran que tras las nuevas condiciones la liberalización total del mercado debería llegar antes y su análisis tendría que adelantarse al menos un año antes de lo previsto. El nuevo gigante que nacerá tras la fusión de Orange y MásMóvil pasará a tener 43,1 millones de clientes de fijo (de los cuales 5,6 millones son convergentes), 20,2 millones de clientes de móvil postpago y casi 1,5 millones de clientes de televisión. 

Plazos de la fusión

En el caso del mercado de fibra, los clientes conjuntos sumarán siete millones, cerca del 40% del mercado español, por los 7,4 millones de Telefónica, poco más del 42%. Esto supone que, dependiendo de la zona, se generaría una situación de mercado con dos operadores fuertes que pueden competir de igual a igual, eliminando la condición de operador incumbente de la operadora presidida en España por Emilio Gayo.

Parece claro que la irrupción de una nueva empresa con al menos la misma fuerza que Telefónica debe impulsar la liberalización del mercado de fibra óptica. El problema es que en el sector no entienden como la CNMC no mueve ficha a sabiendas de que esta situación va a producirse como tarde a finales de este año.

En el proyecto de fusión comunicado públicamente hace unas semanas se espera que Orange y MásMóvil firmen la operación durante el segundo trimestre de 2022 y que esté concluida en el segundo trimestre de 2023, una vez obtenidas las oportunas aprobaciones de las autoridades administrativas, de competencia y regulatorias pertinentes.

Dos años de retraso

Es por ello que en el sector se considera que si se mantiene el plazo de octubre de 2024 estaríamos llegando con uno y hasta con dos años de retraso a una regulación que conocerá la nueva realidad del mercado este mismo año 2022. Para Telefónica es importante dejar de contar con estas regulaciones en el nuevo contexto en el que deberá competir con un gigante a su altura y donde el sector mantiene una creciente caída de ingresos.

El Ebitda de Telefónica España se redujo un 33% en 2021 aunque la operadora lo atribuye a las provisiones de 1.382 millones de euros por el Plan de Salidas Incentivadas (PSI) pactado a finales del año pasado. 

Por su parte, los ingresos llegaron a los 12.417 millones de euros en 2021 en el mercado español, un 0,1% de crecimiento. Sin embargo, se produjo una caída del 2,1% de sus ingresos mayoristas hasta los 9.699 millones, prueba de que la guerra comercial y la canibalización de precios también pasa factura al principal operador. 

Resultados de Telefónica

Telefónica España pudo contener las caídas gracias a los clientes de empresas, cuyos ingresos mejoraron un 0,7%, pero no pudo evitar que sus clientes convergentes cayeran un 4% en un año (hasta 4,64 millones de contratos) y que el Arpu (ingreso por cliente) se redujese un 2,5% hasta los 89,2 euros. 

En el mercado español también perdió en el último año un 4,1% de sus clientes de banda ancha, un 2,6% de los de móviles y un 5,5% de clientes de televisión de pago. En este último caso, han pasado de superar los cuatro millones al finalizar marzo de 2020 hasta los actuales 3,71 millones, una pérdida de 300.000 accesos.