Goldman Sachs baja la valoración de Enagás y advierte de un posible recorte del dividendo
Debido a las crecientes necesidades de aumentar inversiones en infraestructuras
Goldman Sachs baja la valoración de Enagás y pasa de mantenerse neutral a recomendar vender la acción. Además, la firma estadounidense afirma que el operador gasista español podría tener que «reajustar» el dividendo ante las «crecientes necesidades» de inversión de infraestructuras.
En un informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la firma estadounidense explica que rebaja la calificación de la compañía por tres motivos. El primero se debe al desempeño de su participada Tallgrass, a la que considera «clave» dentro de sus criterios de evaluación. «Tras un decepcionante pago de dividendos en 2021 y la continua presión sobre el balance, reducimos nuestra previsión para el flujo de pagos de dividendos», apunta en el documento.
El segundo motivo al que aduce es la falta de cobertura de la la inflación, rozando el 10% en su nivel más alto desde 1985.«Las actividades básicas españolas se remuneran sobre una base nominal, por lo tanto, una mayor inflación no se reflejará en un mayor crecimiento de la RAB ni en mayores rendimientos, al menos hasta el próximo reajuste, en 2027», argumenta.
Por su parte, el tercer punto y último es que Enagás podría verse obligada a «reajustar el dividendo más de lo previsto» debido a las crecientes necesidades de inversión en infraestructuras nacionales de transporte de gas e hidrógeno. Calcula que podrían hacer falta entre entre 300 y 500 millones de euros de inversión anual hasta 2025/2026.
«Esto requeriría un reajuste de los dividendos que estimamos: un reparto del 80% implicaría un DPS (dividendo por acción) de 0,97 euros para entonces, lo que se traduciría en una rentabilidad del 4,9% en 2026, muy por debajo de sus homólogos», explica el banco norteamericano.
Dividendo de 1,7 euros
La junta de Enagás, participada en un 5% por el holding público SEPI, aprobó el jueves el pago de un dividendo correspondiente a 2021 de 1,70 euros brutos por acción, lo que supone un aumento interanual del 1%. Una de las prioridades de la compañía es ofrecer al accionista una retribución atractiva y sostenible y su compromiso es seguir incrementándolo un 1% anual en 2022 y 2023, para luego mantenerlo en 1,74 euros para el periodo 2022-2026.
Ahora, la necesidad de aumentar las interconexiones europeas para que el Viejo Continente no dependa del gas ruso puede trastocar los planes de la compañía. Enagás ya ha dicho que, en coordinación con el Gobierno y el resto de operadores gasistas de los países europeos del entorno, está valorando distintas opciones técnicas para reforzar y completar las interconexiones gasistas en España, de modo que puedan transportar tanto gas natural como hidrógeno. España podría convertirse así en el gran almacén de gas de la Unión Europea.
Caída de los ingresos
Por otro lado, estima que los ingresos netos de la compañía española bajen un 10% en términos compuestos de 2022 a 2026, debido a la contracción de la base de activos nacionales regulados. También espera que su flujo de caja pase a ser negativo a 2026 como consecuencia de las nuevas oportunidades en el negocio del hidrógeno.
En la misma línea, Goldman Sachs señala que una revisión del capex (inversiones en bienes de capital) para, por ejemplo, interconectar mejor España con Francia e Italia, apoyaría las actividades básicas y podría afectar al crecimiento de sus beneficios en un futuro próximo. No obstante, no todo es negativo y la firma subraya que la aceleración de la industria del hidrógeno verde puede elevar las expectativas de crecimiento de las ganancias a medio plazo.
Los accionistas de Enagás también han aprobado recientemente la renovación de Antonio Llardén como presidente no ejecutivo por un nuevo mandato y ratificado a Arturo Gonzalo Aizpiri como consejero delegado, así como los nombramientos de María Teresa Costa y Clara García Fernández-Muro como consejeras independientes; de Manuel González y David Sandalow como consejeros independientes y la renovación también como consejera independiente de Ana Palacio.
Además, la empresa ha acordado vender su participación del 45,4% en la compañía chilena GNL Quintero al consorcio formado por EIG y Fluxys por un importe de 661 millones de dólares en total (600 millones de euros).
Castigo de Argelia a España
La empresa energética argelina Sonatrach ha mandado un aviso a España tras el cambio de postura del Gobierno respecto al Sáhara Occidental. Su consejero delegado, Toufik Hakkar, ha reconocido no descarta la posibilidad de «recalcular» el precio del suministro de gas a España, mientras se lo mantiene al resto de sus clientes europeos.
Argelia «ha decidido» hasta ahora mantener para todos sus clientes «precios relativamente correctos», pero Hakkar no ha asegurado que siga siendo así en el futuro. «No se descarta recalcular los precios con nuestros clientes españoles», ha advertido. Fuentes del Gobierno consultadas por este medio han preferido no comentar el anuncio de la empresa argelina.
Las relaciones entre España y Argelia se han visto afectadas por el reconocimiento por parte del Gobierno del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental. Argel llamó a consultas a su embajador en Madrid como muestra de malestar.
Argelia es el tercer mayor proveedor de gas de Europa y clave para España. Envía gas a través del gasoducto MedGaz, que va a través de Almería y cuenta con una capacidad de 8 bcm. De su lado, el gasoducto Magreb-Europa fue cerrado unilateralmente por Argel en noviembre del año pasado en el marco del conflicto diplomático que mantiene con Marruecos.