Los expertos alertan del parón de la inversión en España mientras no se aclare el coste de la luz
Los precios energéticos ya producen efectos de segunda ronda en la cadena de producción y se trasladan al resto de rúbricas que conforman el IPC, como se constata en la tasa subyacente de abril, del 4,4%
Los expertos alertan de un parón de la inversión en España en tanto no se aclare la conformación del precio de la energía y, por tanto, el coste de la luz. Así se avanza en un informe de Mapfre Economics al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Concretamente, el estudio Panorama Económico y Sector 2022: Perspectivas hacia el Segundo Trimestre, de Mapfre Economics, hecho público este martes, indica -en su análisis de la coyuntura española- que en la fórmula que finalmente determine el Ejecutivo «se debe actuar con cautela, pues, de no llegar a una fórmula de precio coherente, se puede desincentivar la inversión justo cuando es más necesaria». Añaden los expertos de Mapfre que «el problema energético no tiene una rápida solución y la intervención en el precio, aunque no convencional, permitiría ajustarla a la realidad del mix de producción español».
Abunda en estos argumentos el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles: «La intervención arbitraria en el mercado eléctrico puede suponer la quiebra de la seguridad jurídica con respecto a las reglas de juego establecidas y en ese sentido puede desincentivar no solo la inversión en energía sino cualquiera con riesgos regulatorios».
En este sentido se pronuncia también el economista Javier Santacruz, quien anticipa una detención de inversiones en nuestro país mientras no se clarifiquen las medidas del Gobierno -su intensidad, beneficiarios y duración- respecto del precio del componente energético y, por ende, de la luz
La preocupación por el precio energético es creciente entre los economistas no sólo por la alta inflación que viene padeciendo la economía española, que rondó los dos dígitos en marzo (9,8%), sino porque -como avanzó este diario- ya se están produciendo efectos de segunda ronda, lo que revela la abultada tasa subyacente, en el 4,4% en abril.
La inflación energética se traslada al resto de bienes
El informe de Mapfre remacha esta tesis, y apunta al componente energético -aupado por la invasión rusa de Ucrania- como riesgo principal por su extensión al resto de rúbricas que conforman el IPC (Índice de Precios de Consumo), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Apuntan los expertos de la aseguradora que «las subidas en la alimentación son evidentes (6,8% en marzo) y los altos precios de los fertilizantes las agravarán, mientras que el alza de precios en la producción es sorprendentemente alta -con el hito del 40,7% en febrero- debida a los altos costes de la electricidad y del gas, motivando la interrupción de la producción en muchas fábricas».
En este sentido se pronuncia también un reciente estudio de Intermoney al que ha tenido acceso TO, que invita a poner el acento en cuánto avanzarán los alimentos elaborados, una partida nada desdeñable si consideramos su peso del 16,8% en la lectura general del IPC.
Ello, indica el estudio de la gestora, sin perder detalle de la tracción que pueda tener en el precio de los bienes industriales no energéticos (23,2% del IPC). Para los expertos de Intermoney, esta coyuntura ratifica que la inflación se impregna al conjunto de la economía y será más permanente.
Menor crecimiento del PIB
Por todo ello, Mapfre Economics rebaja la previsión de PIB para este año por debajo de la reciente revisión a la baja del Gobierno y apuesta la aseguradora por un PIB al 4,2% este año -en el escenario económico menos adverso- frente al 4,3% del Ejecutivo y al 5,5% que la compañía preveía en la anterior edición del informe.
Además, Mapfre considera que la eurozona va a ser la región del planeta más perjudicada por el conflicto de Ucrania, tanto por el nivel de vinculación comercial como por su dependencia energética -que, vía precios, va a reducir la renta disponible de los consumidores y los márgenes de las empresas- haciendo todo ello que las compañías sean más temerosas en sus decisiones de inversión, lo que pasará factura al crecimiento económico.
Erosión de la rentabilidad del negocio de seguros
Por otra parte, el informe económico del Servicio de Estudios de Mapfre pronostica que la mayor incertidumbre afecta a consumo e inversión y viene a ensombrecer el panorama para el sector asegurador, cuya rentabilidad puede verse afectada de forma negativa por la erosión que supone la inflación en los márgenes empresariales, aumentando la presión sobre los precios de los seguros en un momento en que el proceso inflacionista viene a reducir el poder adquisitivo de los hogares y dificulta trasladar a los precios el aumento de costes.
Añade el estudio que los tipos de interés nominales siguen en niveles inferiores a la inflación generando un entorno de tipos de interés reales negativos, por lo que la previsión es que los seguros de vida-ahorro y rentas vitalicias tradicionales todavía queden lejos de los niveles previos a la pandemia.