España entra en el capital de un puente irlandés por un impago vinculado a Florentino Pérez
El ICO se hace con acciones de una autopista de peaje por la insolvencia de la concesionaria en la que participa ACS, liderada por el presidente del Real Madrid
El Estado español ha tenido que entrar en el capital del puente irlandés de ACS, constructora presidida y controlada por Florentino Pérez. A través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), organismo dependiente del Ministerio de Economía, las arcas públicas han tenido que adjudicarse por impagos una participación en la infraestructura. En concreto, se ha visto obligado a tomar a quedarse con acciones valoradas en 6,5 millones de euros de Celtic Roads Waterford, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Esta empresa es la concesionaria de la construcción y explotación de una autopista de peaje real de 16 kilómetros, que incluye el puente más largo de Irlanda. Se hizo con un contrato para 30 años y entró en funcionamiento en octubre de 2009. Estaba participada por Iridium, filial de ACS, en un 33,3%. El resto de socios eran BAM y Atlas Investmens con porcentajes similares.
A lo largo de los años, sin embargo, esta autopista no ha terminado de funcionar a pleno rendimiento y ya, incluso, antes de la pandemia, presentaba problemas financieros. Las restricciones de movilidad por la covid y la incertidumbre económica posterior dieron la puntilla a esta concesión de Florentino Pérez y tuvo que reestructurar por completo su deuda de 205 millones de euros el ejercicio pasado.
El ICO era uno de los titulares de esta deuda, tal y como ha podido saber este periódico. Por lo que se ha hecho con una participación ligeramente por encima del 3%. Unas acciones que el organismo público español ha deteriorado por completo con provisiones por el mismo valor de adjudicación. El resto de accionistas son los demás acreedores, entre ellos distintos bancos.
Caso Castor
No es el primer proyecto de Florentino Pérez que cuesta dinero al erario público. Aunque en otras ocasiones la factura ha sido infinitamente mayor. Este es el caso del Castor, por el que el Estado ha asumido más de 1.300 millones de euros por la inversión de esta planta, que tuvo que ser cerrada por problemas de seguridad.
Pero tampoco es la primera vez que el ICO tiene que hacerse con acciones de empresas por insolvencias. De hecho, el organismo público aún mantiene títulos de la inmobiliaria española Quabit que tomó en 2019. Entonces de hizo con una participación valorada en 5,7 millones. En 2020 vendió parte de este capital en la promotora.
Se espera que en los próximos años el organismo dependiente del Ministerio de Economía vaya a tener que realizar operaciones similares. Desde este abril los préstamos de 135.000 millones avalados tras el estallido de la pandemia han empezado en parte a tener dificultades de pago. En los próximos meses, tal y como vaticina la banca, esta financiación empezará a entrar en morosidad. En algunos casos, estos créditos cuentas con otras garantías, como inmuebles o acciones, que podrán ejecutarse por insolvencia.
Todo este montante cuenta con la garantía del 75% del Estado a través ICO, por lo que la mayor parte de las pérdidas que se produzcan serán asumidas por las arcas públicas. Las restantes 25% correrán a cargo de las entidades. Los nuevos cálculos del Gobierno estiman en unos 4.300 millones el agujero que dejarán las líneas de financiación otorgadas a las empresas en la pandemia.
El proyecto irlandés de Florentino Pérez es muy anterior, por lo que no tiene nada que ver con este programa de ayuda por la covid. En 2006 se adjudicó junto a sus socios la concesión para construir y recibir los derechos de los peajes de la autopista, querformaba parte del corredor que une Dublín con Cork.
La inversión requerida ascendía a unos 360 millones de euros, que fueron financiados con préstamos bancarios. Los españoles BBVA y el Santander estuvieron presentes en dicha operación crediticia. Entonces, la previsión estimada del tráfico de vehículos por la carretera en cuestión alcanzaba los 10.000 automóviles diarios para 2009, año en el que estaba prevista su puesta en marcha.
ACS, precisamente, mejoró sus resultados el año pasado en parte por la recuperación del tráfico en sus autopistas. Pero no por la mejora en la irlandesa. En concreto, la constructora presidida por Florentino Pérez ganó 3.045 millones de euros. Eso sí, algo más de 2.300 millones correspondieron a partidas extraordinarias, como la venta de su división de Servicios Industriales.