La banca cree que es buen momento para hipotecarse a pesar de la subida de tipos
Las entidades financieras esperan un impacto ‘moderado’ en las hipotecas españolas de la subida de tipos de interés
Con la inflación disparada y el precedente de la Reserva Federal de la semana pasada, tanto mercado como analistas descuentan una subida de tipos por parte del Banco Central Europeo. De hecho, el consenso del mercados baraja dos subidas durante lo que resta de 2022, eso sí, moderadas. La primera se produciría en verano y la siguiente a finales del ejercicio.
Los responsables del área hipotecaria de ING, BBVA, CaixaBank y Abanca, que han participado en una mesa redonda conducida y moderada por la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos, han mandado un mensaje de «calma y tranquilidad» a los hipotecados.
Rocio Rodriguez Sanchez, Coordinadora de Desarrollo de Negocio de Abanca explica que los analistas barajan una subida de tipos a final del año que los deje en el 0,40%, niveles bastante contenidos. «Para una hipoteca prototipo de 100.000 euros estamos hablando de una subida de 25 euros al mes». Por ello, insisten en mandar un mensaje de calma ya que, en cualquier caso, los tipos subirán pero mucho menos de lo que lo hace la inflación.
Ramon Faura, director de Banca Particulares de CaixaBank, asegura que ellos aún no han encarecido las hipotecas a tipo fijo, al contrario de lo que están haciendo otras entidades. A pesar de la coyuntura, Faura cree que «quizá es de los mejores momentos de la historia para endeudarse».
De hecho, los representantes de las cuatro entidades coinciden en destacar que sigue siendo un buen momento para endeudarse, es decir, para hipotecarse y descartan que las subidas moderadas de tipos que puedan producirse en los próximos meses vayan a desincentivar considerablemente la demanda de hipotecas.
Subidas graduales de tipos
Ante la escalada que está experimentado el euríbor por la expectativa de una inminente subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), los expertos consideran que su impacto en las hipotecas será «limitado» y «controlado». El indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España se situó en abril por encima del cero (0,013%) por primera vez desde 2016, y en lo que llevamos de mayo ha seguido escalando hasta rondar el 0,24%.
«Es importante que tengamos en cuenta que el Euribor en positivo es el escenario en el que siempre hemos estado, se va a producir de manera paulatina», destaca Cristina de Marcos, Área Lead de Hipotecas de ING. La experta del banco naranja asegura que el sector financiero está preparado para esa subida escalonada de tipos de interés. «Estoy segura de que se van a seguir concediendo hipotecas, las políticas de riesgo no cambian para los bancos, es posible que el esfuerzo familiar sea mayor y que la demanda caiga, pero se va a cerrar el grifo de la concesión hipotecaria», añade.
Afecta la incertidumbre
Desde el sector tanto bancario como inmobiliario consideran que hipotecarse continúa siendo «una buena opción» en el contexto actual y no ven una excesiva caída de la demanda por este sentido. Fuentes de ambos sectores explican a THE OBJECTIVE que sí se sienten más «preocupados» por los «cuellos de botella, la escasez de materiales y de mano de obra en la construcción».
Debido a todas estas cuestiones «es posible que tengamos cierta restricción en la oferta de obra nueva que no cubra la demanda», aseguran. «La incertidumbre por el devenir económico también puede limitar. A pesar de ello consideran que, no vamos a repetir los datos del 2021 en cuanto a hipotecas, «pero estaremos cerquita».
Este encarecimiento de las hipotecas por los tipos, sumado a la subida generalizada de los precios al consumo «reduce los ahorros de las familias y podría repercutir directamente sobre la demanda de viviendas, que hasta ahora era alta en relación con la oferta», explican a este medio fuentes inmobiliarias.
Por otro lado, la inflación y la crisis ucraniana han producido una importante caída de la confianza del consumidor. Tras el tímido crecimiento observado en los últimos periodos, esta ‘doble crisis’ genera un descenso de la confianza de casi 12 puntos, principalmente causado por una fuerte bajada de la valoración del momento para realizar compras, según los datos de Kantar.