El mercado laboral invierte su recuperación y registra un déficit de 112 millones de empleos
La cantidad de horas de trabajo a escala mundial se redujo entre enero y marzo, hasta situarse un 3,8% por debajo del nivel de referencia
La recuperación del mercado de trabajo a escala mundial se ve amenazada por varias crisis internacionales mutuamente relacionadas, así como por el aumento de la desigualdad, según advierte la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que estima un déficit de 112 millones de empleos a tiempo completo en el primer trimestre de 2022.
En concreto, tras los sustanciales avances registrados en el último trimestre de 2021, la cantidad de horas de trabajo a escala mundial se redujo entre enero y marzo, hasta situarse un 3,8% por debajo del nivel de referencia, correspondiente al que existía antes de la crisis (cuarto trimestre de 2019), lo que equivale a un déficit de 112 millones de empleos a tiempo completo.
Esto representa un paso atrás en el proceso de recuperación desde el último trimestre de 2021, cuando el déficit de horas trabajadas a nivel mundial fue del 3,2%, como consecuencia del impacto de las recientes medidas de contención contra la Covid-19 implementadas en China, responsables del 86% de la disminución global de las horas trabajadas en el primer trimestre de 2022.
Asimismo, la OIT señala el impacto en los mercados laborales relacionado con el conflicto en Ucrania, con un colapso en las horas trabajadas en este país y un deterioro considerable en la Federación Rusa, con caídas de 15 y 1,3 puntos porcentuales en relación con el cuarto trimestre de 2021, respectivamente.
De este modo, las últimas estimaciones para el primer trimestre de 2022 presentan un marcado deterioro en comparación con las proyecciones de la OIT de enero de 2022, que apuntaban a un déficit del 2,4% en las horas trabajadas, equivalente a 70 millones de empleos a tiempo completo.
«Las presiones inflacionarias globales, especialmente en los precios de los alimentos y la energía, las interrupciones en las cadenas de suministro, el aumento del estrés financiero y el endurecimiento de la política monetaria aún no han tenido un impacto total en los mercados laborales de todo el mundo», advierte la OIT, señalando el «riesgo creciente» de un mayor deterioro de las horas trabajadas durante 2022.
En este sentido, la organización anticipa que el nivel de horas trabajadas a nivel mundial disminuya aún más en el segundo trimestre de 2022 a raíz de la situación en China y de la guerra en Ucrania. La última proyección de la OIT para el segundo trimestre de 2022 apunta a que el nivel de horas trabajadas esté un 4,2% por debajo del nivel previo a la pandemia, lo que equivale a un déficit de 123 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.
«La recuperación del mercado de trabajo a escala mundial ha invertido su tendencia favorable. La suma de los efectos de varias crisis mutuamente relacionadas ha hecho que la recuperación frágil y desigual que se estaba produciendo sea actualmente más incierta. Los efectos en los trabajadores y sus familias, en particular en los países en desarrollo, van a ser devastadores y podrían repercutir de forma muy adversa en los planos sociales y políticos», manifestó Guy Ryder, Director General de la OIT.
La ‘gran divergencia’
En su análisis, la OIT resalta la ‘gran divergencia’ en la evolución de los mercados de trabajo entre los países ricos y pobres que continúa caracterizando la recuperación del mercado laboral en 2022.
De este modo, los países de ingresos altos han experimentado una fuerte recuperación desde el primer trimestre de 2021, aunque en los primeros tres meses de 2022 el nivel de horas trabajadas en estas economías seguía siendo 2,1 puntos porcentuales más bajo que antes de la crisis.
Por el contrario, las economías de ingresos bajos y medios-bajos sufrieron reveses en su recuperación a principios de 2022. Ya limitados por el espacio fiscal limitado y los despliegues de vacunación, estos países ahora se ven afectados por el impacto de los shocks financieros, alimentarios y energéticos.
En los países de ingresos bajos, las horas trabajadas disminuyeron aún más, pasando de una brecha del 3,1% en el primer trimestre de 2021 en relación con el último trimestre de 2019, hasta un déficit del 3,6% en el primer trimestre de 2022.
Los países de ingresos medianos bajos registraron una mayor deterioro de la brecha en las horas trabajadas, pasando del 4,3% al 5,7%, mientras que las horas trabajadas en los países de ingresos medianos altos se recuperaron durante 2021, pero desde entonces han registrado pérdidas, lo que refleja principalmente la evolución en China.
«Es probable que estas tendencias divergentes empeoren en el segundo trimestre de 2022», advierte la OIT, que proyecta una mejoría en los países ricos, donde el déficit de horas trabajadas se reducirá al 1,5%, mientras que en los países de ingresos bajos se estancará en el 3,6% y en los de ingresos medianos altos empeorará al 3,5% y en aquellos de ingresos medianos bajos el desequilibrio negativo se acentuará al 6%.