El Frob renuncia a recuperar dinero de Bankia y lo emplea de nuevo en tapar agujeros
El holding de la extinta entidad y dueño del 16,1% de Caixabank compensa pérdidas pasadas tras ganar 462 millones en 2021 gracias a la fusión
El Estado se queda un año más sin recuperar dinero de la extinta Bankia. El Gobierno ha decidido tapar más agujeros heredados del conglomerado creado por la antigua Caja Madrid. El holding con el que controlaba la participación de la entidad y ahora el 16,1% de Caixabank, BFA, ha decidido destinar todos los beneficios para enjugar pérdidas pasadas y limpiar, así, el balance patrimonial, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Esta compañía -100% del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob)-, logró el ejercicio pasado unas ganancias de 462,4 millones. Un importe que ha ido a la partida de resultados negativos de años pasados, en vez de a distribución para el accionista. Este epígrafe, a finales de 2021, acumulaba números rojos de 3.507 millones.
Todos los años, la Comisión Rectora del Frob aprueba la propuesta de dividendos de BFA. Hasta ahora, ha optado siempre por mantener la liquidez para hacer frente a contingencias y costes que todavía puedan surgir. Esta política prudente podría cambiar y se verá en un futuro.
Desde que se constituyó BFA en 2010 con las primeras ayudas, el organismo público dependiente de Economía no ha podido recuperar nada de un rescate que sobrepasa los 24.000 millones. Y eso que la extinta Bankia ha ido remunerando a los inversores, entre ellos su ex matriz, y posteriormente Caixabank, además de percibir retribuciones de esta entidad. Del mismo modo, el Estado llegó a vender acciones en dos operaciones de gran envergadura.
Rescate perdido en su mayor parte
Por todas estas vías, el ex holding se ha embolsado cerca de 3.700 millones. Este montante ha ido a parar a provisiones para pérdidas de sus activos e indemnizaciones a clientes por preferentes e inversores que acudieron a la salida a bolsa de Bankia hace ya once años.
El Gobierno confía en poder maximizar el dinero aportado en el rescate de Bankia, aunque no espera que el Estado vaya a conseguir todo lo inyectado. Se quedará muy por debajo y todo dependerá del tiempo que permanezca como accionista en Caixabank. La ministra de Economía, Nadia Calviño, alentó la integración con el grupo catalán en verano de 2020 con el fin de que se lograra una mayor rentabilidad.
Según los dividendos propuestos por Caixabank en su nuevo plan estratégico y el plazo que el Frob tiene para deshacerse de la participación que ostenta, las arcas públicas podrán recuperar una cuarta parte. El periodo para salir de Caixabank culmina en diciembre de 2023, aunque éste puede ser prorrogado de nuevo.
Las ganancias de BFA obedecen a un criterio contable, debido a la integración de Bankia con Caixabank, que se materializó en marzo de 2021. La fusión permitió una reversión del deterioro de la inversión de 682 millones, si bien a finales de año tuvo que anotarse un recorte de la valoración por su participación en el nuevo grupo de 249 millones. Con todo ello, el efecto neto de la operación en sus cuentas ha sido de 386 millones.
A partir de ahora, los riesgos para BFA serán menores. Por un lado, los litigios por la salida a bolsa de inversores minoristas están prácticamente concluidos, una contingencia por la que la antigua matriz de Bankia ha gastado ya 1.100 millones. Los casos de preferentes y deuda subordinada están a la baja y la sociedad del Frob cuenta con provisiones para asumir indemnizaciones de 70 millones, tras haber abonado unos 1.530 millones. Y las demandas por el estreno bursátil de 2011 presentada por accionistas instituciones serán asumidas por Caixabank.
El organismo dependiente de Economía ha modificado el protocolo que tenía BFA con Bankia tras la desaparición de esta y su fusión con Caixabank. En octubre del año pasado, quedaron sin efecto la mayor parte de los compromisos del holding público sobre las denuncias sobre acciones y deuda híbrida, por el cual el grupo catalán se hará cargo de todas las nuevas reclamaciones y de los recursos en curso de los grandes inversores que acudieron a la salida a bolsa.
Para recuperar parte de las ayudas concedidas en el rescate, el Frob cuenta ahora con una vía alternativa empezar a hacerlo. Puede vender a la propia Caixabank acciones de su propiedad en el marco de la recompra de títulos puesta en marcha para aumentan la remuneración a los accionistas.
La intención del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri es destinar 1.800 millones en los próximos doce meses a adquirir acciones. Una vez tomadas, las amortizará para elevar la retribución. Asimismo, hasta 2025 ha planteado el reparto de otros 7.200 millones en dividendos ordinarios. En total espera dar a los inversores 9.000 millones.