Las pymes españolas atraviesan su situación más crítica desde 2014, según un estudio
El aumento de los costes laborales asciende al 6,3% en las empresas más pequeñas y los desembolsos totales suben un 23% en el primer trimestre
La pequeña y mediana empresa española atraviesa la situación más crítica desde 2014, según un nuevo índice creado por el servicio de estudios de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). El Indicador sobre la Situación de la Pyme, llamado a medir las fortalezas y vulnerabilidades del tejido empresarial español, compuesto en un 98% por pymes, cerró 2021 con una nota de 5,4 puntos sobre 10, el mismo nivel que tenía hace ocho años.
El cóctel desfavorable al que se están enfrentando las pymes se componen de una fuerte reducción de los márgenes -las ventas crecen menos que los costes-, de una fuerte alza de los costes laborales -del 5,1% el año pasado y que ha acelerado al 5,7% en el primer trimestre de 2022-, del encarecimiento del coste de financiación que provocará la subida de tipos de interés anunciada por el Banco Central Europeo (BCE), del endurecimiento del crédito y de el retroceso de la rentabilidad, que se sitúa en el 3% a cierre de 2021, un nivel inédito desde 2016 y que es siete décimas inferior al registrado inmediatamente antes de la pandemia.
Las pymes, descolgadas de la recuperación
Los expertos que han elaborado el informe concluyen que la empresa española da muestras de haberse quedado descolgada de la recuperación, situación que se agrava con la crisis de precios exacerbada por el conflicto en Ucrania. Las pequeñas y medianas empresas, según el informe de la patronal Cepyme, se están viendo arrastradas por los elevados costes que tienen que afrontar los empresarios, una importante pérdida de productividad y, en general, por una menor rentabilidad.
El nuevo indicador sintético de Cepyme monitoriza 15 variables económicas que repercuten en la salud y viabilidad de la empresa que agrupa en cinco bloques: actividad, costes, crédito, solvencia y competititivad.
En esta primera edición, que reconstruye la serie histórica hacia atrás para poder efectuar las comparaciones intertemporales, despuntan algunos de los lastres a los que se enfrentan en este momento las empresas mayoritarias del tejido productivo español.
Caída de los márgenes
Los costes totales -aupados por los de suministros y energía- crecen a más velocidad que las ventas. Para el conjunto de las pymes el alza de costes ha sido del 23% en el primer trimestre de 2022, mientras que las ventas repuntaron el 19,8%. Este comportamiento dispar reduce los márgenes empresariales y empeora la liquidez y la competitividad de las pymes.
Por otra parte, los costes laborales de las pymes repuntaron un 5,1% en 2021 -sin contar el efecto de los ERTE- y están acelerando al 5,7% a comienzos de este ejercicio. No sólo asisten las empresas a un mayor coste por sus plantillas, engrosado por el aumento gradual de las cotizaciones sociales, sino que además las pequeñas son los que más acusan el golpe. Para las de más reducido tamaño el aumento del coste laboral es del 6,3% frente al 4,1% de las medianas.
Por otro lado, las compañías están más expuestas a la subida de tipos, tras haber escalado diez puntos su endeudamiento. El pasivo de las pymes, tras el mayor recurso al crédito propiciado por la pandemia, está en el 96% de su patrimonio neto, explica el estudio de Cepyme, lo que las hace más vulnerables no sólo al incremento del coste de financiación que se avecina, sino también al agotamiento de la moratoria concursal.
Por todos estos motivos, la rentabilidad de las pymes se ha desplomado a niveles de hace seis años y en el primer trimestre de 2022 ha registrado el octavo descenso trimestral de la tasa interanual, hasta el 3%.
Políticas que sostengan a las pymes
Por todo ello, desde Cepyme se solicita una actuación urgente -tributaria, normativa y crediticia- para facilitar la supervivencia y adaptación de las pymes, que emplean a nueve millones de personas, ante un entorno que adquiere mayor complejidad tanto desde el aspecto financiero, como del concursal, como el que depara una eventual cronificación de la inflación derivada de la traslación de los aumentos de precios a los salarios.
De hecho, la patronal critica la falta de ayudas directas y el exceso de burocracia que han dejado a la empresa española en peor situación que sus homólogas europeas. Y por ello pide políticas que fomenten una mayor competitividad y productividad de las pymes y que las leyes promuevan una ganancia de tamaño para que las empresas españolas no sigan teniendo una envergadura media un 30% inferior a la de las compañías europeas.