La SEPI quiere tener el 28% de Indra antes de la Junta de Accionistas para reforzar a Murtra
El Gobierno quiere allanar el camino lo antes posible para tomar el control del Consejo de Administración y dar poderes totales al actual presidente no ejecutivo
La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) continuará la compra acelerada de acciones de Indra para llegar al 28% autorizado por el Ministerio de Hacienda antes del 23 de junio, fecha en la que se realizará la Junta Anual de Accionistas de la compañía tecnológica. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, la sociedad pública -por mandato del Gobierno- quiere allanar el camino lo antes posible para tomar el control del Consejo de Administración y dar poderes totales al actual presidente no ejecutivo, Marc Murtra.
La SEPI negocia en estos momentos en varios frentes para sumar este 4% que le falta para cumplir con el plan de compra de acciones. Una de las opciones es seguir comprando al fondo Fidelity y otra es mantener una política activa de pequeñas adquisiciones en el mercado. En estos momentos, los títulos de Indra cotizan en 10,74 euros, un 15% más que durante el anuncio de las primeras compras del Gobierno, que destinó unos 160 millones a sufragar toda la operación.
El pasado 22 de febrero el Consejo de Ministros autorizó a la SEPI para aumentar su participación accionarial hasta el 28% en el capital de Indra. Esto suponía que la sociedad pública comprara aproximadamente un 10% adicional de la tecnológica española, de la que ya era el principal accionista con el 18%.
Salida de los March
Sin embargo, las adquisiciones no se comenzaron a realizar hasta finales de mayo, casi tres meses después de la autorización del Ministerio de Hacienda. Primero fue la adquisición de un 2% al fondo Fidelity, como ya adelantó este diario, y luego con la adquisición del 3,2% de la Corporación Financiera Alba, el ‘holding’ de la familia March, anunciada el pasado viernes.
Con estas adquisiciones, la SEPI pasó de controlar el 18% hasta superar el 23% actual. Esto supone que solo tendrá que adquirir menos de un 4% en las próximas dos semanas y media. En esta línea, la sociedad estatal prevé que en dos semanas se podría cumplir este objetivo.
Con el 23% que tiene la SEPI ya puede optar a un tercer consejero dentro de Indra. Actualmente tiene a Antonio Cuevas y a Miguel Sebastián y otro sillón le daría el apoyo suficiente para lograr que se cumplan los planes del Gobierno. Un tercer consejero terminaría con la disidencia dentro del Consejo de Administración y con la oposición a planes estratégicos como la adquisición de una participación en la vasca ITP Aero, que todavía es resistida dentro del máximo organismo de la compañía.
Presidente ejecutivo
Pero con el 28% de Indra, la SEPI y el Ejecutivo no solo podrían nombrar sin ninguna oposición un tercer consejero, sino que incluso se podría dar el golpe de mano definitivo para que Marc Murtra tenga poderes ejecutivos. La clave estará en la reunión del Consejo de Administración que se realizará el día anterior a la Junta, el 22 de junio. En este momento, los consejeros de SEPI y Murtra tantearán el terreno para ver cómo podría acelerarse este proceso.
Incluso hay quien no descarta que el nombramiento de Marc Murtra como presidente ejecutivo se pueda producir en la misma Junta de Accionistas, si se logra el apoyo necesario en el Consejo. Esto supondría incluir un punto de última hora en el orden del día, algo que ya ha pasado recientemente en algunas cotizadas -como la destitución de Cebrián de la presidencia de Prisa en noviembre de 2017-, aunque otras fuentes consultadas creen que es improbable.
En todo caso, el nombramiento de Murtra se hará en cuestión de semanas y es probable que si no se logra en la Junta General de Accionistas se haga en una Junta Extraordinaria que se convoque antes del verano, como indica La Información. Lo cierto es que con el 28% de la compañía, que se prevé conseguir en las próximas dos semanas y la llegada de un nuevo consejero en representación de la SEPI, la concesión de poderes totales a Marc Murtra es solo cuestión de días.
Consejero de SAPA
Del mismo modo, esta semana SAPA pidió un asiento en el Consejo de Administración de Indra. La empresa de la familia Aperribay entró en el capital de la tecnológica a finales del pasado año en una operación en la que invirtió 90,8 millones de euros. Lo hizo días después de sellar una alianza con el fondo de inversión Bain Capital para la compra de otro porcentaje idéntico en ITP Aero.
Se presume que SAPA apoyará los planes de la SEPI ya que el acuerdo con la sociedad estatal incluye la entrada de Indra en ITP Aero como parte del núcleo español que debería apoyar a la compañía vasca. De esta manera, a los tres consejeros que tendrá la SEPI habrá que sumar un cuarto de SAPA, con lo que el control de la tecnológica por parte del Gobierno está asegurado.
Este diario informó de los planes del Gobierno de Pedro Sánchez para controlar Indra. La tecnológica que cotiza en bolsa es una empresa estratégica por su elevado peso en la industria de la Defensa y por su importancia en el mundo de la ciberseguridad, dos de los ejes del Plan de Recuperación, que han cobrado aún más importancia después del estallido de la guerra de Ucrania.
Sánchez quiere controlar Indra
España es el principal cliente de Indra y quiere que sus intereses se alineen con las decisiones del Consejo de Administración. Es por ello por lo que en mayo del año pasado forzó la salida del anterior primer ejecutivo, Fernando Abril Martorell, que se opuso a algunos planes de la SEPI y el Gobierno. Nombró a Marc Murtra, un viejo conocido del PSC, aunque no logró que se le concedieran poderes ejecutivos como sí los tenía su antecesor.
Se llegó a una solución intermedia que bendijo el mercado y que pasó por nombrar a dos CEO: Ignacio Mataix, en Defensa y Cristina Ruiz, en la división de Minsait (tecnología). Sin embargo, la coexistencia de dos consejeros delegados y un presidente no ejecutivo que quería imponer su criterio se saldó con la salida de Ruiz en abril de este año y con el puesto de Mataix en el aire. Luis Abril, sustituto de Ruiz, no tiene el cargo de CEO sino que solo de director general, lo que se interpretó como el primer paso para dar poderes totales a Murtra.