Qué alternativas tiene España si Argelia cierra el grifo del gas
El país africano ha perdido su posición histórica de primer proveedor de España en detrimento de Estados Unidos, que manda barcos cargados de GNL
Argelia ha sido hasta 2021 el principal proveedor de gas de España. De hecho, el 42,7% de gas que importó el país el año pasado procedió de territorio argelino, lo que supuso un total de 177.990 gigavatios hora (GWh). En el ejercicio anterior también se reforzó esta relación entre ambos con la firma en Orán de un acuerdo para ampliar la capacidad del gasoducto de Medgaz, que conecta ambos países desde Béni-Saf hasta Almería, pasando bajo el Mar Mediterráneo.
Fueron los presidentes de Naturgy, Francisco Reynés, y de la empresa estatal argelina Sonatrach, Toufik Hakkar, quienes sellaron el acuerdo. Las dos compañías invirtieron unos 90 millones de dólares con el fin de aumentar de 8.000 a 10.000 millones de metros cúbicos (bcm) la cantidad de gas que llega al año a la península ibérica a través de este gasoducto. De esta manera, se reforzaba la seguridad de suministro de gas natural al mercado español.
En la actualidad, Medgaz pertenece en un 51% a Sonatrach y en un 49% a Naturgy, y existe un acuerdo de accionistas que les otorga el control conjunto del gasoducto. El proyecto fue adjudicado en 2006 por el Estado argelino por un periodo de 35 años (hasta 2041), prorrogable por otros 15 años.
El gasoducto Medgaz, al ser una ruta directa, es la más ventajosa en términos de coste para el suministro de gas argelino al sur de Europa. Desde su puesta en marcha en abril de 2011, ha completado ocho años y medio de operación ininterrumpida, habiéndose consolidado como una de las entradas más importantes al sistema gasista español.
Argelia y Marruecos rompen relaciones
La relación energética entre España y Argelia comenzó a torcerse en noviembre del curso pasado. Argelia anunció que no renovaba el contrato para la utilización del gasoducto Magreb-Europa, que transporta gas natural a España a través de Marruecos, después de la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países africanos a finales de verano.
Tras conocerse la noticia, Argelia aseguraba que continuaría suministrando gas natural a España a través del Medgaz y mediante buques metaneros cargados de gas natural licuado (GNL). Inaugurado en 1996 con el objetivo de desarrollar la integración económica en el Magreb, el gasoducto Magreb-Europa proveía a Marruecos de unos 50 a 200 millones de dólares al año por utilizar su territorio.
Sin el suministro de gas natural de Argelia, además de perder los ‘derechos de paso’ millonarios mencionados anteriormente, Marruecos vio peligrar su abastecimiento energético, en especial para los dos ciclos combinados de Tahaddart y de Ain Beni Mathar, que cubren en torno al 10% de la producción de electricidad del país.
Aquí llegamos al punto de inflexión. Ya en febrero de 2022, el Gobierno informaba de que permitiría a Marruecos utilizar el gasoducto del Magreb-Europa en un nuevo signo de acercamiento y con el fin de aliviar sus necesidades energéticas y garantizar su seguridad de suministro. Este paso no involucraba a Argelia.
De esta manera, el país norteafricano podía adquirir el GNL en los mercados, desembarcarlo en alguna planta de regasificación de la península y utilizar el gaseoducto para llevar la energía a su territorio. La reacción de Argelia era de esperar y amenazó a España con romper el contrato de suministro si el Ejecutivo utilizaba el gasoducto del Magreb para hacerle llegar gas argelino a Marruecos.
«Cualquier transporte de gas natural argelino entregado a España, cuyo destino no sea otro que el previsto en los contratos, será considerado como incumplimiento de los compromisos contractuales, y en consecuencia, podría dar lugar al incumplimiento del contrato que vincula a Sonatrach con sus clientes españoles», avisó Argelia a través de la agencia de noticias del país.
La amenaza llegaba después de que mantuviera la tarifa de precios de suministro de gas a todos sus clientes europeos salvo España. «No se descarta recalcular los precios con nuestros clientes españoles», dijo el consejero delegado de Sonatrach, Toufik Hakkar.
Las relaciones entre España y Argelia se han visto afectadas por el reconocimiento por parte del Gobierno del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental y el último punto se ha producido días atrás con la ruptura por parte de Argelia del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España. También ha ordenado congelar las operaciones de comercio exterior.
De su lado, Marruecos y Nigeria han impulsado el proyecto del gasoducto marino más largo del mundo, que permitiría exportar gas natural a otros países africanos y a Europa, con su unión a través de España. En concreto, la empresa australiana Worley será la encargada de llevar a cabo un estudio de viabilidad inicial del proyecto, que cubriría una distancia de más de 7.000 kilómetros de distancia para unir Nigeria con Marruecos, atravesando aguas territoriales de 13 países, 11 de los cuales están ubicados en África Occidental, informó la ingeniería.
Contrato hasta 2032
Sonatrach y Naturgy tienen firmado un contrato de suministro hasta 2032, pero el panorama ha cambiado mucho en los últimos meses tras estos vaivenes. Se han disparado las descargas de barcos y Estados Unidos se consolida mes a mes como el máximo suministrador para España, tras el sorpasso a Argelia en enero.
En concreto, de los 190.797 GWh de gas que España ha importado hasta mayo, el 35,4% procedía del país norteamericano vía barco, según el Boletín Estadístico de Enagás. En total, se descargaron 31 barcos de GNL en mayo en las regasificadoras españolas, un 72,2% más interanual. Este tipo de transporte es más caro debido a que el gas llega a 160 grados centígrados bajo cero en estado líquido para luego descargarlo en las plantas de regasificación, elevar su temperatura y pasarlo a estado gaseoso.
Caída de la importación argelina
Por su parte, el alza del gas estadounidense contrasta con la caída de Argelia, de donde procedió un 25,3% del gas, un retroceso histórico, ya que, desde que existen los registros del Boletín Estadístico de Enagás -año 2006-, el país norteafricano había concentrado el mayor volumen de envíos.
Otros mercados de los que se nutre España son Nigeria (14,3%), Rusia (7,4%), Egipto (3,8%), Francia (3,3%), Catar (2,3%) y otros con menor peso, como Camerún o Perú. Destacar que aunque ahora mismo Catar constituye actualmente un porcentaje bajo, puede jugar un papel importante en el futuro. El Gobierno ha reconocido el papel fundamental que juega Catar en la actual crisis energética internacional y que mediante su producción de gas puede ayudar a mantener los precios estables. Además, España y el país catarí han hablando de una cooperación «estable y fructífera» en esta materia.