Amber y Barroso culminan el asalto a Prisa para desactivar a los rebeldes y al Santander
La salida de Roberto Alcántara allana el camino para callar las últimas voces rebeldes dentro del Consejo de Administración del editor de ‘El País’
Golpe de timón en Prisa. La Junta de Accionistas del editor de El País se saldó este martes con la salida del consejero Roberto Alcántara. El inversor mexicano deberá abandonar su sillón -que ostentaba desde los tiempos de Juan Luis Cebrián- para dar paso a Andrés Varela, representante de los nuevos accionistas de la compañía, cercanos a Miguel Barroso y al ex consejero delegado de La Sexta, José Miguel Contreras.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, este movimiento culmina la arremetida del accionista mayoritario, el fondo Amber Capital, para arrinconar a a los consejeros ‘rebeldes’ y al Banco Santander, su rival en el control de la compañía y con quien se disputó la presidencia durante los dos últimos años. Es verdad que este grupo estaba en horas bajas tras la destitución de Javier Monzón en diciembre de 2020 como presidente no ejecutivo, pero todavía existía el temor de que montaran una rebelión cuando pudiesen tener más fuerza.
Roberto Alcántara (con un 5,1% del capital) siempre se había alineado con los intereses del Banco Santander y de los herederos de Jesús de Polanco (8,4%). Junto con Carlos Fernández (4,1%) y el magnate Carlos Slim (4,4% gracias a su sociedad Carso S.A.), habían sido uno de los principales apoyos de Javier Monzón que, con el apoyo del Santander, se había propuesto pilotar la transición de la compañía tras la traumática salida de Juan Luis Cebrián en 2017.
Salida de Javier Monzón
De hecho, Alcántara, Fernández y los Polanco pudieron mantener su participación en la compañía tras las sucesivas ampliaciones de capital, gracias al apoyo financiero del Banco Santander. Incluso sus acciones en el editor de El País han estado pignoradas como garantía de estos préstamos.
Tras la destitución de Cebrián y el nombramiento de Manuel de Polanco como presidente, se aceleraron los movimientos para que Monzón asumiese la presidencia, primero con el apoyo de Amber y Joseph Oughourlian, pero a los pocos meses con serias discrepancias.
Monzón se mantuvo fuerte durante poco menos de dos años, gracias al apoyo de los consejeros mexicanos y los Polanco. Sin embargo y tras muchos intentos, Amber logró articular una mayoría contraria con Telefónica y el plácet de Moncloa, que les permitió destituir a Monzón y quitar al Santander el control de la compañía.
Vivendi y Prisa
Tras esta salida, Oughourlian se ha encargado de desactivar este núcleo. Primero, configurando un consejo de cercanos con Rosauro Varo -representante de Telefónica- y el ex secretario de Estado de Comunicación de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Barroso, en representación del fondo. Y luego buscando socios industriales para arrinconar a Santander.
En enero de 2021, Vivendi anunció su desembarco en Prisa, que semanas después se convertiría en el 9,9% del capital. Un viejo aliado de Amber. En diciembre del año pasado acordaron que los franceses comprarían el 17,5% que Amber Capital tenía en Lagardère por unos 600 millones de euros para después lanzar una opa por el total de la compañía.
A cambio, en octubre Vivendi solicitó al Gobierno subir por encima de este porcentaje hasta el límite del 29% que obliga a lanzar una opa. Sin embargo, el Ejecutivo se negó a que un grupo de ideología conservadora controlase Prisa y bloqueó la operación tirando por la borda los planes de Amber de tener un socio industrial fuerte a su lado. En definitiva, un apoyo para poder desinvertir en el grupo en el futuro.
No obstante, pocos meses después ,empresarios cercanos a José Miguel Contreras y Miguel Barroso agrupados en Global Alconaba compraron el 7% de Telefónica con 34 millones de euros. Amber aceptó el cambio de socio con el compromiso de que podrá mantener la mayoría de control junto a los nuevos inversores.
Global Alconaba
Sin embargo, después de todos estos movimientos, Santander siguió resistiendo y sus afines también. Esto obligó a Amber y sus aliados a dar el último golpe forzando la destitución de Alcántara y con Carlos Fernández en el punto de mira. Este diario informó que el interés de Global Alconaba –Andrés Varela Entrecanales, Alberto Knapp y Daniel Romero-Abreu– era tener dos asientos en el consejo, aunque posteriormente se acordó que uno de ellos lo ocupase Rosauro Varo, tras ser uno de los artífices de la compra del 7% de Telefónica por 34 millones de euros.
Lo normal hubiese sido que se sustituyera a Javier Santiso que, pese a ser consejero independiente de Prisa, fue nombrado con el plácet de Telefónica. Amber y Global Alconaba utilizaron la excusa de los independientes para justificar que la sustitución se debía producir entre los consejeros representantes de accionistas y el que tenía menos participación de ellos era Alcántara.
Un movimiento que estalló en la Junta de Accionistas y con el que esperan aplacar definitivamente al bando rebelde liderado por el Santander. Las próximas reuniones del Consejo de Administración serán claves para medir fuerzas y el impacto de estas últimas acciones. En Prisa nunca hay que dar nada por supuesto.