Los expertos auguran un otoño negro para la economía española tras el espejismo del verano
El consenso de los economistas consultados ubica el crecimiento económico de 2022 en el entorno del 3,5% y la inflación media del ejercicio en el 8%
La economía española se estancará tras la campaña veraniega, según los expertos consultados por THE OBJECTIVE. El consenso de los diez economistas consultados por este periódico apunta a un segundo semestre del año con la actividad económica muy comprometida por la inflación y los tipos de interés. Algunos de los analistas consultados no refieren solo una predicción de estancamiento, sino que también apuntan a alguna tasa negativa, concretamente en el último trimestre.
Según la media de las previsiones de los economistas entrevistados por este diario, el crecimiento de 2022 se quedará en el entorno del 3,5%, ocho décimas por debajo de la previsión del Gobierno, que el Departamento de Asuntos Económicos, dirigido por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ubica en el 4,3%.
«Hay incertidumbre sobre la evolución de los márgenes empresariales en España, que no han recuperado los niveles prepandemia y muestran menor dinamismo que en los países de nuestro entorno»
Mercedes Pizarro, directora de Economía del Círculo de Empresarios
«La inflación media del año rondará el 8%, desacelerará a partir del verano, pero seguirá en niveles excesivos y con consecuencias muy duras para la economía»
Juan de Lucio, profesor e investigador de la UAH
En este sentido se manifiestan el economista José Carlos Díez, que cifra en el 3,5% el crecimiento para este año; el economista Javier Santacruz, que habla de una horquilla entre el 3,2% y el 3,6%; y el socio del despacho patrimonial Bernal & Sanz Bujanda Miguel Ángel Bernal, que prevé entre el 3,5% y el 4%.
También el profesor e investigador de la UAH Juan de Lucio pronostica un crecimiento inferior al 4%. En ese entorno se sitúa la previsión del profesor del Programa Experto en Dirección Financiera de Deusto Business School, Mario Cantalapiedra. El economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle, anticipa un avance incluso inferior al 3%.
«Habrá estancamiento y podemos deslizarnos a alguna tasa negativa en el segundo semestre del año. Se asistirá primero a una recesión en la eurozona y luego en España»
Miguel Ángel Bernal, socio del despacho patrimonial Bernal & Sanz Bujanda
«Ya estamos en estanflación, y si continúa la guerra en Ucrania y la escasez de gas, habrá recesión en Europa y también en España en el segundo semestre del año»
José Carlos Díez, economista
En cualquier caso la tónica general es la de entrever un segundo semestre complicado, explica Lacalle a TO, «porque la inflación está afectando tanto a los márgenes empresariales como al consumo de las familias». En este sentido, la directora de Economía del Círculo de Empresarios, Mercedes Pizarro, destaca la incertidumbre sobre la evolución de los márgenes empresariales, que en agregado no han recuperado niveles prepandemia y han mostrado menor dinamismo que en los países del entorno. Por ello, Pizarro cree que el escenario de elevada incertidumbre y un tensionamiento de las condiciones financieras pueden incrementar los riesgos de desaceleración a partir del otoño.
Alguna tasa negativa en el último tramo del año
En esta línea el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles aduce que «habrá estancamiento en el último trimestre e incluso decrecimiento al acabarse la campaña veraniega y descender bruscamente la demanda, con lo que la debilidad del consumo interno dará aún más la cara».
Por su parte, Bernal abunda en esta visión y cree que la ralentización económica se contendrá por la campaña veraniega, pero que a su término «habrá estancamiento y es posible que nos deslicemos a alguna evolución negativa». Santacruz apunta, además, que «la actividad en el segundo semestre se va a estancar porque el crecimiento del consumo será negativo, la inversión apenas crecerá y la posible contribución más positiva del sector exterior tendrá un peso más reducido que las fuerzas a la baja».
«Se necesita una política fiscal coyuntural que esquive la falta de crecimiento y la inflación porque el escenario económico tras el verano no será el más óptimo»
Almudena Semur, economista
«Para que no incurramos en estanflación es necesario un pacto de rentas amplio, no sólo de autónomos, empresas y trabajadores; que involucre a otros colectivos»
Mario Cantalapiedra, profesor del Programa Experto en Dirección Financiera de Deusto Business School
La economista Almudena Semur coincide en que el escenario a la vuelta del verano no será el más óptimo: «Los precios al alza nos hacen ser menos competitivos, perjudicando las ventas al exterior y ocasionando pérdidas de inversión». Por su parte, el director de Estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, aglutina el punto de partida de las previsiones de todos los expertos consultados: «El entorno actual es muy volátil, puede cambiar todo de un mes a otro y las decisiones políticas afectan a la economía».
Políticas contra la estanflación y pacto de rentas
Y precisamente en clave política, Semur reclama agilizar una política fiscal que evite la estanflación (crecimiento débil o nulo y elevada inflación), que José Carlos Díez, Javier Santacruz y Juan Fernando Robles aseguran ya está presente en nuestra economía. Mientras que otros de los consultados, como Juan de Lucio y Víctor Alvargonzález no creen que aún haya llegado a instalarse en el engranaje económico español. En cualquier caso, Lacalle considera el escenario de estanflación como el de más probabilidad de concretarse.
«A la vista del crecimiento del último trimestre, de la subida de tipos de interés y del nivel de presión fiscal, el PIB real de este año no crecerá y puede disminuir»
Juan Fernando Robles, profesor del CEF
«En el segundo semestre se notará la caída de la confianza de consumidores y empresarios, pero en España el turismo tendrá un efecto beneficioso»
Víctor Alvargonzález, director de Estrategia de Nextep Finance
También en el plano político destaca el llamamiento de Cantalapiedra, quien reclama un pacto de rentas amplio, que no sólo ataña a trabajadores y empresas, sino también a funcionarios y pensionistas, de modo que se repartan de forma más equitativa los costes de la crisis evitando que soporten el grueso del embate solamente los autónomos, las empresas, los trabajadores y las pymes. «Es necesario un pacto de rentas amplio para no incurrir en estanflación», recalca.
Recesión a corto plazo
En cuanto a la posibilidad de recesión, Robles ve muy posible este escenario en la eurozona por dos razones: «El sur va a sufrir por la inflación los tipos de interés y el norte, porque la industria se puede ver muy afectada por la escasez energética». En el mismo sentido, Bernal pronostica una recesión en la eurozona primero y en España después. Y Díez afirma que si continúa la guerra en Ucrania y la escasez de gas, habrá recesión en Europa y en España en el segundo semestre de 2022. Cantalapiedra ubica la recesión en 2023, mientras que Lacalle ve un aumento significativo del riesgo de recesión técnica -dos trimestres consecutivos de caída del PIB- a corto plazo, «y va a ser difícil evitarla».
Más optimista, De Lucio considera improbable una recesión en el corto o medio plazo, aunque reconoce que se observa una intensa desaceleración por motivos estructurales y coyunturales, tanto a nivel mundial como a escala española. «Para que se produjera una recesión deberían observarse nuevas situaciones sobrevenidas sobre la economía mundial europea o española».
No obstante, atisba De Lucio múltiples riesgos no solamente de carácter geopolítico, sino también económico –exceso de endeudamiento, espiral inflacionista, graduación de la política monetaria restrictiva, entre otros- a los que cada vez se asigna una mayor probabilidad.
«El riesgo de recesión técnica ha crecido de manera significativa, añadido a un claro empeoramiento de la situación de los precios, que en particular se concreta en la elevada tasa subyacente»
Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis
Alvargonzález ve muy posible la recesión en la eurozona, pero supeditado el probable escenario a la evolución de factores políticos indeterminados. Pero con el vigente statu quo, considera que es muy probable que economías como la alemana entren en recesión, aunque se muestra más positivo respecto a España y cree que el turismo podría salvar o compensar las caídas de consumo e inversión.
Inflación entre el 7% y el 9%
En cuanto a la inflación, los economistas consultados se mueven en la horquilla del 7% a la que apuntan Robles, Bernal y Cantalapiedra, el 8% que apunta Lacalle y el 9% que pronostica Díez. Tanto Robles como Lacalle llaman la atención sobre el volumen de la tasa subyacente, la que elimina los elementos más volátiles, que se situó en el máximo del 5,5% en junio, algo que enquista el IPC en tasas de como mínimo el 7%, en media anual, ya que las evoluciones de los precios volátiles se han filtrado al conjunto de la cesta de bienes.
Por ello, Robles considera que las previsiones de crecimiento de la actividad, si se hacen en cómputo de PIB real llevarán a que de forma efectiva la economía española no haya crecido en 2022 e incluso disminuya al compensar la subida de la actividad con el alza de los precios.
«Ya estamos en estanflación: somos la única gran economía del euro que no ha recuperado los niveles previos a marzo de 2020 y ello coincide con una inflación muy elevada»
Javier Santacruz, economista
Tanto Mercedes Pizarro como Víctor Alvargonzález se aferran al impacto positivo que puedan imprimir los fondos europeos, aunque Alvargonzález lamenta los retrasos en su ejecución derivados de la burocracia, en la misma línea que se manifiesta Javier Santacruz.
Y Pizarro destaca, en clave internacional, que tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI), como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), como la Comisión Europea han rebajado expectativas dadas las perturbaciones geopolíticas y de oferta que están agravando las tensiones inflacionistas y, por tanto, llevan a repliegues de los estímulos monetarios y al desafío de que se produzcan alzas de las primas de riesgo como las que ya se están manifestando.