Caída del euro y del petróleo, Wall Street...: los indicios que apuntan a una recesión económica
Cada vez son más los indicadores que apuntan a una recesión económica en un futuro próximo a nivel global
Varios billetes de euros. | Pixabay
Cada vez son más los indicadores económicos que están retrocediendo paulatinamente, lo que anticipa la llegada de un ciclo negativo en la economía.
La teoría económica señala la necesidad de que una economía encadene dos trimestres de crecimiento en negativo para que esta entre en recesión. Aunque este hecho no ha ocurrido aún, todo señala a una caída significativa de la actividad económica a todos los niveles.
La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, descartó esta misma semana esa recesión. Sin embargo, en un contexto marcado por la crisis energética, la guerra en Ucrania y la escalada de los precios, el optimismo con respecto al futuro parece cada vez más complicado.
Es por ello que en los mercados se están produciendo señales que muestran el temor de los mismos a la inminente llegada de esta recesión, debido al impacto que tiene y tendrá la inflación sobre la demanda.
El euro cae frente al dólar
El hundimiento del euro frente al dólar es una de las principales señales del temor de los mercados a la inminente recesión a la que está abocada Europa. Esta caída, además, encarecerá aún más los precios de la energía.
El euro se cambiaba a 1,02 dólares el pasado martes, después de desplomarse un 1,9% con respecto a la moneda estadounidense. Esta es la mayor caída que ha experimentado la divisa común europea en un solo día de los últimos seis años.
Además, el euro no había estado tan débil frente al dólar desde la Nochebuena de 2002, año en el que empezó a circular el euro. En el año 2022, la moneda común ha perdido el 9,4% de su valor frente a la divisa estadounidense.
Hundimiento del petróleo
Uno de los indicadores adelantados más fiables es el precio del barril de petróleo. A día de hoy, este ha caído más de un 9%. En el caso del petróleo Brent, el de referencia para Europa, el precio del barril ha bajado este martes hasta los 102 dólares. Este es el nivel más bajo del barril desde el pasado 11 de mayo, con una caída del 8,6%.
Por otra parte, el barril de crudo West Texas Intermediate (WTI) llegó a bajar de 108,43 dólares del cierre del lunes hasta los 98,32 dólares el martes. Esto supone una bajada del 9,3%, hasta mínimos desde el pasado 11 de mayo.
La materias primas también muestran indicios de recesión
Los precios de las materias primas industriales también empiezan a mostrar datos que apuntan a una recesión. A lo largo del año, la cotización del aluminio se ha desplomado un 13%, la del cobre un 17% y la de las barras de acero un 18%.
Otros materiales que también han experimentado importantes caídas este 2022 son el zinc, el estaño o el plomo. Así como las planchas de madera, muy usadas para la construcción en Estados Unidos, que han bajado un 52%. Estos datos son una prueba clara de que, cada vez más, la demanda está cayendo.
Wall Street abre en rojo
Según un informe de Bloomberg Economics, Estados Unidos tiene ya un 40% de opciones de entrar en recesión en el 2023. Esto contribuyó a que la bolsa del país, Wall Street, abriera este martes en rojo; además, el Dow Jones de Industriales bajó un 1,81%.
A esto se le suma que los bonos a diez años del Tesoro estadounidense llevan días cayendo, y este martes bajaron hasta el 2,8%. Esto supone que el mercado está ya anticipando la llegada de la recesión este año, lo que provocará que la Reserva Federal anuncia bajadas en los tipos de interés.
Alemania y el efecto contagio
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha afirmado este miércoles que el corte del gas ruso a Alemania podría llevar al país germano a una recesión. Este es el motor económico de Europa, por lo si ocurre podría «arrastrar» al conjunto de la eurozona.
Sin embargo, Guindos ha remarcado, en una entrevista en la cadena Cope, que el BCE no contempla como escenario central la entrada de la economía europea en una recesión. Sí que espera una «desaceleración económica importante» que, combinada con una inflación alta, anticipa una situación «muy compleja» para los próximos meses.
Consecuencias para los consumidores
Una economía en recesión es sinónimo de disminución del consumo, la inversión y la producción de bienes y servicios. A su vez, esto da lugar a menos transacciones económicas y obliga a las empresas a adecuar su actividad productiva a esa menor demanda.
En ocasiones, esta situación da lugar a que las compañías opten por despedir a trabajadores. Por tanto, aumenta el desempleo y se entra en una espiral de menos consumo y demanda. Además, en estas épocas el consumidor tiende a dedicar al ahorro la parte de su renta antes destinada a comprar, por si la situación empeora.
