La Unión Europea señala a España como el peor ejecutor de los fondos europeos
El Tribunal de Cuentas ha señalado que esta situación puede suponer un «fiasco» y complicar la recuperación económica
El desempeño de España con la inversión y gasto de los fondos Next Generation o fondos europeos para la recuperación tras la pandemia no termina de convencer a la Unión Europea, que a través del Tribunal de Cuentas ha advertido del «riesgo» de un fracaso del país al ser el peor ejecutor de los estados miembros.
Tal y como relata el diario El Mundo, los auditores han relatado que «los Estados miembros deben disponer de tiempo suficiente y de la capacidad administrativa adecuada para absorber los fondos de la UE», algo que España no está logrando al situarse a la cola en cuanto al desempeño. Esta situación será la razón por la que el país reciba una ayuda especial. «Algunos de los Estados miembros con la menor absorción en el período de programación de 2014-2020 recibirán un apoyo sustancial del MRR en los próximos», explican.
El desempeño de los fondos
El Tribunal de Cuentas europeo ha concluido en su informe que la evaluación realizada por la Comisión Europea de la implementación de los planes nacionales «es adecuada» en general, aunque considera que siguen existiendo riesgos para su aplicación «eficaz», entre ellos la falta de claridad de algunos hitos y objetivos o de armonía en la definición de ambos conceptos.
«Hay que contar con total transparencia y controles eficaces para garantizar que los fondos de la UE se emplean para su finalidad prevista y logran el impacto esperado», ha señalado la miembro del Tribunal que dirigió la auditoría, Ivana Maletic.
Los auditores concluyeron que la evaluación realizada por la Comisión Europea del cumplimiento de los países de las condiciones del Mecanismo de Recuperación era «adecuada» y «se basaron en exhaustivas directivas internas y listas de comprobación».
A este respecto, la miembro del Tribunal que dirigió la auditoría ha añadido que algunos aspectos relevantes de las recomendaciones específicas por país que afectan a «reformas estructurales» quedaron «sin abordar» en algunos países, como el entorno regulatorio en Francia o la reforma del sistema catastral y de parte del sector financiero en Italia.