Alarma en Moncloa con el 'share' de Sánchez: de qué sirve controlar TVE si no la ve nadie
En agosto La 1 cerró con una cuota de pantalla del 8,9%, en línea con sus peores resultados históricos y muy lejos del 13,1% de Antena 3 y Telecinco
No han sentado bien en Moncloa las audiencias registradas por la primera entrevista televisiva del curso de Pedro Sánchez en la cadena pública. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el enfado en la planta noble del Gobierno ha sido mayúsculo por el papelón del presidente cuyo encuentro con Xabier Fortes en TVE ha pasado prácticamente desapercibido y con un impacto mediático casi inexistente.
Una situación que ha hecho al equipo del presidente replantearse su estrategia y poner en duda sus movimientos con la cadena pública. Para qué nos sirve controlar TVE si no la ve nadie, dicen en el Ejecutivo tras constatar que la cadena se hunde cada día más en la intrascendencia. El problema es que en el Gobierno han jugado todas sus fichas para mantener un férreo control editorial de la pública desde el desembarco de Pedro Sánchez en La Moncloa en verano de 2018.
El plan pasaba por tener una televisión con unos servicios informativos fuertes y de prestigio para reforzar los mensajes del Gobierno y tener un escaparate público de cara a futuros procesos electorales. Con este objetivo, desde Moncloa se forzaron decenas de cambios en TVE en los últimos tres años, primero situando como la administradora única a Rosa María Mateo y luego a José Manuel Pérez Tornero como presidente de la Corporación.
Cambios en TVE
En este camino se han cambiado sucesivamente a los responsables de informativos, a los de programación y a los directores de área. Sonado fue el caso de Enric Hernández, que abandonó su puesto en medio de polémicas y recientemente se suma el nombramiento de José Pablo López como director de Contenidos Generales, muy identificado con sectores progresistas y vinculado a asesores del Presidente de Gobierno.
El plan iba sobre ruedas, pero falló en lo fundamental. Nadie reparó en que TVE debía tener audiencias y la entrevista de Sánchez es el mejor ejemplo de esta caída que no parece tener fin. Desde que el PSOE llegó al Gobierno, TVE ha perdido el liderazgo en los informativos, de las coberturas de acontecimientos importantes e incluso ahora La Sexta les supera en la media diaria de la cadena durante algunas jornadas.
Los datos de agosto dejan a La 1 con un share del 8,9%, en línea con sus peores resultados históricos y muy lejos del 13,1% de share que registraron este mismo mes Antena 3 y Telecinco. En los informativos la diferencia es similar con un millón de espectadores de media para la pública, por debajo de los 1,9 millones de Antena 3 y de los 1,4 millones de Telecinco. El agravante es que ya perdieron el tercer lugar en los informativos de sobremesa de lunes a viernes a manos de La Sexta.
Tirón de Sánchez
En este contexto, el share de apenas un 6,7% -sumando el acumulado de La 1 y del Canal 24 Horas- de la entrevista del martes se convirtió en un verdadero varapalo para el equipo de estrategia del presidente. Esperaban que este encuentro fuese el pistoletazo televisivo a la precampaña electoral, pero todo salió mal. A la peor audiencia de una entrevista televisiva de Pedro Sánchez desde su llegada a La Moncloa, se sumaron la oleada de críticas a Fortes que cerró el directo con un «Bueno, muy bien… ¿no?».
La gran pregunta que se hacen ahora en Moncloa es si estos pobres datos se deben a que el tirón del presidente se ha agotado o si solo son culpa de la decadencia de las audiencias de TVE, en mínimos sucesivos desde hace dos temporadas. En cualquier caso, en estos dos supuestos son pésimas las noticias para Sánchez y para los intereses electorales del Gobierno, que espera echar el resto mediático en los próximos 16 meses hasta las Elecciones Generales.
Acostumbrado a las grandes audiencias, a una gran repercusión mediática propia de su cargo y convencido de que la exposición pública y la saturación de información es la mejor arma para ganar elecciones, la posibilidad de quedarse sin presencia televisiva o el riesgo de quedarse en el absoluto anonimato mediático, es un fantasma que preocupa -y mucho- a Sánchez
Vicente Vallés
Con todos estos ingredientes y a menos de un año y medio de las Elecciones Generales, el panorama televisivo es devastador para Moncloa. Solo tienen el apoyo de TVE, la tercera fuerza en audiencias y con problemas para contener la arremetida de La Sexta, frente a un Vicente Vallés crítico con el Gobierno, que desde Antena 3 Noticias duplica a la pública cada noche en el informativo del prime time.
¿Qué hacer? Sánchez lo apostó todo a la cadena pública e intentar a estas alturas posicionarse en las cadenas privadas es casi imposible. Cada cierto tiempo se agita el fantasma de que el grupo Prisa podría intentar un asalto a Atresmedia o que el Gobierno podría conseguir inversores para que se quedarse con el editor de Antena 3 y domesticar a una cadena líder de audiencias y que ha rentabilizado como nadie sus críticas al presidente y a su equipo. Pero a día de hoy no parece que estos proyectos puedan cuajar. ¿Está perdida la batalla? Con Pedro Sánchez nunca se sabe…