La compensación a las eléctricas por el tope al gas alcanza su nivel más bajo
Se sitúa en 17 euros el megavatio hora (MWh) y es el quinto día consecutivo por debajo de los 50 euros tras las cifras desorbitadas que se dieron en verano
La compensación que reciben las compañías eléctricas por el tope al gas alcanza este jueves su nivel más bajo desde que se pusiera en marcha el mecanismo a mediados de junio. En concreto, se sitúa en 17 euros el megavatio hora (MWh) y es el quinto día consecutivo por debajo de los 50 euros/MWh tras las cifras desorbitadas que se dieron en los meses de verano ante la mayor generación de electricidad con gas por las altas temperaturas, la falta de viento, la sequía y la exportación a Francia.
Los datos del operador del mercado eléctrico (OMIE) consultados por THE OBJECTIVE reflejan que el mecanismo de ajuste registra un coste promedio de 120 euros/MWh desde el 15 de junio hasta este mismo jueves. Fue el 31 de agosto, con las centrales térmicas de ciclo combinado a pleno rendimiento, cuando se alcanzó el máximo, de 298,1 euros/MWh.
La ‘excepción ibérica’, que estará vigente hasta el 31 de mayo de 2023, fracasó en su estreno por la alta generación de electricidad mediante ciclos combinados debido a la escasez de viento y, por tanto, de generación eólica. En los meses estivales también se quedaron prácticamente fuera del mix de generación la energía hidráulica y la fotovoltaica. A finales de agosto, la reserva hídrica española rondaba el 36,9% de su capacidad total, el nivel de agua embalsada más bajo desde 1995 en esa época del año.
Asimismo, las instalaciones solares fotovoltaicas generaron menos electricidad por las las altas temperaturas y la calima. Se conjugó la tormenta perfecta y la demanda de gas natural para generar electricidad ha marcado máximos históricos. Entre enero y agosto, las eléctricas demandaron 89.625 gigavatios hora (GWh), lo que supone un fuerte incremento del 85,7% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, según los datos del último Boletín Estadístico de Enagás.
Ahorro de 2.600 millones de euros
Pero esta coyuntura no solo se produjo por la menor aportación de las renovables. España exportó a Francia 5.671.061 MWh hasta julio, lo que significa un 54% más interanual y casi igualar el total del curso pasado -6.276.228 MWh-. El país galo ha sido históricamente un país exportador de energía, pero el déficit de generación que acusa por su parón nuclear lo está cubriendo con importaciones.
Sin embargo, una vez ha amainado la tormenta, se aprecia como la compensación que reciben empresas como Iberdrola, Endesa o Naturgy se mantiene en cotas que giran en torno a los 25 euros e incluso ha llegado a su mínimo este jueves. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha cifrado en 2.600 millones de euros el ahorro que se ha conseguido con el mecanismo en sus tres primeros meses de aplicación.
Según Ribera, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista es de 146 euros, 267 euros con el ajuste adicional, un 35% menos de lo que pagan los franceses, un 40% menos de lo que pagan los italianos y un 25% menos de lo que abonan los alemanes.
En concreto, la ‘excepción ibérica’ fija una senda para el gas natural para generación de electricidad de un precio de 40 euros/MWh en los seis meses iniciales de aplicación, mientras que el precio irá subiendo de 5 en 5 euros hasta llegar a los 70. Así, cada hora que se genera electricidad con gas, si su coste real es superior a estos 40 euros/MWh, se remunera a las productoras por esa diferencia.
De este modo, cuanto más caro sea el gas y más cantidad se emplee para producir, más elevada será la compensación. Lo que viene defendiendo el Ejecutivo es que es más barato compensar esa parte de la generación que utiliza el gas como materia prima que soportar el 100% de la producción con ciclos combinados sin el tope.
Según la normativa, el coste de la compensación se reparte entre todos los usuarios del mercado eléctrico, menos en Islas Canarias, Ceuta y Melilla y en los contratos con un precio fijo que sean anteriores al 26 de abril de este año, pues al tener cliente y empresa una tarifa pactada no se estarían beneficiando de la medida. Dicho de otro modo, si el cliente tiene una tarifa regulada o un contrato con precio fijo que se renovó con posterioridad al 26 de abril, la eléctrica en cuestión tiene que contribuir con esa compensación y lo traslada al cliente en el recibo eléctrico.
En las facturas del mercado regulado, este cargo va incorporado dentro del precio de la energía, mientras que, en las facturas de mercado libre, afectadas, este coste se muestra en una línea a parte. En ambos casos el importe por cada kWh consumido es el mismo. Hay que tener en cuenta que el coste del tope al gas es variable y depende del día, por lo que no se puede calcular cuál será el precio final de la factura o tarifa total incluyendo este importe.
Para medir el impacto real de la medida también se debe incluir el precio de la propia materia prima. El gas está disparado por la invasión rusa y esto también hace la compensación para la producción del gas aumente y, por tanto, se refleje en las facturas de la luz de los consumidores.