La Eurocámara pide subir el gasto de la UE por la crisis energética y la guerra de Ucrania
Rechaza los recortes propuestos para el mismo ejercicio por los Estados miembro
El pleno del Parlamento Europeo ha pedido este miércoles elevar el presupuesto comunitario previsto para el próximo año 1.700 millones más respecto a lo planteado por Bruselas para responder a las necesidades generadas por la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética en la UE, al tiempo que ha rechazado los recortes propuestos para el mismo ejercicio por los Estados miembro.
Los eurodiputados han fijado así la posición de la institución en las negociaciones que mantendrán durante las próximas tres semanas para acordar con los Veintisiete los fondos comprometidos para 2023, un gasto que creen debe elevarse hasta los 187.300 millones de euros y que supera tanto la propuesta de la Comisión Europea (185.600 millones) y la del Consejo (183.950 millones).
En cuanto al nivel de crédito, los eurodiputados creen que el nivel global de pago debe llegar hasta los 167.600 millones de euros, frente a los 165.740 millones que contemplan los gobiernos europeos.
En concreto, la Eurocámara defenderá una aportación adicional de 850 millones para afrontar las consecuencias de la guerra, por ejemplo con medidas de apoyo a los jóvenes refugiados a través de Erasmus+ y el Cuerpo Europeo de Solidaridad o con ayudas para los investigadores ucranianos que accedan a becas dentro del marco de Horizonte Europea.
Asimismo piden 250 millones de euros más para ayuda humanitaria, 100 millones de euros extra para el Fondo de Asilo, Migración e Integración, 25 millones de euros más para el Instrumento de Gestión de las Fronteras y Visados, 162 millones adicionales para el Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (IVDCI _ Europa Global), y 80 millones de euros extra para el Fondo Europeo de Defensa y la Movilidad Militar
También plantean destinar 533 millones de euros adicionales a iniciativas con las que mejorar la independencia energética de la UE y ayudar a los ciudadanos y a las pymes con sus elevadas facturas energéticas, apoyando al mismo tiempo la transición ecológica y la biodiversidad.
Por otro lado, los eurodiputados quieren restablecer los 200 millones de euros recortados por el Consejo en el programa comunitario para la Salud y añadieron 25 millones de euros, porque advierten que la pandemia de la covid-19 aún no ha terminado y ven necesario apoyar a los sistemas sanitarios nacionales para que sean más resistentes.