El Gobierno solo ha asignado el 8% de los 33.000 millones prometidos en los 11 Perte
El Ejecutivo reconoce 9.372 millones en convocatorias lanzadas en estos proyectos, una cifra que se redujo una tercera parte tras el fiasco del Perte VEC
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante una sesión plenaria del miércoles. | Eduardo Parra (Europa Press)
El retraso de los fondos europeos Next Generation tiene su mejor exponente en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), llamados a convertirse en la palanca del Plan de Recuperación y Resiliencia y la mejor manera de que el dinero llegase al tejido empresarial. Sin embargo, el balance es cuando menos desalentador: hasta el momento solo se han repartido unos 2.500 de los 33.095 millones de euros comprometidos en los 11 proyectos que se han aprobado en el Consejo de Ministros.
Los datos recopilados por THE OBJECTIVE -en base a las convocatorias publicadas y la información que el Gobierno aporta con cuentagotas- indican que apenas se han anotado cambios en estos programas y que solo cuatro de ellos registran movimientos de cantidades significativas. La última adjudicación del Perte del coche eléctrico, conocida hace unas semanas, fue el último jarro de agua fría para un conjunto de proyectos que, a la luz de los datos, se mantienen prácticamente paralizados.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo publicó el pasado 25 de octubre la resolución -en segunda instancia- del primer reparto del Perte del coche eléctrico y conectado (VEC). En total, se entregaron 877,2 millones en ayudas públicas a 10 proyectos, una cifra que supera los 700 millones adjudicados inicialmente, pero que se quedan muy lejos de los 2.950 millones prometidos para esta convocatoria. Este proyecto es el tercer Perte en volumen y el primero en aprobarse en verano del año pasado.
Convocatorias en marcha
A estos 877 millones de euros adjudicados, hay que sumar otros 100 millones resueltos anteriormente en el Perte VEC, 446 millones del Perte aeroespacial, otros 200 millones del Perte de salud de vanguardia, 200 millones del Perte de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento (ERHA) y 100 millones del Perte de la cadena agroalimentaria. También se incluyen otros 500 millones en convocatorias más pequeñas repartidas entre el resto de programas.
Por otro lado, el último dato entregado por la vicepresidenta Nadia Calviño fue de 9.372 millones de euros en convocatorias lanzadas hasta finales del mes de septiembre. De ellas, el grueso se concentraba en tres Perte: 3.900 millones del ERHA, 3.000 millones del coche eléctrico y otros 600 millones del Perte de salud de vanguardia. Estos proyectos se llevaban a finales del tercer trimestre el 80% de las convocatorias reconocidas por el Ejecutivo por esas fechas.
Sin embargo, los 3.000 millones atribuidos al Perte VEC incluían la adjudicación de esta primera convocatoria que finalmente no se cubrió y que dejó sin adjudicar 2.100 millones de euros, el 70% del montante concedido. Esto supone que los 9.372 millones en convocatorias se quedan en apenas 7.200 millones adjudicables, lo que deja las convocatorias de todos los Perte en solo el 22% del total prometido.
Inversión por Perte
Dicho de otra manera, hasta la fecha se han adjudicado menos de 2.500 millones de los 11 Perte y otros 7.200 millones se encuentran en convocatorias (2.100 millones en el aire tras la adjudicación del Perte VEC), lo que todavía deja en el aire más de 23.000 millones, el 60% de todo el dinero prometido por el Gobierno en estos proyectos estratégicos.
En el papel, el Perte VEC recibirá 4.300 millones, el de salud de vanguardia tendrá 982 millones; el ERHA 6.920 millones; el agroalimentario recibirá 1.800 millones; el de la nueva economía de la lengua se quedará con 1.100 millones; el de economía circular con 492 millones; el naval tendrá 310 millones; el de digitalización del ciclo del agua, 1.940 millones; el aeroespacial, 2.193 millones; el Perte chip tendrá 12.250 millones y el Perte de la economía social de los cuidados se quedará con 808 millones.
El Gobierno atribuye una importancia capital a los Perte como elemento clave de la dinamización de los fondos europeos Next Generation. De hecho, se le han asignado 33.000 millones de los 140.000 millones que han recibido desde Bruselas en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia, por lo que los problemas que puedan producirse el reparto de estos recursos es un buen termómetro del avance de los fondos.
Los datos conocidos hasta el momento indican que apenas se han autorizado transferencias por valor de 5.618 millones de euros, apenas un 19% de los 28.444 millones de fondos europeos comprometidos en los Presupuestos Generales del estado (PGE) de 2023. Sin embargo, las cifras de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) hasta el mes de agosto solo se refieren a transferencias realizadas por el Estado y no a recursos que efectivamente hayan llegado al tejido productivo.
Problemas de ejecución
Con todo, y desde cualquier parámetro y estadística, el Gobierno está muy preocupado con esta lenta ejecución de los fondos. Como ya ha informado este diario, ha pedido máxima celeridad en todos los ministerios para agilizar las convocatorias en todas las áreas, lo que también incluye los Perte que llevan mayor retraso. El objetivo del Ministerio de Asuntos Económicos es cerrar el año con el mayor nivel de ejecución posible para no tener problemas de cara a la fiscalización periódica de Bruselas.
La preocupación se ha extendido tras el fiasco del Perte VEC y las presiones de las empresas del sector de la automoción pidiendo más recursos y criticando la gestión administrativa de este proyecto. Seat dejó en el aire la construcción de su gigafactoría en Sagunto (Valencia) y ahora analiza las ayudas recibidas para definir si sigue adelante con sus proyectos.
Como también ya ha denunciado este diario, la lenta ejecución de estos proyectos y sus problemas administrativos, sumados a la lentitud de las convocatorias, ha hecho que muchas de las grandes empresas -algunas pertenecientes al Ibex 35- hayan tirado la toalla con los fondos europeos y paralizaran inversiones en grandes proyectos transformadores en los que en algún momentos de los dos últimos años se vieron involucrados.
